[INFO] Lapidario informe que impide a la UC ser local en San Carlos en los clásicos

Un documento emitido por Carabineros en 2010 enumera las deficiencias del recinto, algunas de las cuales no tienen solución posible.




En cada partido que Universidad Católica juega como local en San Carlos de Apoquindo, los hinchas cruzados hacen sentir su deseo de jugar también en su estadio los partidos contra sur archirrivales, Universidad de Chile y Colo Colo.
Sin embargo, ese interés, y el que ha mostrado hace algunos días la Fundación, tiene muy poca fuerza para superar el lapidario informe que Carabineros emitió en mayo de 2010 tras una visita inspectiva al recinto de Las Condes.
Tras una visita al estadio, el teniente coronel Gonzalo del Alcázar Sandoval elaboró un informe en el que recomienda a la Intendencia metropolitana no autorizar partidos de alto riesgo en el estadio.
Del Alcázar detalla las fallas que encontró en todos los sectores del estadio.

"Galerías Norte: El lugar de acceso para barristas y simpatizantes de los equipos visitantes está junto a la zona de acceso del público, sin existir un área segregada y exclusivo para ello; lo cual redunda en un potencial riesgo de agresión por parte de hinchas exaltados", dice el primer punto del informe.



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"Las rejas de contención del público son inestables, con bases débiles, las que cederán ante un elevado número de barristas o simpatizantes que deseen o intenten derribarlas", prosigue.
"En el lugar de acceso a los hinchas existe una gran cantidad de piedras, palos y objetos contundentes que pueden ser utilizados contra jugadores, árbitros, hinchas contrarios, personal de Carabineros y medios de prensa", es el tercer punto.
Las mismas críticas se repiten para los sectores de cordillera, sur y la Tribuna Fundadores. Se añade que "la gran mayoría de los tablones que forman los asientos en todas las galerías se encuentran con su vida útil ya cumplida, sueltos y son fácilmente extraíbles para ser utilizados como elementos contundentes".
Además, el informe hace críticas a las instalaciones exteriores al estadio.

"El estacionamiento se encuentra compartido con un establecimiento educacional y una universidad privada, lo que dificulta el efectivo control respecto de quienes efectivamente se encuentran autorizados para ingresar al sector de los estacionamientos", dice el informe.
Es este carácter compartido del recinto el que el informe cita nuevamente al decir que sería imposible controlar al público que se dirige a otros sectores del estadio, como las canchas de futbolito, rugby o el centro de eventos.

ACCESOS AL RECINTO Y BARRAS BRAVAS
En cuanto a los dos accesos a San Carlos de Apoquindo, el informe critica que el de Avenida Las Flores no sea exclusivo para entrar al estadio y sirva también para ir a otros sectores del complejo.
En los partidos de alto riesgo, Carabineros cierra con cordones varias cuadras en el perímetro de los estadios y el ingreso a esos cuadrantes está permitido solo con ticket en mano.
El informe también dice que, dados los medios de transporte que existen para llegar al estadio, es muy probable que se generen incidentes entre las barras antes de llegar.

Del Alcázar pone el ejemplo de los simpatizantes de Everton y O'Higgins, dos barras que, según su informe, tienen "cierto grado de complejidad". El hecho que ambos elencos puedan jugar en San Carlos se debe a que sus barras pueden ser encapsuladas y escoltadas por Carabineros, "operativo que no puede replicarse con los barristas de Colo Colo o Universidad de Chile", dice el documento.

"El público de Universidad Católica, en general, accede al estadio en vehículos particulares; no así las barra oficial, que lo hace en la única línea de buses de transporte colectivo existente desde la estación Los Dominicos a San Carlos de Apoquindo, siendo este el mismo medio que utilizarían las barras de Universidad de Chile y Colo Colo, generándose necesariamente encuentros entre hinchas de esos equipos", explica.


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El informe cierra con las medidas que podrían corregir los defectos del estadio, los cuales implican levantar las rejas de todos los sectores, fortificarlas, delimitar sectores de ingreso para los hinchas de los equipos, retirar los objetos contundentes de las entradas y habilitar una vía exclusiva de ingreso al coliseo, separada del ingreso al resto de las instalaciones.

Sin embargo, con respecto al punto de las vías de acceso, el informe es lapidario: "No se visualiza una medida que permita corregir tal problemática".


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En el resumen final, el informe dice que el estadio "no cumple con las medidas de seguridad necesarias para la realización de encuentros en estas condiciones" y que de no cumplir las medidas sugeridas "no es aconsejable habilitar el recinto deportivo para el desarrollo de actividades de fútbol profesional de alto risego".
Cruzados ya está al tanto del informe y, según ha trascendido, el costo de las exigencias que solicita la Intendencia bordearía los tres millones de pesos.

Fuente


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