Manfred Friher von Richthofen, el legendario "Barón Rojo", es el nombre más famoso en los anales de la guerra aérea. Camandante de la principal unidad de caza alemana, la JG 1, se convirtió en el mayor as de la Primera Guerra Mundial, con ochenta victorias aéras. Manfred Freiher von Richthofen inició su carrera militar en 1909 cuando se presentó voluntario en los Lanceros. Cuando estalló la guerra, en 1914, había ascendido a teniente y, al mes siguiente, recibió la Cruz de Hierro de segunda clase por dirigir con éxito una serie de patrullas montadas a lo largo del sector de Verdún, en el frente Occidental. Pero cuando su regimiento fue reconvertido en infantería, y é fue destinado como oficial de suministros al estado mayor de la 18ª Brigada de Infantería, el teniente Von Richthofen ya tuvo bastante. Cansado, según sus propias palabras, de "administrar huevos y queso", volvió a presentarse voluntario, esta vez en el Servicio del Aire del Ejército Imperial. El primer mando de Richthofen fue el Jasta 11, donde imbuyó a sus subordinados gran parte de su habilidad y espíritu de lucha. Bajo su liderazgo, el Jasta 11 se convirtió en una de las más afamadas unidades alemanas del Frente Occidental. Los cazas Albatros D.III del Jasta 11 de Richthofen en 1916, en Douai. El segundo avión es el de color rojo pilotado por el "Barón Rojo" y era conocido por los pilotos del RFC como le petit rouge (el pequeño rojo). En mayo de 1915, a los 9 meses de guerra, empezó su entrenamiento de vuelo como observador. Los ases de caza como Oswald Boelcke y Max Immelmann ya eran nombres familiares. Sin embargo, la carrera de Richthofen empezó en el anonimato de una unidad de reconocimiento en el frente Oriental. El posterior destino al "Destacamento Paloma Mensajera" (el nombre clave de un escuadrón de bombardeo) de Ostende no mejoró mucho las cosas, aunque se dice que participó en la destrucción (no confirmada) de un Farman desde la cabina trasera de un Albatros. Un encuentro casual con Boelcke durante un viaje en ferrocarril cambió la fortuna de Richthofen, quien inmediatamente pidió recibir entrenamiento como piloto de caza. A pesar de haber obtenido todas las cualificaciones necesarias, en el verano de 1916, Richthofen estaba de nuevo en el frente oriental, esta vez pilotando un Albatros biplaza. Una vez más, Boelcke acudió en su rescate. Visitó la base de Richthofen en Kowel y, recordando la conversación en el tren el otoño anterior, invitó al aspirante a piloto de caza a que se uniese al escuadrón de monoplazas que estaba formando. Setenta y dos horas después, Richthofen salía hacia el frente Occidental, con el escuadrón Jasta 2, y hacia un lugar en la historia de la aviación. Pronto resultó claro que, a pesar de su vacilante inicio en la escuela de vuelo, no sólo poseía unas habilidades innatas y una visión extraordinaria y aguda, sino un cierto "olfato" para entrar en acción. "Dondequiera que fuera el jefe, algo iba a suceder", explicaba más tarde uno de sus pilotos. Su primera victoria, un F.E.2b del RFC, la obtuvo en Cambrai el 17 de septiembre de 1916. Ésta y las quince siguientes, las logró volando en el Albatros D.II. La 16ª, un Sopwith Pup derribado en Metz el 4 de enero de 1917, le valió ser promovido al mando de su propio escuadrón de caza, el legendario Jasta 11, y ser condecorado con la Pour le Mérite. Richthofen demostró su talento como líder al mando del Jasta 11, convirtiendo una unidad hasta entonces sin éxito en uno de los más famosos y respetados Jasta del Frente Occidental. En sólo seis meses añdió 40 victorias a su historial. Y cuando el alto mando del servicio Imperial del Aire autorizó la creación de la JG 1, la primera Jagdgeschwader (ala de caza) de la historia, ¿quién mejor podía ser su comandante que el piloto