Uno de cada cinco nacimientos en Chile son de madres extranjeras y venezolanas lideran la lista

Las mujeres venezolanas lideran este fenómeno con el 20,3%, seguidas por peruanas (10,6%) y haitianas (10%).

El último informe de Estadísticas Vitales del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) revela una realidad cada vez más pronunciada: Chile experimenta una disminución constante en los nacimientos que acelera el envejecimiento poblacional.



El contraste entre la fecundidad local y migratoria
La Tasa Global de Fecundidad descendió de 1,25 hijos por mujer en 2022 a 1,16 en 2023, estableciendo un mínimo histórico para el país y situándose entre las más reducidas a nivel mundial. Esta cifra se aleja considerablemente del umbral de reemplazo generacional, fijado en 2,1 hijos por mujer.



En contraposición a esta tendencia decreciente, los alumbramientos de madres extranjeras muestran un incremento sostenido. Mientras en 2017 representaban apenas el 6,9% del total (15.176 de 219.186 nacimientos), para 2022 esta proporción casi se triplicó alcanzando el 18,9% (35.864 de 189.303).

Las mujeres venezolanas lideran este fenómeno con el 20,3% de los partos de origen foráneo, seguidas por peruanas (10,6%) y haitianas (10%). Regionalmente, Tarapacá y Antofagasta registran la mayor concentración, donde 48 y 41 de cada 100 nacimientos, respectivamente, provienen de madres migrantes.

Martina Yopo Díaz, profesora asistente del Instituto de Sociología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, explica a Emol este aporte demográfico: “Desde el punto de vista demográfico, hoy las madres migrantes están realizando un aporte muy significativo a la fecundidad en el país. Sin ese aporte, la tasa de fecundidad que tiene Chile, que hoy es la más baja de América Latina, la más baja en la historia del país, una de las más bajas del mundo, sería significativamente más baja”.

La académica señala que estas mujeres reproducen patrones de sus lugares de origen: “Efectivamente todas aquellas mujeres migrantes que hoy están teniendo hijos en Chile provienen de países que tienen tasas globales de fecundidad más altas que acá, por lo que reproducirían patrones reproductivos que no tienen que ver con el contexto nacional, sino con sus países de origen.”

Sin embargo, Yopo advierte que esta contribución podría estabilizarse eventualmente, pues las extranjeras suelen adoptar comportamientos reproductivos similares a los locales con el paso del tiempo, salvo que continúen llegando nuevas oleadas migratorias masivas.



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