El frigorífico

Hola, soy Javi. En esta historia soy una mujer de 22 años, mido 1,68 cms y siendo bien sincera y franca con ustedes, mi cuerpo está ejercitado puesto que entreno a menudo. Me gustan mucho mis piernas porque gracias al entrenamiento tengo mi potito bien paradito y firme, algo que a los hombres les fascina según mi experiencia. No tengo mucho busto, pero no es problema para mi vida sexual. Tengo unos labios carnosos, soy pecosa y mi cabello es de color negro. No tengo ninguna muralla para conversar sobre cualquier tema referente al sexo, en realidad me gusta mucho compartir experiencias con mis amigas e incluso mis amigos que me usan como psicóloga para darles consejos amorosos jaja.

Antes que todo, las disculpas correspondientes por tener a mis lectores tan abandonados, les informo que he estado full pega y no he podido escribir nada. Además que salí de vacaciones y me desconecté de todo porque no estaba ni ahí con nada jajjaa para qué voy a andar con cosas. En fin, vamos a lo que nos convoca.

Esta vivencia ocurrió a mediados de Febrero, me había puesto a trabajar en un frigorífico para sacar unos pesitos extra. Una conocida me había mencionado que en esos lugares se ganaba bastante, aunque el trabajo igual era pesado de vez en cuando. Por mi parte nunca le he hecho asco al trabajo, así que me comuniqué con la persona correspondiente para ver si podía formar parte del grupo. Me aceptaron y me indicaron el lugar de recogida del bus, los horarios, el itinerario, todo todín todo.
El día en que comencé a trabajar, me sentí tan extraña jajaja, porque claramente no conocía a nadie y tampoco soy de esas personas que se pone a conversar con medio mundo para conocerlos. Poco a poco el bus se iba llenando hasta que finalmente nos largamos de una al lugar de trabajo. Quiero aclarar que me jodió bastante los primeros días, porque al principio iba con mucho sueño al tener que levantarme súper temprano para cumplir el horario de mañana-tarde. Pero al final logré acostumbrarme y se volvió algo más que normal para mi.
Una vez allí, una encargada dirigió al grupo de "los nuevos" para darnos las instrucciones correspondientes. Nos entregaron ropa térmica y antes de entrar al frigorífico tuvimos que abrigarnos. En eso, una señora muy tierna me preguntó si había trabajado antes en esto, a lo que le respondí que no jaja, porque pasaba todo el tiempo en una oficina viendo muestras de sangre o de bacterias. Ella quedó fascinada con que yo fuera científica jajaja, así que nos fuimos conversando hasta la puertita y fue cuando nos separaron jaja. Me había caído bien la viejita.

Necesito aclarar esto, porque no lo hice al principio (que bruta). Si bien esta historia transcurre entre Diciembre, Enero y Febrero. La vivencia por la que todos vienen, ocurrió exactamente entre inicios y mediados de Febrero.