de más prestigio, el recientemente promovido Manfred von Richthofen?. La meticulosa preparación de campo realizada por el Kmommandeur valió la pena. Al final de la guerra, la JG 1 se había adjudicado la destrucción de 644 aviones enemigos, contra la pérdida de tan sólo 56 de sus propios pilotos. Herido en combate El propio Kommandeur estuvo muy cerca de ser la primera baja de la Geschwader. El segundo día de operaciones, una bala perdida del observador de un F.E.2d del RFC impactó en la cabeza de Richthofen. Éste logró aterrizar en su Albatros D.V y fue llevado rápidamente a un hospital. Esta herida y las subsiguientes convalecencias, interrumpieron, pero no cortaron, sus crecientes logros. Pasados nueve meses, Richthofen y su "Circo volante", un gran y heterogéneo grupo de aviones vistosamente decorados -cada Jasta con su color preferido :rojo, amarillo o cuadriculado -, se convirtieron en una visión familiar siempre que amenazaba un peligro en el Frente Occidental. En esta época, el 20 de abril de 1918, el Kommandeur logró su victoria número 80. Pero veinticuatro horas más tarde sucedió lo impensable. Aunque Richthofen logró la mayoría de sus triunfos en cazas Albatros, estará por siempre más asociado al triplano Fokker Dr I que pilotó al final de su carrera. Aquí aparece aterrizando después de una misión sobre el Frente Occidental. Persiguiendo un Sopwith Camel a baja altura, el "Barón Rojo" fue ametrallado desde tierra, por otro Camel, o por una combinación de ambos. Richthofen, el mayor as de caza de la Primera Guerra Mundial, fue encontrado muerto en la cabina de su destrozado avión y, como detalle y respeto, al día siguiente fue enterrado por sus enemigos con todos los honores militares. Sus 80 victorias granjearon al "Barón Rojo" el respeto de la RAF. Tanto que le enterraron con todos los honores militares. Los máximos ases de caza del imperio británico llevaron su féretro en hombros, y se cortó una hélice, se pulió y se grabó para que sirviese de cruz para Manfred Freiher von Richthofen. Según las fuentes oficiales, el capitán canadiense Roy Brown acabó con la vida de Manfred. Sin embargo, nuevas investigaciones parecer indicar que fue el soldado de infantería australiano Evans el que le disparó desde tierra. La bala entró por el lado derecho del pecho y le causó heridas en los pulmones, el hígado, el corazón, la arteria aorta y la vena cava antes de salir. Según los forenses, tardó un minuto antes de perder la consciencia y poco más en morir. Su entierro fue realizado, con todos los honores militares, por los británicos. Su ataúd, cubierto de flores, fue llevado a hombros por seis militares. En el momento del entierro, soldados australianos presentaron armas y lanzaron tres salvas en su honor. En su lápida, situada en el lugar donde cayó, se inscribió el siguiente epitafio: Aquí yace un valiente, un noble adversario y un verdadero hombre de honor. Que descanse en paz. fuente
El Jasta 11 y porsupuesto, Von Richtofen. siempre se encontraran entre los mas grandes de la aviacion.. Que avionazo el Fokker Dr I saludos.
Un gran héroe de la historia mundial, archiconocido por todos por el color de su uniforme y su hermoso avión. Gracias por el tema.
Simplemente uno de los grandes y un verdadero As de los Aires, el gran Manfred Von Richthofen y el Jasta 11 pasaron a ser parte de la cultura universal. Gracias por el tema
El varon rojo o el caballero alado nunca derrivo a un avion enemigo si este estaba en desventaja al momento del combate ganando asi el reconocimiento entre sus enemigos
El Caballero del Aire....el Penultimo Caballero Prusiano....El mas Grande As de Combate que ha tenido la Historia...
wena info...aki esta el video original del funeral del baron rojo: http://www.youtube.com/watch?v=VUChoinAdF4