Otra de profe particular

Hace poco contaba una historia de cuando pitutie haciendo clases particulares y una de mis alumnas (que era lisiada) me entregó su virginidad. En esos años andaba por los 23 años y por lo general fisicamente me conservaba en esos años bastante bien, ya que le daba duro al gimnasio, practicaba rugby en la universidad y por ende tenía bastante éxito con las mujeres. También tenía a mi pareja en la universidad y mis necesidades sexuales básicas estaban cubiertas, pero uno es caliente y siempre busca más... y si se da la oportunidad de conocer a alguién... no se pierde el momento (el que nace chicharra...) y por eso aprovechaba cualquier ocasión para conquistar a una mujer, ya sea por medio de los nacientes chat de esos años (Terra o Latinchat) o involucrándose con mujeres en cualquier circunstancia.

En esos años, comencé con el tema de las clases particulares, por un tema de lucas, si bien, no estaba complicado de lucas, quería disponer de dinero para ahorrarlo y más menos ganaba unas 35lucas a la semana, ya que cobraba entre 5 y 10 lucas por hora y disponía de 4 alumnos, los cuales eran un chico y 3 chicas, dentro de las cuales estaba Sandra (la lisiada) y Catalina, quien era la protagonista de esta historia. Era en marzo cuando comenzamos con las clases (sus padres querían que desde un inicio tuviera buenas notas), ella iba en 4to medio y tenía 17 (pero para mi alivio, a los meses cumplió la mayoría de edad legal) y era dueña de una personalidad avasalladora.

Ella era preciosa de rostro, alta (1,70), de cabello largo y castaño, ojos color miel, mirada coqueta, sonrisa perfecta. Era bastante proporcionada en lo físico, se le notaban las tetas bien grandes y firmes. Además era dueña de un culo muy levantado. Sus padres eran de situación económica bastante buena y mis clases eran 2 días a la semana y entre las 4 a 6pm, las cuales casi siempre eran en mi casa y muchas veces ella pasaba del liceo a mi casa y era un placer verla con uniforme, con el cual inevitablemente disfrutaba viéndola, ya que se veía muy atractiva con su falda y su blusa ajustada a su cuerpo. De a poco la confianza entre nosotros iba creciendo, por lo cual después de las clases solíamos tomar once en mi casa y la acompañaba a su casa, ya que vivía a unas 5 cuadras. En los días de lluvia la llevaba en auto a su casa. Por lo que me decía, me daba cuenta que era muy cotizada por sus compañeros de liceo, pero estaba pololeando y había tenido varios pretendientes antes.

Pasaron varios meses de clases y sus mejoras académicas eran evidentes. Pasó de tener un promedio 4,5 (en 3ero) a tener un promedio sobre 6 (en 4to), no solo en matemáticas, si no que en Historia y Lenguaje y en otras asignaturas también la ayudaba. Sus padres estaban felices conmigo, ya que durante toda su enseñanza media ella andaba peleando por pasar de curso y ahora estaba dentro de los 3 mejores promedios de su curso, tanto así que en septiembre sus padres deciden darme unas buenas lucas por lo que había conseguido con Catalina. Ya en en el mes de la patria, empieza a subir la temperatura, ya ella llegaba a mis clases solo con su falda del liceo y blusa (ya no con chaqueta o chalecos). Por lo general su blusa marcaba su sostén y de a poco empecé a ver unos descuidos de ella, como por ejemplo, un día se le había descosido un botón (justo en la altura de sus tetas) y en movimientos me mostraba su sostén, el cual me tenía sumamente caliente. Otro día pude ver su ropa interior bajo la falda del uniforme, lo que llevó a que en la noche me diera una muy buena paja, imaginando follarmela muchas posiciones.

En ese momento, empecé a notar que ella me miraba mucho, al principio creí que estaba poniendo atención a lo que yo explicaba, pero una vez mientras le hablaba, me di cuenta que chupaba la parte trasera de su lápiz (no solo lo mordía) y eso me dejó embobado (imaginando de como chupaba picos) y a contar de ese momento me decidí ver si existía la posibilidad de conquistarla, ya que igual pensaba que quizás solo eran acciones casuales o si había interés de ella por mi. Entonces empecé a planear una forma de confirmar esto y me anime un día a crear un panorama... Lo que haría sería postergar una clase de reforzamiento de día jueves para un día sábado y después de las clases proponerle una salida en mi auto (el auto de mis padres en rigor) a algún mall.

Cuando le propuse que podríamos tener clases un sábado y le pedí que si podía acompañarme al Mall Plaza Vespucio para ver un jeans para mi y me dijo que ok, que no tenía problemas. Acordamos que las clases serían desde las 10am y de allí iríamos al Mall, almorzaremos allá y a posterior la iría a dejar a su casa.

Ese sábado, ella llegó puntual a mi casa, vestía un jeans ajustado, una polera y llevaba un polerón, ya que a pesar de haber sol, no estaba muy caluroso el día. Mientras le hacia clases, trataba de ver (a través de la tela de la polera, ya que esta era ajustada) su sostén, el cual era de encajes. Al verla bien, me daba cuenta que era de los que tenia un par de broches en la espalda. Reconozco que me tenia bastante caliente, por lo cual apenas siendo las 12, le dije que saliéramos y ya en el auto empiezo con mi táctica.

