IVº Medio A (La Junta de Ex Compañeros)

Hola a todos, esperando que se encuentren todos bien, me presento, mi nombre es Franco, tengo actualmente 36 años, y siguiendo con mis historias, aventuras y desventuras, y luego de mi último relato titulado "La Nuera del Diputado", les cuento una historia que me ocurrió hace varios años, fue muy entretenida y caliente por lo demás, así que ahí va:

Se cumplían 10 años desde que habíamos salido del Colegio, y empezaron a llegar las notificaciones por el grupo de Facebook que habían hecho mis ex compañeros de curso. Por interno, los que éramos del grupo de amigos, comenzamos a hablar y a preguntarnos si íbamos a asistir, yo la verdad es que no tenía problema, si bien es cierto, que la mayoría de los hombres nos llevábamos excelente y nos juntábamos de vez en cuando a jugar futbolito, así que todos los de ese grupo quedamos de ir. En el grupo poco a poco iban confirmando varios, de los 32 que salimos de IVº Medio, en 3 días habían confirmado casi 20, ya a la semana eran 26 los confirmados, y los otros 6 prácticamente habían dicho que no irían, por vivir fuera de Santiago, compromisos familiares, etc.

Llegó el día de la junta y uno de mis mejores amigos del colegio quedó de pasar a buscarme, llegamos al local en donde sería la junta, habían llegado re pocos, nos saludamos y sentamos, así poco a poco comenzaron todos a llegar, éramos como 13 hombres y 15 mujeres, mis compañeras estaban todas cambiadas, pero hubo 3 que llamaron la atención de todos. Andrea, 1.55 mts, delgada, fitness, linda de cara, pero siempre reservada. Isabel, 1.60 mts, delgada, de esas mujeres que sonríen con los ojos, tenía buenas caderas y muy simpática. Finalmente, Paz, la que más había cambiado, alta, de 1.70 mts aproximadamente, buena delantera y anchas caderas, en el colegio ella había era un poco rellenita, pero ahora estaba delgada, lo que hacía más prominente su delantera, y sus caderas seguían igual, por lo que había varios (entre los que me incluyo) mirándole el trasero.

Empezaron las anécdotas, los recuerdos, y todas las menciones posibles al pasado escolar, los amoríos, peleas, cahuines, etc, y todos reíamos según lo recordado. A eso de la 01:00 am, subieron la música y se transformó el local en discoteque, por lo que, conversar y entenderse se hacía difícil, varios aprovecharon para irse, por lo que quedamos como 14 personas, los que teníamos más ganas de seguir carreteando. En el grupo estaba mi amiga de colegio, Francisca, así que le dije que fuéramos a bailar, nos siguieron casi todos a la pista, y empezamos a movernos al ritmo del reggaetón del momento. Francisca me dice “oye weon, qué onda la Paz weon, está regia esta weona” “qué mierda se hizo?”, a lo que yo le contesto, “si, la cagó, está rica, bajó cómo 10 kilos, y no se le fue nada, tiene el medio poto y grandes las pechugas igual”, ella me replica: “ te acordai que te reíai de ella por la nariz de pájaro weon, ahora ni te acordaste, jajajaja”, yo me reí, porque era verdad. Seguimos bailando, hasta que nos fuimos a la barra a tomar algo, en la barra estaba Paz, con otros dos compañeros conversando, esperando su trago. Nosotros con Francisca compramos algo, y nos pusimos en la fila detrás de ellos, en eso Paz se da vuelta y nos empieza a preguntar cómo lo estábamos pasando, nosotros lo estábamos pasando bien, ya que siempre carreteábamos juntos con otros 2 amigos y amigas de colegio, ella nos dice que lo está pasando bien, pero que realmente no nos veíamos hace como 6 años varios, así que se sentía media rara, y nos dice que los dos compañeros que estaban con ella, se turnaban para jotearla, invitarla a salir, y la tenían media apestada. En eso, ella les dice a mis 2 compañeros: “chiquillos, me voy a ir a bailar con la Francisca, el Franco, y los otros chiquillos, nos vemos”, ellos asienten con sus pulgares y ella vuelve a la pista con nosotros.