Mientras trabajé en este lugar, me dejaron a cargo de sellar las cajas con la fruta pesada y seleccionada. Junto a mi estaba un chico venezolano, quien se encargaba de "paletizar" las cajas. Para quien no entienda el término de "paletizar", es cuando agrupas las cajas sobre un pallet de madera para posterior sellado con papel alusa.
Detrás de mi, había otra mujer venezolana que se encargaba de sellar igual que yo las cajas que venían desde la otra cinta. Me empezaron a meter conversa, hasta que me fui acomodando con ellos. Nos reímos bastante, bromeamos mucho y las horas se pasaban volando con ellos. Un día, el encargado de allí me pidió que fuera a buscar unas cajas y unas bolsas para dejarlas a un costado del final de la cinta. Ahí fue donde me encontré al protagonista de este relato, se trataba de un chico venezolano, de mi misma edad, delgado y un poco más alto que yo.
Al principio no hablamos nada, sólo llegué y pedí lo que me exigieron y me fui.
Para los almuerzos me juntaba con los chicos venezolanos con los que hablaba en el sellado de cajas y así pasaron los días. Como no me juntaba con nadie en el viaje de vuelta, me quedaba con mis audífonos y mi música, sin pescar a nadie. Peor al cabo de un tiempo, me metí a conversar más con la gente y fue entonces que descubrí que el chico que me atrajo de las cajas, también iba en el mismo bus jaja. Los venezolanos con los que conversaba también, y por lo visto, eran conocidos entre ellos.
Me iba conversando con ellos con el paso de los días y el trabajo se me hacía mucho más liviano. Como tenían un grupo de wsp de los que viajábamos en el bus, de pronto me escribió un número desconocido que de coincidencia, formaba parte del grupo también.
Adivinen, resultó ser el niño venezolano de las cajas al que llamaremos Andy jajaja porque ya me cansé de escribir "niño venezolano" xD.
Pasó que Andy me escribió y empezó a meterme conversa, a lo que yo le respondía todo en buena onda, porque como igual ya habíamos charlado un par de días en el bus, me agradaba harto. Además que los venezolanos como tal eran bastante simpáticos.
A mediados de Enero llegó gente nueva al lugar, así que el encargado me pasó a las cajas (mismo lugar donde estaba Andy). Imagínense la cara que puso Andy cuando me vio llegando ahí ajajaja. Estuvimos conversando con el grupo todo el turno, eran todos muy amables y agradables. Aunque había otro caballero venezolano que me intentaba jotear, pero su esposa lo retaba jajaja y me volví amiga de ella al final.
Preferí charlar más con Andy y conocerlo más, así que nos fuimos volviendo buenos en el trabajo porque avanzábamos súper rápido y cada cual conocía la capacidad del otro.
Un día mientras iba yendo a comprar pan, me encontré con Andy pasando en su bicicleta (bueno, en realidad no me lo encontré, porque él gritó mi nombre para saludarme jaja). Me dio vergüenza igual, porque iba toda demacrada, con el pelo despeinado y con un short todo viejo.
Al otro día él se me acercó muy sutil y me comentó que tenía lindas piernas. Yo reaccioné mal la principio porque no quería que me joteara tan directamente tampoco jaja, me molesté con él y aunque no podía aguantarme, porque igual me gustaba su voz y su rostro, tenía que dejarle claro que no sería fácil para él jajaja.
A medida que avanzaban los días, él me trataba cada vez más tierno, más lindo, me decía piropos suaves, se controlaba un poco más jajaja y me invitó a salir. Ahí si acepté sin ningún problema.
En esa salida salimos a andar en bici por ahí, charlamos bastante con tal de conocernos un poco más. Y esa parte de Andy me empezó a gustar harto. Comprendí que era bastante coqueto, tierno igual, pero bastante coqueto. Me gustaba mucho su manera de expresarse, no se qué será, pero lo volvía sensual para mi.
A la cuarta salida fue que se le jugó y me dio un beso. Fue un beso bastante rico, déjenme decirles jaja fue muy tierno y exquisito para mi gusto. Nos fuimos encariñando más luego de eso y en el trabajo tratábamos de hacer que pasara piola. Durante las salidas, los besos se volvían cada vez más calentones, con caricias y todo eso, obviamente cuando nadie nos veía jajaja. A casa no lo iba a llevar, porque mi mamá estaba allí, así que era todo muy jodido y él vivía con más gente en su casa. Un día, él me susurró que le gustaría comerme las piernas jaja, lo que me causó gracia al principio, sin embargo, yo igual quería jaja.
Habrá sido la primera semana de Febrero en que me decidí y le dije que era buena idea aprovechar un fin de semana para salir a cicletear en un cerro que había más hacia la cordillera. Él aceptó sin problema, así que me lo llevé bien lejos jaja.
Habremos pedaleado sus dos horas hasta el destino y tras poner una mantita en el suelo, nos pusimos a comer algo para llenarnos, porque al menos yo, quedé chata jajaja.
Luego de eso, él se puso bastante coqueto conmigo y empezó a besarme el cuello, las orejas, la mejilla y los labios. El beso se volvía cada vez más calentón hasta que me atreví y le quite la polera. De seguro él entendió de una mis intenciones, así que me ayudó con mi polera también jaja y empezó a besarme los pechos por sobre el peto.
Andy se estaba emocionando más de la cuenta y comencé a dejarme llevar. Me fue besando por la panza hasta la pelvis y me fue quitando los pantalones muy lento mientras me besaba las piernas.
"Tenía unas ganas de comerte las piernas" me dijo. Me puse coloradísima jajaja y excitada al mismo tiempo, porque sus besos me daban muchos nervios hasta que llegó a mi entrepierna. Me quitó los calzones y me dio un oral inolvidable, para qué les voy a venir con cosas, fue un oral realmente exquisito. Sentía como si su lengua se hubiera metido bien dentro de la vagina, y el juego que hacía con sus dedos lo hacía mucho más rico.
Yo no paraba de gemir hasta que lo vi levantarse para quitarse los pantalones y ponerse un condón.
"Venías preparado parece" le dije jaja y él simplemente sonrió. Estaba muy nerviosa, porque pensaba que alguien nos podía llegar a ver, pero era imposible jaja porque estábamos bien lejitos. En fin, Andy puso su pene bien lentito y yo no pude evitar gemir profundo. Mis mejillas las sentía rojísimas, como si estuvieran ardiendo.
Poco a poco se fue moviendo contra mi para penetrarme hasta que por fin estuvo bien dentro. Empezamos a frotarnos de una forma tan sexy, yo estaba demasiado caliente, así que le apretaba el trasero para moverlo contra mí. Él igual hacía lo suyo con más fuerza cada vez, y se notaba demasiado que ambos estábamos más calientes que no se qué.
Ambos gemíamos con ganas, disfrutando nuestra soledad y la naturaleza rodeándonos. Habrán pasado unos 7 minutos cuando Andy me penetró con fuerza y se quedó sobre mí un ratito más, hasta sacar su pene con el condón lleno de semen en la punta jaja.
En mi mente pensaba en las tremendas ganas que tenía de haber sentido todo eso dentro de mí, sin embargo, él fue más cuidadoso en ese aspecto.
Nos quedamos abrazados un buen rato ahí, completamente desnudos en medio de los árboles y con el sonido de las hojas golpeadas por el viento. Al menos para mi, fue un momento más que agradable. Esperamos unos minutos hasta que pudimos descansar bien y decidimos regresar a la ciudad. Ese día había sido el mejor del año hasta ese momento jaja, y Andy habrá quedado satisfecho me imagino.

Muchas gracias a quienes se dan el tiempo de leer mis relatos, mis vivencias, mis experiencias.
Aun quedan muchas por contar, así que espero no defraudarlos con el tiempo que tengo, porque como estoy trabajando jaja, no tengo tanto tiempo libre como quisiera.
Los quiero, nos vemos en la próxima <3

 

Jajja pues ya no hay nada que hacer, lo leído, leído queda un saludito

 

Tendré cara de venezolana yo jajaja bueno, de seguro la que tuvo sexo con ese muchacho habrás sido tú y todo fue un sueño mío. Gracias por acercarte a comentar me agrada siempre leerlos.. un saludito

 

Chale :/ discúlpame por la falta de detalles. Hace tiempo no escribo un post por aquí y el trabajo me ha tenido en ascuas. Supongo que he perdido un poco el arte del relato, pero pretendo recuperarlo saluditos