La rubia de la micro cumple mi fantasía de adolescente

Este relato tiene su origen en el año 2008, en ese tiempo cursaba la enseñanza media. Una tarde después de clases iba en la micro de vuelta a casa, sentado en los asientos del sector trasero, la micro no iba llena pero si con sus todos sus asientos ocupados, a mitad de trayecto la micro se detiene en un paradero y sube un grupo de personas, ahí venia ella (la llamaremos Romina) La Romi venia con su amiga, que para ser sinceros ni la recuerdo, mis ojos se fueron directo a Romi, rubia de piel blanca contextura promedio y unas tetas XXL. Ella vestía un short de jeans, y una polera corta con escote.


Como imaginarán a esa edad (15 años) mis ojos se fueron directo a esa delantera, cómo no habían asientos disponibles, ella y su amiga avanzaron por el pasillo hasta la parte trasera de la micro, brindándome una vista privilegiada de sus grandes atributos, hubo conexión casi inmediata, por que a pesar de que ella conversaba con su amiga no me quitaba la mirada de encima.


Nos fuimos así por casi 5 paradas más hasta el momento que debía bajarme, nos miramos por última vez y ella esboza una pequeña sonrisa.


No supe más ella por semanas…. hasta que un día me habla al fotolog (caída de carnet) al tiempo descubrimos que vivíamos relativamente cerca y teníamos conocidos en común, nos compartimos los MSN y comenzamos chatear día y noche hasta que acordamos juntarnos.


La invité a una cimarra con intenciones malévolas, esto en la casa de un compañero de curso que quedaba todo el día solo. Llegó el tan ansiado día de la cimarra y nos juntamos a la salida del metro, donde también llegó el resto de los invitados.


Una vez que llegamos a la casa, comenzó el carrete, había mucho alcohol, hierva y reguetón. Yo no dude ni un solo segundo y la invite a bailar, bailando me tenía loco… sentía sus tetas rosándome constantemente, eso sin mencionar que cada vez que se daba vuelta chocaba su culito con mi pene duro como roca.


Pasaron un par de canciones y la invité a beber algo y a descansar al sofá, pero lo que menos hicimos fue descansar, por que a penas nos sentamos, ella se montó sobre mi, y nos comenzamos a comer intensa y desesperadamente. Ella vestía su uniforme escolar que consistía de una polera y una falda, la que me daba acceso a manosear por completo su culito blanco, suave y firme. Prácticamente estábamos teniendo sexo con ropa, ella cabalgaba sobre mí rosando su vagina sobre mi pene erecto, yo levanté su polera, solté su sostén y pude saborear y tocar esas exquisitas tetas turgentes, lamí suavemente sus pezones rosados.


Estaba en cielo, fue cosa de minutos y por mi poca experiencia terminé acabando en mi bóxer que a esa altura ya estaba empapado de líquido pre seminal, cabe destacar que todos lo invitados habían salido al patio a fumar y en ese momento estábamos solos.


Finalmente nunca pudimos concretar lo que tanto deseábamos, nos juntamos un par de veces más, nos comíamos desesperadamente, nos masturbamos mutuamente, pero nunca se nos dio la oportunidad, ya que no disponíamos de un lugar y menos pensar de ir a un motel a esa edad.


Posteriormente perdimos el contacto, y también el interés ya que al tiempo me puse a pololear.


Pasaron los años…. hasta que retomamos el contacto hace unos 2 años aproximadamente (2022-2023), primero partimos hablado de cosas triviales, series, el trabajo, la familia etc…


Así estuvimos un par de días hasta que comenzamos a recordar de nuestras juntas en la época escolar, la conversación comenzó a subir de tono recordando cómo nunca pudimos concretar y terminamos casi teniendo sexo por wsp escribiéndonos todo lo que nos queríamos hacer el uno al otro y mandándonos fotos muuuuy calientes, todo esto hasta que acordamos juntarnos para ir un motel y cumplir nuestra fantasía de adolescentes.


Llego el día ansiado por años, la pase a buscar cerca de su casa, se subió a mi auto y partimos rumbo al motel. Al comienzo fue difícil romper el hielo ya que no nos veíamos en persona hace más de 15 años, pero bastaron un par de recuerdos y un par de bromas y a los minutos ya íbamos relajados riendo.


Aquel día Romi vestía un body con escote y una falda, ambos de color negro.


Llegamos a la habitación del motel y yo estaba nervioso igual que la primera vez que nos juntamos en nuestra adolescencia, nos pusimos cómodos, y mientras esperábamos para realizar el pago no podía despegar mi vista de su tremendo escote, ya con el pago realizado no perdí el tiempo y me fui directo a comerle la boca.