Estuvimos bailando en grupo, y la verdad es que yo miraba a Paz bastante, ella igual me devolvía la mirada, pero seguíamos lejos, Francisca mi amiga, se me acerca y me dice: “avíspate weon, acércate y baila con ella”, yo le digo que ella está bailando con Francisco, y que nada que ver que llegue y se la quite, ella me responde: “qué eres weon”, jajajaja. Al rato, se fueron más y quedamos solamente 4, Paz, Francisco, Francisca y yo. Nos fuimos a sentar a nuestra mesa, Francisco no se despegaba de Paz (obvio), y en eso le ofrece un trago, ella le dice que una bebida solamente, le dice que vayan y ella le dice que está cansada, que lo espera ahí, mi amiga me dice que va a ir por unas cervezas y yo me quedo solo con Paz. Nos pusimos a conversar, ella me dice que lo ha pasado súper, yo le digo que estuvo agradable la junta, que hace tiempo que no veía a varios, como a ella, por ejemplo. Ella me dice: “sí, igual yo, pero pensaba en no venir, tanto que me molestaban con mi nariz, ¿te acuerdas?”, yo le digo que éramos más pendejos e inmaduros, y que ahora no tiene relevancia, y le digo que a mi también me tiraban tallas, pero era parte de. Ella me empieza a contar que hace yoga, y que vive a dos cuadras del Estadio Nacional, que trabaja en una oficina en Providencia, y yo le cuento que vivo por el sector Bellas Artes, y trabajo en el centro, ella me dice que siempre anda por el sector Bellas Artes, por temas de pega, y yo le digo que cualquier día me puede hablar para que nos juntemos y nos tomemos algo, obviamente si puedes, porque Francisco parece guardia, de hecho ni pude sacarte a bailar, ella se ríe y me contesta: “Francisco? Es como un hermano chico, además es pendejo, bailo con él porque siempre hablamos, pero nada que ver, jajajaja”. Yo le digo, entonces vamos a bailar, ella me dice que bueno, que esperemos a los chiquillos.


Llegan juntos, tomamos nuestras botellas y les decimos que vamos por los últimos bailes de la noche, ya que eran como las 04:00 horas, ellos dicen que ok, a mi amiga le hago unas señas y unas miradas, entiende perfectamente, y yo me pongo a bailar con Paz, mientras mi amiga Francisca, baila con Francisco. Bailando, nos acercábamos, nos reíamos, conversábamos, yo aprovechaba cualquier canción para ponerme cerca de ella, sentía sus pechugas en mi pecho, la tomaba de la cintura, y me pegaba si la canción lo ameritaba. Veía como Francisco nos miraba, sobretodo a mí con odio (había invertido toda la noche en Paz y no había pasado nada), hasta que empiezan a prender las luces, salimos de la discoteque, Francisco que andaba en auto nos ofrece acercarnos, el vivía en Providencia, pasamos a Ñuñoa a dejar a Paz, y luego me dejó en Avenida Providencia con Francisca, ella tomó un taxi para su casa y yo a la mía. El día domingo, en el grupo varios empezaron a comentar lo bien que lo habían pasado, y yo aproveché para agregar a Paz a mis amigos, ella me aceptó la solicitud, y hablamos un poco del día anterior. El día lunes, al llegar a mi casa, saqué una foto desde mi ventana y se veía un sol radiante y los árboles hacían más linda aún la fotografía, el primer me gusta, en menos de un minuto fue de Paz, y me comenta: qué linda vista, me encantó la foto. Yo le contesto por interno, que podríamos juntarnos uno de estos días a tomar algo, ella me dice que le encanta el Bar The Clinic (en ese tiempo estaba en su apogeo), yo había ido un par de veces, pero nada del otro mundo, pero quedamos de juntarnos el jueves, después de la pega.

