¿Sabías que muchas de las pequeñas decisiones que tomas a diario influyen en tu peso?. Y es que algunas de esas opciones que eliges se transforman en hábitos que podrían perjudicar tu salud. Por ello, es fundamental que conozcas cuáles son para evitarlos. 1. Poner los platos en la mesa y que cada uno se sirva la comida. Un grupo de investigadores de la Universidad de Cornell descubrieron que cuando la gente se sirve la comida en la cocina comen un 35% menos que aquellos que sacan los bocadillos directo desde la mesa del comedor. Los expertos plantean que cuando hay distancia entre nosotros y los alimentos, pensamos más acerca de si realmente tenemos ganas de comer más. En cambio, si los alimentos están ahí, sólo los ingerimos. 2. Dormir poco o mucho El horario de sueño es vital para perder peso, según los investigadores de la Universidad Wake Forest, que observaron a un grupo de personas durante 5 años. Es así como descubrieron que las personas menores de 40 años que dormían 5 horas o menos cada noche subieron casi 2,5 veces más su grasa abdominal que aquellos que descansaban entre 6 y 7 horas. Por otro lado, aquellos que duermen más de 8 horas, tienen casi el doble de grasa abdominal que los demás. La explicación está en que las personas con déficit de sueño tienden a comer más y consumir menos energía, porque están cansados y son menos activos, dice el coautor del estudio Kristen Hairston. 3. No hacer otras tareas mientras ves televisión: Ver televisión hace aumentar peso cuando no realizas otra actividad al mismo tiempo. Asimismo, un estudio de la Universidad de Vermont, determinó que disminuir el tiempo que ves televisión ayuda a quemar calorías. En su investigación, un grupo de personas con sobrepeso redujeron sus horas de TV a la mitad (de un promedio de 5 horas a 2,5) quemaron 119 calorías extra al día. Casi cualquier cosa que hagas, incluso cuando lees consumes más energía que viendo la televisión, dice la autora del sondeo, Jennifer J. Otten. 4. Ingerir bebidas con gas De acuerdo a algunos investigadores, se puede predecir el riesgo de obesidad de una persona mediante la medición de su ingesta de sodio. Esto significa que si consumes: - ½ lata = 26% más de riesgo de sobrepeso u obesidad - ½ a 1 lata = 30.4% más de riesgo - 1 a 2 latas = 32,8% más de riesgo - Más de 2 latas = 47,2% más de riesgo 5. Dar mordidas grandes y masticar rápido Investigadores holandeses han descubierto que dar mordidas grandes y masticar rápido puede llevar a comer en exceso. Y es que las personas que mascan porciones grandes durante 3 segundos consumen un 52% más antes de sentirse llenos, que aquellos que comen pedazos pequeños y demoran 9 segundos en tragarlos. La razón es que si comes más lento, puedes degustar mejor el sabor de los alimentos y envías una señal a tu cerebro para que se sienta satisfecho más pronto. 6. No comer lo suficiente grasa No necesitas una dieta baja en hidratos de carbono para ver resultados. Cambiar unos cientos de calorías de hidratos de carbono por una pequeña porción de grasa puede ayudar a perder peso y reducir los niveles de insulina en sangre, según investigadores de la Universidad de Alabama en Birmingham. En su estudio, los participantes que consumieron sólo el 43% de calorías de los carbohidratos se sentían más satisfechos después de 4 horas y mantuvieron sus niveles de azúcar en la sangre más, que los que comieron 55% de carbohidratos. Los hidratos de carbono pueden elevar los niveles de azúcar en la sangre, lo que puede ocasionarte más hambre y llevarte a comer en exceso, dice la autora del estudio Barbara Gower. La grasa, por el contrario, te mantiene satisfecho por más tiempo. Fuente: biobio
debo admitir que tengo una ligera panza, pero aun así dicen... 'come más! estás flaco' y yo jojojo se agradece!
