Faces of Death, el documental que nos engañó a todos

Para algunas personas pocas cosas son más irritantes que los videos gore siendo compartidos como si fuera algo totalmente normal. En los grupos de WhatsApp no es difícil recibir videos de personas siendo asesinadas, decapitadas y pasando por todo tipo de barbaries y sufrimientos. El hecho de que el gore se haya transformado en algo tan común no es culpa de la era de la información y mucho menos de la tecnología. Ese mensaje siempre ha existido, lo único que cambió fue el medio por el que se transmite. Si fuiste un adolescente entre las décadas del 80 y el 90, quizá fuiste “obligado” por tus amigos más valientes a ver un documental titulado Faces of Death.

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Esta producción fue uno de los grandes acontecimientos virales de esa generación, el VHS de Faces of Death pasaba de mano en mano, y a todo mundo le producía un escalofrío en la espalda cuando se leía que había sido prohibido en más de 40 países. Era un auténtico espectáculo de horror, bañado por rituales satánicos y ejecuciones. Pero la vuelta de tuerca surgió en la edición del “documental”: gran parte de las escenas mostradas en el largometraje (al menos las más famosas) no pasaban de meras escenificaciones.

El boom de la película llegó en el año de 1983 cuando agregaron la sentencia “prohibido en más de 40 países” a la portada del VHS.

El engaño de este documental empezaba por la portada: Faces of Death sólo fue prohibido en 5 países, pero esa mentira despertaba el morbo y la curiosidad, y desde que lo lanzaron en el año de 1978 se transformó en una especie de ritual de paso que transformaba a los niños en hombres. El creador de esta franquicia (que cuenta con cuatro secuelas), John Alan Schwartz, divulgo un poco de información sobre cómo fueron las escenas en The Death Makers, parte de una edición especial que conmemora los 30 años del documental.

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La pelea entre los perros en realidad no fue tan sangrienta: toda la sangre no pasaba de una deliciosa jalea aplicada sobre el cuerpo de los animales. ¿Un mono al que le devoraron el cerebro unos turistas estadounidenses? Todo fue grabado en un restaurante marroquí en Nueva York. El supuesto cerebro no era más que una coliflor bañada en sangre falsa al interior de la cabeza de un muñeco. ¿El hombre muerto en la silla eléctrica? La escena fue filmada en la casa de un amigo del director, el actor simplemente escupía crema dental por la boca. Y nadie fue devorado por un cocodrilo.

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Pero desafortunadamente muchas de las escenas mostradas en la producción son reales, como los accidentes automovilísticos y los animales muertos de forma brutal en los mataderos (imágenes que siguen circulando hoy como campañas contra el consumo y el abuso de animales). Pero Faces of Death fue una jugada maestra del trolleo para una juventud que no contaba con las bendiciones de la Internet para descubrir las mentiras aunque, de hecho, hasta se puede presumir cierta inocencia por no darse cuenta de ciertos absurdos.

En el fondo la mayoría sólo quería compartir con sus amigos la extraña sensación que produce ver a otros seres vivos sufriendo. Algo que hasta nuestros días todavía late fuerte, y para comprobarlo basta con ver la cantidad de videos de esta clase que circulan todos los días en grupos de WhatsApp o en páginas de Facebook. Además, resulta muy probable que tengas entre los archivos de tu teléfono celular algunas fotos relacionadas con el mundo del gore.

Engaño o no, Faces of Death colocó una luz tenue sobre la oscuridad de la perversidad.