Follame

Queridos lectores!!!

no se muy bien como comenzar, pero ahí va…. Este es un recuerdo de hace algunos años.

Cómo es de importante hacer sentir (tanto para el hombre y para nosotras) que la persona con quien tienes sexo, te haga sentir deseada o y que tú lo hagas sentir deseado, pues he comprobando que eso enciende la libido de cualquiera.
La verdad que me defino cómo una mujer caliente , no la ando tirando PAL techo, pero es rico encontrar a un hombre en mi caso, que con solo verlo pueda sentir como tú vagin@ se humece y sin Siquiera haberte tocado.
El primer encuentro sexual, fue casi una guerra mundial jaja… estábamos trabajando y encontramos un lugar donde solo cabíamos el y yo apretadizos, cerramos la puerta corrediza que parecía una pared y me avalance sobre el … le cómi la boca a besos, pues esos labios aún lo recuerdo cómo si los estuviera viendo… era cómo una danza entre ambos me tomo por la nuca, con la mano derecha y con la izquierda me agarró el culo, con los besos no podíamos ni siquiera respirar y mi entre pierna estaba que explotaba, cosa que el me tocaba y me iría de inmediato. Y yo le dije voy a follarte y voy a azotarte, por tenerme tan caliente.. le baje el pantalón y agarre su pene con mi mano libre y lo masturbaba, mientras a su vez le follaba la lengua con mi boca, que sensación sentirlo todo erecto, que por cierto era un gran pene.. en un segundo pensé cómo me va a caer esto dentro pero eso sería para otro momento, pues solo quería probarlo. Entre tanto besos y másturbación se me hizo aún más agua la boca por lo que enseguida bajé me arrodillé y como sumisa (cuando quiero) tome con mi mano su pene saqué mi lengua y lo golpie contra ella, yo estaba cegada de deseo, luego lamí desde la base de su pene hasta la punta, pasando mi lengua húmeda por toooodos lados, y cuando no se lo espero me lo meti a la boca saboreando desde abajo con mi lengua el vaivén de entrar en salir… que cosa más rica y mientras yo lo follaba lo escuchaba quejarse, (nótese que eso me calienta aún más), mi boca está cómo un pozo de agua producto del deseo de devorarlo, el me decía mírame mientras me lo follaba, que excitante es ejercer ese dominio. Acto seguido me miro con sus ojos cafe, y yo asentí y el acabó en mi boca. sus ojos estaban sorprendidos, y yo solo quería que le embistiera su gran pene dentro de mi. Pero no era el momento ni el lugar, todo se dio para esa incursión rápida, jadeante y lujuriosa.