Seguimos hablando y llegó el jueves, quedamos de juntarnos a las 20 horas, para salir de pega, y pasar a la casa a cambiarse de ropa, así que, a la hora, yo estaba afuera del The Clinic, llega ella, con zapatillas, jeans ajustados, una polera escotada oscura, como verde petróleo, algo así, nos saludamos, y entramos. Comenzamos a tomar, conversar, hablamos del pasado, del colegio, de la junta de la semana anterior, entre otras cosas, comimos, tomamos, hablamos y nos dieron como la 01 de la mañana, se nos acerca el mozo y nos dice que van a cerrar la cocina, nosotros pedimos una cerveza más, y nos da la hora del cierre, yo le digo que si quiere ir a mi departamento un rato, ella me mira, se ríe, y me dice que caminemos un poco, que hemos tomado bastante, así que nos ponemos a caminar por el barrio, le vuelvo a decir que nos vamos a tomar algo a mi casa, y ella me dice: “no, si no voy a caer, jajajaja”, y yo haciéndome un poco el weon le digo que nada que ver, que lo estamos pasando bien y que podríamos seguir tomando algo, seguimos caminando y en una calle un poco oscura, ella se pega a mí, me da la mano y me dice: “está oscuro” “me da un poco de miedo”, así que seguimos caminando bien cerca, como a una cuadra, vemos varios taxis estacionados, mi departamento de ese entonces estaba más o menos a cerca caminando, y a mitad de la cuadra (seguíamos de la mano), paramos, nos quedamos mirando y nos damos un beso, yo creo que en 5 segundos o menos, se me debe haber parado, le tenía unas ganas, además se veía increíble con esa ropa, el escote me tenía loco, ella se da cuenta que estoy erecto, pero no se corre, nos apoyamos debajo de un árbol en donde estaba bastante más oscuro, y yo pongo mis manos en sus caderas, qué ricas eran, de verdad que me tenía mal, le empiezo a dar besos en el cuello, se lo muerdo un poquito y ella se empieza a quejar, tomo mi mano derecha y sin pensarlo, la meto por su escote, tengo su pechuga izquierda en mi mano derecha, que rico, la agarro, paso mis yemas por su pezón, ella me dice: “aquí no”, yo le digo que vamos a mi departamento, ella me dice: “no, vamos al mío mejor”, así que yo, más caliente que la cresta, le digo que sí, así que caminamos hacia donde estaban los taxis, y tomamos uno, la verdad es que dentro del taxi, nos dimos besos, nos manoseamos, el taxista se hacía el weon, hasta que llegamos a su edificio. El conserje la saluda: “Hola señorita Paz”, nos mira al entrar y pone esa cara que sabe a lo que vamos, subimos por el ascensor, nos bajamos y ella me señala la izquierda, caminamos y ella pone la llave, abre la puerta, la cierra y yo me abalanzo sobre ella, le planto un beso con mucha lengua, muy caliente y apasionado, y llevo mis manos a sus pechugas, le levanto la polera, le saco el sostén, y de la nada, ya las tengo en mi boca, eran exquisitas, duritas, paraditas, suaves, estaba mal, ella solo se quejaba, en eso, le desabrocho el jeans y comienzo a masturbarla con mi mano derecha, estaba súper mojada, y me pide que nos vayamos a su pieza.

Me indica donde es, entramos y ella se va sobre mí, y me agarra el pene, me dice: “está duro, qué rico, me encanta”, y me empieza a pajear muy fuerte, yo me dejaba, ella se me acerca, me da un beso, me mira fijamente, y con una sonrisa, se pone de rodillas, y me pasa la lengua por la cabeza de mi pene, se agarra el pelo, se hace una especie de moño, y comienza a lamer todo el tronco, le gusta mirarme, y se mete todo lo que puede a su boca, yo la verdad es que lo disfruto mucho, y solo atino a agarrarme la cabeza, está exquisito, a ratos hace un poco de arcadas, las cuales no la detienen, y sigue chupando mi pene, está ahí por más o menos 8 o 10 minutos, y se para, yo la empujo hacia su cama, y comienzo a besarla, desde su boca, pasando por su cuello, sus pechugas, su vientre, hasta llegar a su vagina, tenía una especie de línea con vellos, le paso mi lengua por ahí, hasta que comienzo a lamer su clítoris, siento como ella se estremece. Su sabor es suave, yo estoy súper caliente, siento que ella también, así que sigo jugando con mi lengua y lamiendo su clítoris, ella me toma la cabeza, me tira el pelo, se queja, hasta que dejo de lamer su vagina y agarro sus piernas, ella me dice que espere, se da vuelta, abre el velador y me pasa un condón. Me lo coloco en dos segundos, y agarro sus piernas, mirándola fijamente, y le meto mi pene en su vagina, ambos nos quejamos, estábamos muy calientes, nuestras sensaciones eran iguales, lo deseábamos desde hace un rato, y por fin se daba, comienzo a penetrarla de adelante hacia atrás, luego hago movimientos circulares, estaba rico, ella gritaba, me decía que rico, que la tenía caliente, que desde hace rato deseaba sentir mi pene dentro de ella, yo le digo que desde que la vi en la junta, que me tiene caliente, que está exquisita, y siento que eso a ella le gusta, y comienza a tocar sus tetas mientras estoy encima de ella, los dos estamos muy calientes, hasta que ella empieza a decirme que se viene, yo me prendo más y comienzo a darle embestidas muy fuertes, agarra con sus manos de manera brusca las sábanas, se pone a gritar y se queda tranquila, se sienta con su cara roja y me dice que estuvo muy rico, y que ahora ella quiere hacerme acabar, así que se sube arriba mío y comienza a cabalgarme, era un espectáculo ver sus tetas saltando sobre mí, con mis manos las tocaba en la medida que podía, ella se movía rápido, yo estaba muy excitado, me senté un poco, para poder sentirla y besar sus senos, ella empieza a moverse más rápido, se toma el pelo, y se empieza a tocar el clítoris mientras se mueve, ver esa escena me calienta más, le pido que se chupe el dedo, ella lo hace y siento que se prende más, se mueve rápido, y siento que me voy a venir, se lo digo, ella me dice que me venga y qué rico, así que comienzo a acercarla más a mí, agarrando su trasero, hasta que ambos nos vamos, y nos tiramos a la cama, la cual estaba bien húmeda, y nos damos un piquito.

