Una joven de 17 años recibía latigazos por parte de su propia familia y vivía atada a la cama. Peritos forenses informaron que el cadáver de la chica presentaba moretones con distintos grados de evolución y cuatro cicatrices en el cráneo. Además, tenía desgarros en la zona genital. Rocío Chávez vivió un calvario, no sólo por su discapacidad psicomotriz que la afectaba sino porque miembros de su propia familia la ataban, la golpeaban y la violaban. La chica, de 17 años, fue hallada muerta en su domicilio cerca del Barrio Alberdi, en Santiago del Estero. La mamá de la víctima fue detenida y la policía buscaba intensamente al padrastro. El hecho salió a la luz luego de que los médicos forenses informaran que el cuerpo de Rocío presentaba señales de abandono, castigo físico y abuso sexual, y que su deceso se produjo por una bronconeumonía. El informe que elaboraron los doctores Miguel Pernigotti y Julio Roldán remarcó que los familiares de la joven nunca se ocuparon de brindarle los cuidados mínimos y necesarios para asegurar su supervivencia y, para peor, el maltrato y el abuso sexual al que la sometieron sus propios congéneres. Los profesionales dieron aviso al juez a cargo de la investigación, Miguel Angel Moreno. En el informe, los médicos detallaron que, al revisar el cadáver, encontraron diferentes lesiones, producto de golpizas y abusos. Los forenses concluyeron que los familiares de la joven la castigaron, golpearon y asfixiaron hasta provocar lo inevitable, es decir, que falleció por múltiples causas. Cada una de ellas era eficientes para llevarla al óbito. Al hacer una descripción de la fallecida, indicaron que se trataba de (una persona) discapacitada, desnutrida crónica, asfixiada y golpeada cuatro veces en el cráneo. Una de esas lesiones era potencialmente mortal en su estado general de salud, aunque en definitiva no lo fue. Sin embargo, fue de tal magnitud que le causó una contusión cerebral hemorrágica en la región occipital, revelaron los forenses. Otra consideración aterradora es que se notaban latigazos o cintazos en todo el cuerpo porque tenía hematomas con distinto tiempo de evolución, lo que representaba que las golpizas no se habían producido en un momento determinado, sino que fueron propinadas en jornadas diferentes. Por otra parte, había otros indicadores que llevaban a los forenses a informar que la menor fue blanco de violaciones reiteradas. En la zona genital también aparecían hematomas, que podrían haber sido producidas por la propia adolescente, pero descubrieron desgarros múltiples de himen, lo que es verosímil que haya sufrido abusos sexuales crónicos. fuente
in-cre-i-ble la maldad "humana", si es que se les puede llamar humanos a malditos como esos... ni ganas de putearlos me dan ._.!
Hijos de puta wn, por mí que los quemen vivos, y que no los maten para que sufran y paguen en vida la hueá.