Romi respondió el beso de inmediato…. Nos comimos con desesperación como hace 15 años atrás, aún de pie Romi me comenta que no recordaba que era tan alto, según ella había crecido más desde la ultima vez que nos vimos, aun de pie y por la diferencia de estatura la tomé y la recosté sobre la cama, donde nos seguimos besando.


A medida que avanzaba el tiempo comencé a besar más allá de su boca partiendo por su cuello el cual tenía un aroma a perfume muy dulce, bastaron un par de besos y comenzamos a desvestirnos, primero partí yo, quitando sus zapatos y su falda para solo dejarla con el body.


Por fin se venía el momento más esperado…. Corrí los tirantes del body de sus hombros para dejar caer al descubierto esas exquisitas y enormes tetas blancas con el pezon rosado, antes de comenzar a comerlas la mire a los ojos y le dije:

• me estás cumpliendo mi sueño de adolescente

Ella me sonríe y me dice:

• y que esperas, son tuyas…

Bastó ese comentario para comenzar a manosear, besar y lamer esas enormes tetas. Esta vez no había apuro, así que me tome todo el tiempo necesario.


Ya pasado un buen rato de estar en sus tetas veo que Romi ya está con pequeños espasmos, señal de que estaba lo bastante excitada como para seguir bajando por su cuerpo, seguí bajando con mi lengua mientras con mis manos quité por completo su body, dejando a Romi totalmente desnuda a mi merced.


Seguí bajando besando su vientre el cual tenía marcas de haber sido mamá (ella ya me lo había comentado) pero a mi no me importó, por fin cumplía mi sueño, mi fantasía de adolescente la tenía ahí, para mi.


Baje a su monte de Venus el cual comencé a besar y lamer suavemente… recorrí lentamente el interior de sus piernas y bese todo el perímetro de su suave, depilada y rosadita vagina. Cuando su humedad ya era mucha comencé a lamer sus labios para luego dedicarme a besar, lamer y succionar su hermoso clitoris, el cual al momento de rozar generó espasmos muy fuertes en sus piernas…. Así estuve un buen rato y luego comencé a alternar penetrando su vagina con mi lengua, prácticamente hundía mi cara en su flor. Sus gemidos eran cada vez más fuertes y sus piernas temblaban, todo esto mientras mis manos no dejaban de manosear y apretar sus tetas…. Fue cosa de minutos para escuchar la frase “métemelo por favor”.


Lejos de penetrarla aceleré el juego de mi lengua con su clítoris e introduje un par de dedos… primero suave y lento hasta sentir hinchado su interior, momento en que aceleré el juego con mis dedos logrando un abundante squirt, el cual gran parte recibí en mi boca… pero antes de que terminara la penetré sin aviso. Sus gemidos ya eran gritos, mi pene lubricado con su squirt entró sin problema, sus piernas a mis hombros y la embestí sin compasión.


Su cara blanquita estaba ruborizada, nuestros cuerpos sudados, en ese momento la miré a los y le dije:

• me cumpliste mi sueño de adolescente, no sabes todas las veces que me masturbé pensando en este momento….

Ella acabó 2 veces, una con mi boca y otra mientras la embestía y jugaba con sus tetas.


Cuando acabo por segunda vez, saqué mi pene, me saque el condón y me puse de pie, caminé hasta la parte lateral de la cama donde puse mi pene en su cara. Ella sin pensarlo se lo mete a la boca y comienza a chuparlo desde la base hasta la punta, beso y succiono mis testículos, todo esto mientras ella aún seguía acostada y yo de pie en el borde lateral de la cama.


Se notaba que Romi ya dominaba el arte del oral, en un momento agarro mi pene con fuerza y comenzó chuparlo desesperadamente mientras con una mano agarraba mis nalgas para meterlo con más fuerza en su boca, tomó el tronco de mi pene con su mano y comenzó a rozar mi glande con fuerza en la paredes de su boca. La sanción que me dio fue muy placentera, eso sumado a la imagen de ella con mi pene duro como roca en boca me tenía entre las cuerdas, momento en que le digo:

• Romi si sigues así voy a acabar

Ella lejos de parar, aumentó el ritmo, momento en que no pude aguantar más y solté un gran chorro de leche en dentro de su boca… fue tan abundante que una parte salió de su boca, el resto lo tragó.



Ese fue el primer round, y bueno, luego nos juntamos un par de veces más pero eso es para otro relato….