Mi primer oral (Parte 2 y final)

Después de lo que había pasado con Feña, seguí con mis estudios mientras que nos mensajeábamos de manera algo coqueta de vez en cuando. Nos pillábamos a veces porque yo pasaba estudiando en la u, escondida prácticamente en las salas de estudio o en la biblioteca. Cuando llegaba a la pensión era sólo para dormir y si es que me daba el tiempo, ver un capítulo de mi serie.
Llegó un día en el que tenía un poco más libre y decidí hacerle una visita a esta muchacho. Él estaba viendo una peli haha para variar. Le di un besito en la mejilla, me ubiqué detrás de él para hacerle un masajito y él poco a poco empezó a dejarse estar hasta que se echó un poco para atrás, entonces aproveché de besarlo desde arribita.
Él se levantó al ratito para pegarme a la pared y besarme ahí, de la nada se había vuelto un poco apasionado y eso me estaba gustando mucho. Empecé a jadear mientras nos besábamos y sentía que él me seguía el juego hasta que no sé qué onda, se me soltó un: "métemelo, porfa". De verdad que no pensé en nada lo que dije, simplemente se me salió y Feña me movió hacia su cama. Me dejó de perrito mientras me seguía besando, por poco y pensaba que me doblaba todo el cuello haha.
Sentí que me quitaba el pantalón y yo sólo reaccionaba a mover la cadera, como un reflejo. Mi potito estaba a vista plena de Feña y fue entonces que con una mano me sujetó de la cadera y con la otra estaba tratando de meter su pene. El problema fue que yo me estaba excitando demasiado, trataba de moverme hacia atrás para hacerlo pronto, pero él no entraba su pene. Luego lo sentí tratando de penetrarme en el ano, así que le dije que ese era el agujero equivocado haha.

Pero como que se resignó y entonces simplemente rozó la punta de su pene con mi vulva. Eso me gustó, pero yo quería algo más. Después de eso siguió besándome, se acostó en la cama y yo quedé encima de él. Le pregunté qué onda y me comentó que no se atrevía a hacerlo porque quería esperar a estar listo. Yo estaba más que lista y quería hacerlo, pero si mi hombre no estaba preparado no tenía sentido, igual fome.
Aproveché de besarlo, estaba muy caliente y quería disfrutar el momento realmente. Entre besos con lengua, manoseos y gemidos, me sale con una petición que no me esperaba haha quería que le hiciera un oral. En realidad me lo preguntó con ternura, como sintiendo vergüenza y pues yo, me lo pensé un momento porque no me satisfizo al principio, por lo tanto, yo tampoco debería hacer nada. Pero ya estaba muy lanzada, y de todas formas, tarde o temprano iba a probar la experiencia.

Me tomé el pelo, le bajé el pantalón para encontrarme con su pene totalmente erecto y mientras lo tomaba con una mano para masajearlo, miré a Feña que cerraba sus ojos, como concentrándose. Empecé a masturbarlo suavecito mientras miraba su pene, se estaba poniendo muy grande y de verdad que me imaginaba cómo sería si lo pillo desprevenido y me siento encima no más sin ningún aviso. Pero no quería pasarlo a llevar tampoco, si él no quería en ese momento y tampoco me lanzaba haha.
Probé a darle un besito en la cabecita, lo seguí masturbando un poco más hasta que simplemente me atreví. Le pasó la lengua por todo el tronco, muy lento hasta que llegué a la parte de arriba, y fue ahí que abrí mi boca y fui metiendo su pene muy pero muy lentito. Se sentía un poco raro todo, nunca lo había hecho, pero seguí intentando. Empecé a chupar y regresé arriba de nuevo. Abrí la boca para meterlo otra vez y chuparlo más. No sé, pero me estaba gustando la sensación y su pene estaba bien gordito. Se lo estuve chupando un buen rato mientras se lo masturbaba, y desde él oía cómo lo disfrutaba. Al parecer estaba haciendo un muy buen trabajo y eso me hacía sentir contenta.

