"Cochino, buenos días. Cochino, ¿cómo estás? ¿Qué me cuentas, cochino? ¿Qué novedades hay? ¡Espera! No te asustes: no te vengo a matar. Acércate, cochino: Cochino, ven acá. Quédate aquí echadito, Sin gruñir ni roncar, Y como dos amigos Vamos a conversar. Tú no sabes, cochino, Qué lastima me da Saber que a ti la gente No te suele nombrar Sino para hacer chistes Por lo hediondo que estás, Y que nadie en el mundo Se te puede acercar Sin decir: ¡fo, carrizo! Sin decir: ¡fo, cará! Yo, cochino, te admiro, Y te admiro a pesar De que con esa trompa Pareces un disfraz, Porque pese a tu aspecto Tan poco intelectual Y a ese absurdo moñito Que te cuelga de atrás. Ya quisieran, cochino, Los que te tratan mal Tener de tus virtudes Siquiera la mitad. ¡Oh, imagen cochinesca de la sinceridad! Tú haces tus cochinadas Metido en tu barrial: Como eres un cochino, Te comportas como tal Sin ocultarle a nadie Tu condición social. Ni engañas, ni te engañan: Tú vives, y ya está; Sabes que mientras seas Cochino y nada más, Del palo cohinero Nadie te va a salvar, Y así, esperando vives Tu toletazo en paz. Ni pides garantías Ni pides libertad, Ni pides que interpelen Al cochinero tal Porque mata cochinos Sin permiso del SAS, Sino que estás tranquilo Metido en tu barrial Con tu trompa adelante, Con tu rabito atrás. Soportando en silencio La pueril necedad De los que te hacen chistes Por lo hediondo que estás, Y dicen fo carrizo Y dicen fo cará, Y no ven que ellos mismos -o su modo de actuar- comparados contigo huelen mucho más mal. Hasta luego, cochino, Yo me voy a almorzar; Te prometo que el lunes vendré a tu barrial Y si no te han raspado Volveremos a hablar. Mas si para entonces No te vuelvo a encontrar, Acércate, cochino, Ven, acércate más, Para darte en la trompa Mi besito final."
El infierno Rodante: Un crujiente montón De oxidado latón Que vomita, al pasar, sobre el viandante Un humo turbio, fétido, asfixiante. Unos asientos hechos Al máximo de estrechos Provistos de una especie de bojotes Sucios, rotos, más duros que Monote. Y en los que usted viaja casi en cuclillas Sin saber cómo hacer con las rodillas. Y esto si no le toca ir parado Besándole el cogote al que va al lado. Un timbre que no suena Porque tiene la cuerda reventada, Y un chofer que no atiende o se envenena Si se le pide a voces la parada. Unas descalabradas ventanillas Con el vidrio atascado o vuelto astillas; Una lámina entera despegada Que causa, en un frenazo, una cortada. Un piso con los hierros levantados Hundiéndose en los pies de los parados; Y unas costras oscuras en el piso Que parecen casabe untado con guiso. Una puerta de atrás que no funciona Cuando se va a bajar una persona O que funciona tan violentamente Que, de darle donde es, mata a una gente. Y, sobre todo esto, una hedentina Tan fuerte y tan tenaz a gasolina, Que, sin echarse un palo, hasta el más macho Si hace el viaje hasta el fin, llega borracho. Este infernal suplicio, Digno de Adolfo Hitler y su corte Se llama aquí "Servicio Público de Transporte". ?? que la con mi table es lento