Otro desahogo II

En algún momento tenía que aclarar las cosas con el alumno, y cuanto antes mejor. Mi jefe, mi actual pareja, andaba en un congreso. Le dije al alumno que nos juntemos en un café, algo céntrico, lastarria o por ahí. Empezamos a conversar y me dijo que sabía lo de mi jefe, parece que algunos lo sospechan.
Me empezó a tocar las piernas con las suyas mientras conversábamos, estábamos al fondo del local, de la nada se levantó y me dio un beso, pero un beso cuatico. Me dio un agarron en una teta, con descaro tambien, y ahí yo me empecé a dejar llevar. Nos fuimos en metro a su departamento, vive solo, es de Temuco, y apenas llegamos me llevó al baño. Me desnudó, se desnudó el y me hizo hacerle una paja rusa. Tenía el pico muy parado y duro, mirando al techo, desafiante, sin necesidad de tomar pastillas. Me culio en la ducha, de pie, a cuatro patas, con mis piernas en sus hombros, conmigo de costado. Me estrujaba duro las tetas y las nalgas. Nos fuimos a su pieza. Hacia frío, así que puso la calefacción alta y yo sudaba mucho. Apenas la subió me sentó de frente a él y me empezó a besar en la boca, refregando mis tetas contra su torso. Me dio vuelta y se puso encima de mi sobre la cama. Me preguntó si me gusta por el culo o no. Ya tenía la punta metida mientras preguntaba, así que me costó decir que no; le dije que me encanta por el culo. A esa altura solo gemia, me dio suave por la cola. En el chocho se esmeró más, me puso a cuatro patas sobre el mirándolo de frente y aprovechaba y me besaba la boca. Yo le pasaba la lengua por la suya y le decía
-que pinga tan rica- mientras no paraba de moverme atrás y adelante, ensartada. Me dio vuelta y se puso el de espalda en la cama y conmigo encima e hizo un cambio, volvio a ensartarme por el culo. Me mordía el cuello. Tiene un espejo frente a la cama, ver la imagen de mi ensartada por el me calentaba más, mis piernas sostenidas por una de sus manos por detrás de mis rodillas, no es habitual en mi cuando culeo, pero se me salían muchas groserías, garabatos de grueso calibre. Le decía que me usara como maraca, que pensara en mi si se culiaba a otras profesoras, eran muchas cosas las que decía, no las recuerdo todas. Parece que con el cambio de anticonceptivos también me creció el culo y se me puso mas redondo porque sentía más acolchado cuando rebotaba en su tranca.

Llegué a mi casa y me fui a dormir, estaba un poco adolorida de tanto culiar. Culiamos toda la noche hasta que salió el sol y el vino a dejarme a mi casa.

Ahora tengo claro que disfruto mucho más culiar con mi alumno que con mi jefe, pero no se como cortar el tema, ni si mi alumno dejará de culiarse a otras profesoras.

No quería volver a caer en la infidelidad, pero recaí.

 

Algo de eso hay....

 

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