le pidio a su mama que lo saque del agua

Una historia escalofriante es la que protagoniza una familia de Punta Arenas, que ayer al exhumar los restos de su hijo, desde el Cementero Parque Cruz de Froward, encontraron su tumba inundada y el cuerpo del pequeño flotando dentro de su ataúd.
Sueños premonitorios alertaron a Sandra Muñoz Concha de que algo sucedía con su hijo Claudito, quien murió ahogado al caer en un pozo el 16 de octubre pasado. La mujer de 32 años veía cada noche la imagen del pequeño pidiéndole que los rescatara desde el agua. Al principio creyó que se trataba de una reacción normal ante el trauma de haber perdido a su hijo de manera tan trágica. Pero luego se dio cuenta que algo extraño sucedía, y por eso comenzó a pensar que quizás algo andaba mal en la tumba de su hijo, ya que había escuchado rumores de que en el cementerio donde estaba sepultado existían problemas con el agua.
Fue entonces cuando a principios de enero se acercó a pedir al Cementerio Cruz de Froward que exhumaran el cuerpo, pero en el lugar se negaron debido a que según el reglamento tenían que esperar al menos un año.
Mientras hacían la solicitud una y otra vez se enteraron de otros casos en los que las familias han encontrado las urnas rodeadas con agua. Fue tanta la insistencia de Sandra y su esposo Claudio Monge que finalmente la gerencia del camposanto accedió a retirar los restos ayer a las 11 horas.
Exhumación partió antes
Como los padres desconfiaban del cementerio parque llegaron a las 9 horas al recinto y se encontraron con que ya se habían iniciado los trabajos, pese a que ellos habían firmado un documento donde exigían estar presentes en todo momento mientras se desarrollaba el procedimiento. Por eso solicitaron la presencia de un fiscalizador de la seremi de Salud.
La Prensa Austral estuvo presente durante la exhumación del cuerpo. Mientras un grupo de familiares lloraba desconsoladamente, los funcionarios del parque retiraban la tapa de la cripta de concreto que contenía el pequeño ataúd. La sorpresa de todos fue grande al ver que éste flotaba en el agua. Unos metros más allá, observaba la escena el gerente del cementerio John Dick.
Con dificultad el personal logró sacar la urna que estaba envuelta en un material plástico. Luego, fue llevado hasta una de las salas del camposanto donde al abrir el ataúd se podía ver el cuerpo del pequeño Claudito flotando en el agua. “Yo no entendía por qué me ponían tantas dificultades para sacar a mi niño de ese cementerio. Pero ahora comprendo todo. Vi a mi niño flotando y lleva sólo cuatro meses fallecido”, dijo Sandra Muñoz entre sollozos.
“Yo sé que los cuerpos se descomponen de manera normal, de acuerdo a la naturaleza. Pero no con agua, esto es inhumano porque ellos saben lo que están haciendo”, denunció la acongojada madre.

fuente : http://www.laprensaaustral.cl/lpa/noticia.asp?id=40361