Los funerales mas extraños y curiosos que han dado la vuelta al mundo

La muerte es un tema que a muchos nos asusta y nos provoca nostalgia, para otros es motivo de celebración, pero hay personas que de verdad hacen locuras en sus velorios, no sabemos si para ser recordados por lo que hicieron o por cómo fueron enterrados.



Por ejemplo, el pasado 26 de septiembre de este año murió en Inglaterra el creador de los famosos 'Doritos', Arch West, pidió que durante su funeral sus seres queridos esparcieron sobre el ataúd la golosina que lo hizo famoso. No es la única forma curiosa de despedir a un ser querido.

Mira el vídeo de un anuncio de Doritos con la temática:

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Otro famoso, el diseñador del tubo de papas fritas Pringles, Frederic Baur (4 de mayo, 2008), fue enterrado con su invención. Le pidió a sus familiares que sus restos fueran depositados en uno de los contenedores en forma cilíndrica de los 'pringles' y ellos así lo hicieron. Sus hijos compraron un tubo, de sabor original, de camino al funeral y lo llevaron esta 'urna moderna' por todo el camino hasta el lugar donde fueron depositadas sus cenizas.

Otros entierros famosos por lo majestuosos, por las construcciones hechas para sus seres queridos o por lo locos aquí algunos de los más locos y famosos.

Hunter S. Thompson (21 de febrero, 2005), propulsor en Estados Unidos del periodismo, conocido como "gonzo", pidió que sus restos fueran disparados por un cañón pagado por su amigo Johnny Depp. Su muerte no fue una sorpresa, pues el escritor había tenido previo a su suicido, fuertes problemas de salud. Sus cenizas fueron disparadas desde una torre de 45 metros de altura en cuya cima había un puño rojo con dos pulgares, el símbolo de su periodismo.

Tupac Shakur (13 de septiembre, 1996), artista extravagante, como casi todos, pidió que tras su muerte, un grupo le rindiera tributo y así fue hecho en un video difundido por miembros de Young Outlawz quienes dijeron que mezclaron los restos de Shakur con marihuana y la fumaron. No obstante, su familia dijo que hacer eso habría sido difícil, ya que los restos estaban resguardados en un lugar santo.

Frank Sinatra, (14 de mayo, 1998), tuvo un funeral tradicional católico pero con una chispa de originalidad. En su ataúd se introdujo una botella de whiskey, un encendedor Zippo y 10 centavos, dicen que en caso de que el gran cantante necesitara llamar del más allá, no tuviera problemas. También en su lápida podía leerse la frase: "lo mejor está por venir".


Liz Taylor (23 de marzo, 2011), llegó tarde, como siempre lo hacía en vida, a su su funeral. Ella misma pidió que el oficio empezara 15 minutos más tarde que la hora acordada para que ninguno de sus familiares y amigos olvidaran una de las características de la actriz.

Sandra West (2011), viuda de un empresario petrolero, pidió ser enterrada en un camisón de encaje y... ¡sentada en el asiento frontal de su Ferrari azul!

La petición escrita a mano tuvo como consecuencias una batalla legal: su hermano, temeroso de perder una cuantiosa herencia (se estima que eran US$190.000 si no cumplía este requisito) hizo lo que su hermana solicitó, no sin antes intentar anular esta petición.

Dos meses después, el juez ordenó que el funeral se realizase tal y como West lo había solicitado. El carro que guardo sus restos fue enterrado en una gran tumba cavada en el cementerio de San Antonio, Texas, en Estados Unidos.

Fuente
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Ser enterrado en un Ferrari azul