Comienza el plan de Bill Gates para ‘combatir el cambio climático’ bloqueando el sol

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El radical plan de Bill Gates para «salvar el planeta» del «cambio climático» bloqueando el sol ha comenzado oficialmente, ya que los científicos comenzaron a bombear productos químicos en el cielo esta semana.

Como se informó previamente, Bill Gates ha estado abogando durante mucho tiempo por el plan para combatir el «calentamiento global» utilizando la geoingeniería experimental para bloquear el sol.

La idea, promovida por Gates y el multimillonario George Soros, implica bombear nubes blancas artificiales a la atmósfera para reflejar la luz solar lejos de la superficie del planeta.

El esquema radical reduciría la temperatura del planeta y supuestamente «combatiría el calentamiento global».

Soros afirma que la tecnología ayudará a evitar que las capas de hielo se derritan.

El derretimiento de las capas de hielo en Groenlandia en particular, afirmó, podría condenar a la civilización humana.

«Nuestra civilización está en peligro de colapsar debido al avance inexorable del cambio climático», dijo Soros.

«El derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia aumentaría el nivel de los océanos en siete metros».

«Eso representa una amenaza para la supervivencia de nuestra civilización», alegó.

El método promovido por Bill Gates implica aumentar las concentraciones de aerosoles en la estratosfera para reflejar la radiación solar lejos de la Tierra.

Gates ha estado financiando un importante proyecto en Harvard utilizando globos para desplegar aerosoles.

Sin embargo, el proyecto de Harvard de Gates fue cerrado después de la resistencia del público al plan.

Sin embargo, otro grupo de científicos ha estado avanzando en el plan de Gates, informa el Wall Street Journal.

Los científicos están inyectando partículas reflectantes en el cielo, vertiendo productos químicos en el océano y rociando agua salada en el aire en un esfuerzo desesperado por detener o revertir el «cambio climático».

Afirman que las técnicas son necesarias para enfriar el planeta porque los esfuerzos mundiales para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero están fallando.

Estos enfoques de geoingeniería alguna vez fueron considerados tabú por científicos y reguladores que temían que manipular el medio ambiente pudiera tener consecuencias no deseadas.

Sin embargo, los investigadores están recibiendo fondos de los contribuyentes e inversiones privadas para avanzar en los planes de Gates.

El plan implica tres métodos experimentales para bloquear la luz solar.

El Marine Cloud Brightening (Aclarado de Nubes Marinas) es un proyecto de investigación liderado por la Universidad Southern Cross como parte del Programa de Restauración y Adaptación de Arrecifes de US$ 64,55 millones, o 100 millones de dólares australianos.

El programa implica modificar las nubes para hacerlas reflejar la luz solar lejos de la Tierra para supuestamente detener el «calentamiento global».

Esta semana, los investigadores a bordo de un barco frente a la costa noreste de Australia, cerca de las islas Whitsunday, comenzaron a rociar una mezcla salina a través de boquillas de alta presión en el aire en un intento de iluminar las nubes de baja altitud que se forman sobre el océano.

Los científicos esperan que las nubes más grandes y brillantes reflejen la luz solar lejos de la Tierra, sombreen la superficie del océano y enfríen las aguas alrededor de la Gran Barrera de Coral.

Los generadores de Aclarado de Nubes Marinas liberan penachos de agua de mar. Foto: Universidad de Southern Cross
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En Israel, una startup llamada Stardust Solutions ha comenzado a probar un sistema para dispersar una nube de pequeñas partículas reflectantes a unos 60.000 pies (18 kms. aprox.) de altitud.

Estas nubes geoingenieras reflejan la luz solar lejos de la Tierra para enfriar la atmósfera en un concepto conocido como gestión de la radiación solar, o SRM (solar radiation management).

Nota: No a escala.
Fuentes: Stardust Solutions; Programa de Restauración y Adaptación de Arrecifes; Woods Hole Oceanographic Institution
Adrienne Tong/THE WALL STREET JOURNAL
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Mientras tanto, en Massachusetts, los investigadores del Instituto Oceanográfico de Woods Hole se están preparando para verter 6.000 galones (22.700 lts. aprox.) de una solución líquida de hidróxido de sodio, un componente de la lejía, en el océano a 10 millas (16 kms. aprox.) al sur de Martha’s Vineyard este verano.

Esperan que la base química actúe como una gran tableta de Tums, reduciendo la acidez de un parche de agua superficial y absorbiendo 20 toneladas métricas de dióxido de carbono de la atmósfera, almacenándolo «seguramente» en el océano.

Adam Subhas prepara un tinte no tóxico durante una prueba realizada en 2023 al sur de Martha’s Vineyard. Este verano, la prueba añadirá un producto químico para aumentar la alcalinidad del océano. Ken Kostel/Institución Oceanográfica Woods Hole
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Los experimentos destinados a enfriar la atmósfera al reflejar la luz solar lejos de la Tierra son un intento de imitar lo que sucede cuando entra en erupción un volcán.

En 1991, el monte Pinatubo, un volcán activo en Filipinas, arrojó azufre y ceniza en la atmósfera superior, reduciendo la temperatura de la Tierra en 0.5 grados Celsius durante todo un año.

Pero hasta hace unos años, muchos científicos se oponían a las intervenciones humanas.

Los científicos temían que tales experimentos crearan un camino resbaladizo que permitiera a la sociedad evitar tomar decisiones difíciles sobre la reducción de las emisiones y que en última instancia pudieran salir mal.

Sin embargo, a medida que las élites globales como Gates y Soros, junto con sus aliados en el Foro Económico Mundial (WEF) y las Naciones Unidas (ONU), han estado abogando por tales planes, estos tabúes y temores han ido erosionándose gradualmente, a pesar de que los mismos riesgos persisten.

En 2022, la Casa Blanca del presidente demócrata Joe Biden también publicó «Directrices sobre la Modificación de la Radiación Solar«.

Las directrices establecen:

No solo necesitamos nubes más brillantes, también necesitamos más cenizas en el cielo para oscurecerlo.

Irónicamente, el riesgo a corto plazo es que uno de estos planes tenga éxito en realidad en disminuir las temperaturas globales.

Los datos casi con certeza serán manipulados para mostrar éxito si no es por otra razón que para obtener más financiamiento para «salvar el planeta».

Sin embargo, el riesgo a largo plazo, de enfriar realmente el planeta para satisfacer la agenda «verde» globalista, sería catastrófico.

Fuente: Bill Gates’ Plan to ‘Fight Climate Change’ by Blocking the Sun Begins

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