Al cabo de un rato dejé de chupárselo y volví a insistirle: "ya po, métemelo, por favor"... creo que prácticamente le rogaba con un tono de queja. Porque no estaba conforme del todo. Sin embargo, él seguía negándose. Lo siguiente que hice fue quitarme, me puse encima de él con todo el cuerpo para besarlo mientras que acomodaba mis piernas a ambos lados de su regazo (ambos estábamos con los pantalones abajo) y le seguía rogando que lo hiciéramos, aunque fuera un ratito.
Mientras lo besaba, jugaba con mi vulva rozándola con su pene y trataba de gemirle en el oído para ver si se motivaba un poco, pero no funcionaba. Fue luego de un rato de tanto rogarle, que se atrevió y me dio vuelta. Ahora él estaba sobre mí y yo con mis piernas abiertas, completamente caliente, ardiendo a más no poder y esperando a hacerlo con el chico que me gustaba.
Tomó su pene y lo fue metiendo poco a poco. Se sentía tan exquisito, me relajé un poco más y me dejé caer en su cama. Sentía cómo iba entrando, se escuchaba la viscosidad de nuestros jugos hasta que me di cuenta de que me estaba embistiendo un poquito. No era con fuerza, sino que suavecito. Me gustaba, pero no era lo que quería, yo deseaba algo más.

Le agarré la cara con las manos para besarlo mientras que con mis piernas le rodeaba la cadera para presionarlo contra mí. Estaba en mi prisión y no iba a ser libre hasta que me diera lo que quería. Lo único malo fue que no pasaron ni 30 segundos y el chiquillo me dijo que ya se estaba por venir, que tenía que salirse pronto. Me quedé como extrañada igual, así que lo dejé salirse y veía su pene aun grande, desaprovechándose por completo. Él jadeaba de cansancio o quizás de mucha excitación que llevaba encima y me comentó que deberíamos ir haciendo pausas. Le permití el descanso haha, y luego cuando se sintió con más confianza, lo intentamos otra vez. Volvió a metérmelo y yo volví a besarlo. Nos frotamos un buen rato hasta que me volvió a pedir que paráramos. Yo deseaba tanto seguir, estaba muy excitada, así que le pedí que se quedara dentro un ratito mientras yo me tocaba.

Tuve que manosearme en la vulva para estimularme mientras sentía su pene dentro. No podía entender cómo no le pasaba nada a él a pesar de que yo estaba gimiendo en frente de él, acostada en su cama y completamente entregada. Hasta que logré venirme y sentir ese relajo, ese escalofríos, esas cosquillas en los dedos de los pies y ese temblor por el cuerpo. Le dije que ya estaba lista, que se saliera no más y él obedeció. Me puse los pantalones otra vez y me quedé acostada junto a él mientras trataba de recuperar el aliento. No comprendía lo que acababa de pasar. Tenía todo dispuesto para hacerlo por fin con él y resultaba que el chiquillo no me rindió :c

En fin, después de esa noche no volvimos a hablar tan seguido. Yo estaba tapada en estudios y él en sus propias cosas. Pero esa noche me fui a mi pieza con decepción y un poco de vergúenza por lo que había pasado. Yo rogándole a un hombre porque me diera sexo, pero a pesar de que yo quería y deseaba todo, él al parecer no quería :/

Entiendo que quizás para muchos pueda resultarles un poco aburrido este relato, pero considero que es bueno comentar las malas experiencias dentro de todo. Más aún cuando es parte de una historia completa. Espero que lo hayan disfrutado, lamento mucho que aquellos que venían a disfrutar de un buen momento se hayan quedado en la nada, así como yo hahaha. Creo que este relato servirá para hacerlos comprender mis sentimientos de aquella noche hhaaha...

 

Muchas gracias por leerme

 

Nunca le pregunté qué onda, pero supongo que son cosas que pasan nada más...

 

Lamento mucho todo :c

 

Cosas que pasan