Mientras íbamos conversando en el auto, en cualquier detención ponía mi mano en su rodilla, sin embargo ella no hacía ningún comentario, así que decidí continuar y de a poco iba subiendo un poco más. Cuando mi mano estaba ya llegando a su entrepierna, me detengo en una calle cercana al Plaza Vespucio y continuo tocándola (sin mirarla) y de pronto ella me quitó la mano de donde estaba, yo le mire al rostro y ella me sonrió, a lo cual me aproxime a ella y la besé, pero al contrario a lo que yo imaginaba me rechazó ese beso.

Reconozco que al ver su reacción tuve miedo de que quisiera bajarse o armar un escándalo, ya que mi imagen frente a sus padres quedaría por el suelo (ya que ellos me tenían mucho aprecio y generaba sus buenas lucas con ella) y además la perdería para siempre (y quizás hasta verme metido en un escándalo de abuso), pero de pronto ella se quita el cinturón de seguridad y se lanza sobre mi a besarme, se ponía de tal manera que sus tetas estaban al frente de mi cara.

Nos besamos un buen rato y de pronto me dice:

- Gabriel, ya sé que esta salida era una excusa para ver si pasaba algo… lo de ir al mall era solo una excusa para tenerme aquí en el auto

- Es que…

- Hace varios días empecé con mis señales para llamarte la atención. Otro día descocí dos botones de la blusa para que vieras mis tetas y me di cuenta que no le quitabas los ojos encima. También me di cuenta que otro dia me mirabas bajo la falda… lo hiciste de manera muy disimulada, pero al ver que me mirabas me calentó y reconozco que me masturbé en la noche al recordar tus miradas de reojo.

Al decirme eso, no se que cara tenía, pero tenía vergüenza que me dijera eso, pero continuó hablando.

- Sé que muchos hombres me miran las tetas y reconozco que las mías son lindas y me calienta que me las miren.

Miró por el parabrisas y de pronto (al percatarse que no venía nadie) y se levanta su polera. Allí estaban sus tetas grandes y duras apretadas con un sostén blanco de transparencias y en el cual se veían sus aureolas.

- Te gustan?-me pregunta

- Me encantan

Se acerca un poco hacia mí y se levanta el sostén, entrando en escena sus tetazas grandes y sueltas. Para mi sorpresa, de pronto pone directamente su mano sobre mi pene y al notarlo erecto me dice.

- No perdamos tiempo, vamos a otra parte a estar solos.

Tras esas palabras, pensaba en donde había un motel y a los minutos (que fueron eternos) llegamos a uno que esta en calles interiores de La Florida. Durante el viaje, ella descaradamente en cada detención me tocaba el pene y de hecho en momentos metía su mano bajo el pantalón para acariciar el bulto de mi pene.

Yo estaba muy caliente y realmente sorprendido con ella, ya que en ese momento ella dominaba el encuentro. Al llegar al motel, nos asignan una cabaña y estacionamos el auto dentro y cerré la mampara del estacionamiento.

Al bajar del auto, nos empezamos a besar calientemente. La acorralé contra el auto, allí besándola le quito la polera y ella quedó en sostén, mientras al mismo tiempo ella acariciaba mi pene por sobre el jeans. Después de ese sobajeo fuera del auto, entrabamos a la cabaña, suena el citófono solicitando saber nuestras cortesías y a los minutos llega, canceló la cabaña por unas horas y a la acción.

Comencé a besar su cuello, mejillas y boca, mientras tocaba sus pechos con el sostén. Eran hermosos, tenían un buen tamaño y eran muy firmes, mientras nos besábamos, me quita la camisa y yo le quité su sostén, bajé mi cabeza y comencé a besar una de sus tetas, mientras con una de mis manos tocaba una teta, con la otra mano acariciaba su muslos. En unos minutos ya estábamos desnudos, nos tiramos en la cama, mi mano llego a su entrepierna y la humedad la delataba. Al sentir su humedad volví a besarle la boca mientras mis manos tocaban sus tetas y mi pene estaba por explotar, pero bajé para besar sus pechos y separaba sus piernas con mis rodillas

Besé sus pezones uno a uno, luego bajé por su abdomen, hasta llegar a su conchita perfectamente depilada, me incliné y comencé a besarla, ella arqueaba su espalda y colocaba sus manos en mi cabeza, al tiempo que con mis dedos manipulaba su clítoris y ella solo gemia y me decía:

-Aaahhhh.... sigue... que ricooo...

Hasta que su voz se perdió entre gemidos y asi llegó a su primer orgasmo... cuando por fin se quedo quieta, me incorpore sobre ella, coloque mi pene que ya estaba duro en la entrada de su conchita y sin ningún cuidado se lo metí de golpe, ella grito de dolor, a lo que le dije:

- Te duele mi amor?