Ella se para de la cama y me dice que va por un vaso de agua, me pregunta si quiero, y yo le digo que bueno, mientras ella no está miro su cajón abierto y veo que tiene un condón más, ella llega con el vaso de agua, me siento en la cama, y le digo que voy al baño a limpiarme, cuando vuelvo, ella me dice que le gusta mi cuerpo, y yo le digo que me encanta el suyo, ella se sonroja, me acerco a ella y comienzo a besarla, a tocar su trasero y sus pechugas, ella comienza a pajearme, y al poco andar, ya estoy duro nuevamente, ella baja a chuparme el pene, está poco rato, y yo le pido que se ponga a lo perrito, me pongo el condón, y sin previo aviso, se lo meto, ella pega un grito, me dice que le encanta, yo empiezo a darle duro, me encanta esa posición, así que empiezo a darlo todo, ella recibe y goza tanto como yo, y sigo dándole duro, siento que no voy a aguantar mucho más, porque está rico, entra rico, la siento muy lubricada, ella empieza a morder la sábana, se queja, yo sigo dándole, ella me dice que le dé duro, que se va a ir, sigo dándole, ella grita y grita, me dice Franco qué rico, hasta que pega un grito y siento que se va, a mí me queda poco, ella me dice que siga por favor, que quiere que me vaya rico, así que sigo dándole, hasta que cuando estoy cerca, salgo dentro de ella, me saco el condón, y tiro toda mi leche en su culo y parte de su espalda, pego un gran suspiro, ella se tira en la cama y yo al lado de ella. Me mira y me dice que estaba muy rico, que jamás pensó que nos acostaríamos, porque nos conocemos de chicos, y nos llevábamos mal en el colegio, pero que no se arrepiente de nada y que le encantó, yo le digo que desde que la volví a ver quería que esto pasara, tal y como le había dicho hace un rato, ella se va a la ducha, me dice que le diga la hora, y nos damos cuenta que en un par de horas, tendremos que estar en nuestros trabajos, así que le digo que me voy a ir, ella me dice que bueno, le pregunto si conoce algún móvil (el uber de antes, jajajaja), ella me dice que en el refrigerador tiene el imán de radio taxi, así que voy hacia allá, tomo mi teléfono, llamo y me dicen que en 10 minutos llega, me comienzo a vestir, ella sale de la ducha, nos damos un buen beso, le digo que espero que nos sigamos viendo, ella me dice que obvio, y me voy. Me subo al taxi, me siento la raja, llego a mi casa, me baño y me quedo despierto, me voy al trabajo, llego con una sonrisa tan grande como el sueño que tenía, y todos en el trabajo me dicen que tengo una cara de carrete que no me la puedo. Hablamos con Paz, de lo rica que fue la noche, y que tenemos que repetir, ella me dice que el fin de semana viaja a ver a su tía fuera de Santiago con su mamá, pero que para la otra debe ser viernes o sábado, porque está siendo duro trabajar para ella.

Ojalá que les haya gustado y pronto espero aportar más de mis historias, me quedan algunas bien buenas, saludos a todos.