El perfil de Rubia Soares, la nueva y explosiva brasileña que conquistó a Massú

A Rubia Soares le gusta el tenis. Y le gusta Nicolas Massú, con quien vive una aventura que enloqueció a Dayane Mello, la brasileña que este fin de semana los "pilló juntos en la cama", como aseguró en su Facebook.

La primera vez que Soares se encontró con Massú fue en una cancha de tenis. En 2004 la modelo fue pasapelotas en un partido de exhibición que el chileno jugó con el argentino Gastón Gaudio. Pero fue sólo 8 años después, el pasado jueves 25 de octubre, cuando Massú realmente se fijó en la brasileña.

Esa noche el deportista aseguró en Vértigo que estaba soltero. Soares, que trabaja de maniquí en el estelar de Canal 13, escuchó la confesión y, horas después, comenzaron a conocerse mejor.

Esta semana Mello, otra apasionada modelo brasileña, que lleva 8 años de tormentosa relación con Massú, los "pillo en la cama" . Lo publicó en Facebook -ver nota relacionada- y desató un escándalo que tiene a Rubia en un lugar de relevancia en la prensa rosa que nunca había ocupado en sus 8 años en Chile.

Soares llegó a Santiago en 2002, huyendo de una relación fracasada con un argentino y de la crisis económica de ese país. Nació en Itaquí, un pueblo de 40 mil habitantes al sur de Brasil. Allí vivía en una familia de siete hermanos cuando sus ojos verdes, largas piernas y labios hinchados llamaron la atención de un transandino. Tenía 18 años y lo siguió a Buenos Aires, buscando un mejor futuro.

En la capital argentina estuvo dos años modelando. Hasta que el productor Piero Sofoli la seleccionó para el desfile anual Cachantún Fashion, que entonces ocupana espacios en crónicas y televisión. Soares se quedó en Chile. Y fue en los courts donde comenzó a llamar la atención.

En 2005 y 2006 su estampa y simpatía la convirtieron en uno de los personajes de los ATP. La fotografiaron. La entrevistaron y fue candidata a reina. Ella contaba anécdotas como que era fan del brasileño de Gustavo Kuerten y que había tenido una relación con un instructor de tenis. Compartía detalles como que la bautizaron Rubia en homenaje a su compatriota, la cantante Rubia Graciela, o que podía pasarse la noche bailando axé, un ritmo que le encanta.

Eran tiempos en que miraba con distancia las ralaciones entre modelos y deportistas. "No tengo nada en contra modelos que salen con los futbolistas, pero creo que lo hacen por fama, porque les conviene, porque no pueden salir adelante por sus propios méritos… Es mucho más fácil llegar a la televisión y hacerte famosa en 2 minutos saliendo con un jugador de fútbol, un tenista o una persona conocida", aseguró en una entrevista televisada . Una sentencia que comprueba hoy. Ella misma. En persona.


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