- Si amor, es muy grande y grueso, pero me encanta sentirlo dentro.

- Tu te cuidas amor?

- Si, hace ya tiempo tomo pastillas

Dicho esto comencé a embestirla primero suave, luego no aguante y lo hice con fuerza. Disfrutaba como sus tetas se movían y sus gemidos llenaban la habitación y al cabo de unos minutos así tuvo otro orgasmo y yo no me detuve hasta explotar dentro de ella y me quede dentro de ella un rato, ya que no me apetecía sacar mi pene de ahí, volví a besarla y para mi sorpresa esta vez me colaboró, entrelazamos nuestras lenguas y mientras ella me abrazó yo tocaba sus pechos.

Cuando saque mi pene de dentro de ella, vi su mirada de caliente y le dije:

- Límpiame el pene!

Mi pene estaba empapado lleno de semen, mezclada con sus jugos, pero para mi sorpresa, se negó de hacerlo con la cabeza, así que le dije:

- Hazlo, ya que tienes que hacer lo que yo te diga!!!

Me volvió a negar con la cabeza (esta vez note que me daba una tímida sonrisa), pero le grite:

- Hazlo ahora!!!

Al escucharme, tocó mi pene con sus manos, yo le sonreí y tomándola de un brazo la llevé donde había una silla, en la cual me senté, le dije que se arrodillara frente a mi y así lo hizo, ahora le dije:

- Chupamelo...

- No quiero

Por su tono de voz, sabia que jugaba a hacerse la difícil, pero le agarre la cabeza y se la puse en mi pene, llegando este hasta su garganta y haciendo arcadas, deje de presionar su cabeza y comenzó a chuparlo, besarlo y con sus manos me masturbaba, mientras la punta superior del pene estaba en su boca y acariciaba mi pene. Yo en ese momento disfrutaba de como Catalina me hacia disfrutar, además del morbo de follarme a una de las chicas más lindas de su curso, que era bastante deseada por muchos de sus compañeros y que estaba en un motel con otro hombre que no era su pololo.

Pasaron varios minutos y de pronto mi pene se levantó de nuevo, asi que la atraje hacia mi (estando Yo sentado) y ella colocó sus brazos en mis hombros, se acomodo sobre mi pene, puse mis manos en su espalda y bajó para comenzar a cabalgarme.

Mientras yo acariciaba su cola y espalda, aprovechaba de besar sus tetas. Estuvimos alli varios minutos, mientras ella gemia y decia mi nombre y al cabo de sus minutos en esa misma posición, ella empieza a apretar los hombros, yo la agarre fuerte de su cintura y tuvimos un orgasmo simultáneo.

Al tiempo que gemía, me abrazaba y volvia a llenar su vagina con mi leche. Cuando acabamos se inclino hacia mi y me abrazó, yo le besé apasionadamente el cuello y subí hasta su boca donde su humeda lengua me recibió con agrado.

Pasaron unos minutos abrazados en la silla y nos fuimos a la cama a regalonear. Yo estaba embobado por el físico de ella (si bien, habia tenido varias parejas antes, la mayoría de estas eran mayores que mi) y su personalidad muy fuerte y dominante, lo que hacia que ella fuera muy atrayente.

Después de un rato de regalonear, las caricias nos empezaron a volver a excitar, pero esta vez no quería penetrarla en la habitación, asi que nos pusimos de pie, abri la puerta, la tome de la mano, salimos desnudos de la cabaña, me apoye de espalda en el auto y le dije:

- Chupamelo.

Obediente y sin dudarlo se pone de rodillas y empieza con una buena mamada en el estacionamiento del motel y luego de unos minutos de disfrutarla asi, le pedi que se apoyara sobre el auto, alli se apoya en el auto (era un Toyota Tercel), coloca sus brazos sobre el techo del auto, le separo un poco las piernas, me coloco detrás de ella y empiezo a meterlo así de pie. Agarro sus caderas y empiezo a penetrarla sin parar y sus gemidos empezaron a ser audibles ya en buena parte del motel. Estaba en la plena metiéndosela a Catalina, cuando de reojo miro hacia la mampara del estacionamiento y veo a una mucama que nos veia, lo que me llevó a acelerar mis movimientos, de manera tal, que los gemidos de mi acompañante ya delataban que estaba llegando al orgasmo y como yo aun no acababa, le dije que me la chupara, asi que vuelve a ponerse a chuparlo y me hace una paja rusa, lo que me hizo correrme en sus tetas. Recordarla llena de leche de rodillas al costado del auto y desnuda.

Tras ese orgasmo, se puso de pie y nos besamos desnudos al costado del auto, pasamos a la ducha en donde nos manoseamos enteros y al salir de la ducha, suena el citofono, diciendo que habiamos cumplido las 3 horas, asi que les dije que saldriamos en unos minutos, asi que nos vestimos y nos fuimos del motel.

Después de ese encuentro, volvimos a ese motel varias veces, hasta que terminó el año y se fue con sus padres a Concepción y perdimos el contacto. A pesar de no verla, quedan los recuerdos de esa mujer hermosa con mucha personalidad.