Vivió tres años a su lado en un asilo de ancianos sólo para acompañarla. Ahora la quiere de vuelta en casa. Es una noche de 1974 y micro segundos antes de dar el vistazo que está a punto de librar, la vida del militar Hernán Silva carece de algo que desconoce: nunca ha estado enamorado y lo constata apenas fija sus ojos en Olga Fuentes, cantando en pleno escenario del Club Militar. Ahora sabe perfectamente lo que viene a continuación: se enamora. La enamora. Se retira de la milicia. Trabaja en cualquier cosa. Se casan. Son intensamente felices hasta el año 2002, cuando el Alzheimer comienza a afectar a Olga con episodios inverosímiles y repentinos: le cobran dos mil pesos y paga 20 mil en la peluquería dice que preparará arroz y sirve tallarines, toma la micro equivocada y se pierde. El año 2008 Olga debe ser llevada a un hogar de ancianos y Hernán, completamente sano decide irse con ella. Llegan al hogar San José, en Las Condes, y así viven tres años. Hernán le muestra fotografias. Olga sólo recuerda algunos rostros. A comienzos del 2011 una reacción violenta de Olga obliga a su neurólogo a tomar una decisión. Hernán no puede vivir más con ella. Regresan a Villa Alemana, separados. Habla Hernán: "Voy a visitarla todos los días al hogar donde ella está. Yo arriendo una pieza porque la casa que teníamos acá tuve que arrendarla. Muy grande para mí solo. Llego a las 4 de la tarde, ella me reconoce y tomamos once. Le muestro fotos y salimos a pasear. ¿Pero sabe cuál es mi esperanza? Poder vivir con ella nuevamente. En abril tenemos un control con el neurólogo y le pediré que me deje vivir con ella. Que vuelva conmigo a la casa. Sé que es difícil, y no sé si soy un hombre perfecto o un egoísta. Solo se que la amo y lo intentaré hasta el final". Esta historia, chilena, me recordó a una película que quizá hayan visto y si no, deberían para comprender un poco el Alzheimer desde una perspectiva diferente. La película se llama: El diario de Noa, The notebook o Diarios de una pasión (es conocida con cualquiera de los 3 nombres).- FUENTE: Spoiler ¡Debes iniciar sesión para ver el Spoiler!
Si bien la historia es bien romántica, el cambio de hogar de un paciente con alzheimer está completamente contraindicado, hacer tal acción los desorienta mucho más a nivel cognitivo y emocional más aun si lleva viviendo 3 años en el asilo ya que si bien la memoria declarativa se ha ido perdiendo a una tasa constante, la memoria procedimental o implícita permanece relativamente funcional y es aquí donde se generan los elementos disruptivos para su traslado.
que horrible esa enfermedad de mierda, mi abuela la tiene y es una verdadera carga (la enfermedad) es como una cruz que acompaña a toda la familia... para una sola persona es imposible cuidar de alguien con alzehimer, dependiendo el estado de avance.. ya que es muy degenerativa... pasa desde el tipico olvidarse de las cosas hasta quedar rigida con nulo movimiento muscular... que pena la historia
deben dejarla volver a su casa..no hay un mejor final..el tiempo hará el resto..para bien o para mal pero hay cosas y situaciones en esta vida que van mas allá de la medicina y la logica!!
No sé si tendrá el cielo ganado, parece que hace muchos años a este señor le dió "alzheimer" y dejó a sus 4 hijos olvidando a la Sra. Esmeralda. Un tipo es genial cuando siempre se porta bien. Igual lamento lo de Olga, pero Sr. Silva, la justicia divina tarda pero llega...