María Antonieta La reina francesa se ganó una merecida fama de frívola entre la corte de su país, pero en el episodio del collar, usado en su contra para precipitar su caída, fue una víctima inocente, que nada tuvo que ver con el asunto. El joyero de la corte creó un fabuloso collar de 648 diamantes, que Luis XV había encargado para su favorita. Pero éste murió antes de que la joya estuviera acabada por lo que su amante nunca lo recibió. El obispo de Rohan lo adquiere, pero no lo paga, indicando al joyero (el famoso Boehmer), que se lo cobre a María Antonieta. El obispo se lo entrega a la falsa condesa de Valois, amante del obispo, que lo traslada a Londres, donde es desarmado y vendido por piezas. Cuando el joyero se lo va a cobrar a la Reina, ésta no sabe de qué le habla. Cuando se descubre el engaño la falsa condesa es enviada a la hoguera, sin embargo el pueblo se solidariza con ella y el asunto del collar queda como un ejemplo más de la frivolidad de la reina, capaz de dilapidar una fortuna en algo tan superficial como un collar, en tiempos de crisis. Lo busque y no estaba... si estaba se va al cementerio... agradecer no cuesta nada.