Muero por la tía de mi esposa

Tema en 'Cementerio De Temas' iniciado por Carlangaelgrande, 6 Ene 2014.

Estado del Tema:
Cerrado para nuevas respuestas
  1. Carlangaelgrande

    Carlangaelgrande Usuario Nuevo nvl. 1
    37/41

    Registrado:
    5 Ene 2014
    Mensajes:
    2
    Me Gusta recibidos:
    0
    Muero por ella. Cuando se deja abrazar ( en mi cumpleaños ), me deja sin aliento. Desde que la conocí, me gustó, pero solo eso. Pero luego de muchos años, además del aprecio y cariño que le tenía ( es la mejor amiga de mi esposa ), empecé a sentir un profundo deseo por ella, que fue madurando poco a poco. Nunca me daba entrada, pero a veces yo presentía que era correspondido. Cuando nos despedíamos, me ponía la mejilla, estirando su trompita, y a veces mi beso caía cerca de sus labios, pero no me atrevía a buscarle la boca. En las fiestas familiares la sacaba a bailar y la atendía, y estaba claro que eso la halagaba y le gustaba.

    Una vez, hace mucho tiempo, hablando de mi contextura física, mi esposa aseguró que yo tenía porte atlético. Yo le dije que no era para tanto, y mi esposa, para reforzar su punto de vista, me dijo que cuando habíamos ido a la piscina con su tía, ella le había dicho que yo era alto y de espaldas anchas. Entonces no le dí importancia, pero pasado el tiempo, cuando ya estaba loco por ella, recordé ese detalle, y empecé a imaginarme en la cama, echado sobre ella, mirándola a los ojos con amor, mientras ella acariciaba mis espaldas anchas. Y se me ocurrió que ella había imaginado lo mismo, tal vez, mucho antes que yo. La ultima vez que fuimos al club, ella también fue. Estaba sentada en una de esas tarimas con colchonetas, cerca de la piscina. Yo estaba dentro del agua, y no dejaba de mirarla, muy excitado. Quería que me viera y que supiera que me había puesto así por ella, pero sabía que al salir del agua, se me iba a ver el traje de baño abultado.

    En determinado momento, ella quedó sola. Tomé valor, salí rápidamente y cogí mi toalla para taparme. Creo que nadie lo notó. Me puse una remera para disimular, y la toalla al hombro derecho, colgando de tal manera que tapara mi bulto. Yo estaba a su lado, con el cabello mojado y, entonces, se me ocurrió invitarle un cóctel. Me aceptó, y fui por él de prisa. Cuando regresé, seguía sentada en el borde de la tarima, a no más de 30 cm del suelo. Me acerqué con el cóctel en la mano, se lo alcancé, me planté delante de ella y con mi corazón latiendo a mil por hora, cambié de lugar la toalla. Me la pasé por detrás del cuello, colgando sobre mis dos hombros, de tal forma, que ahora quedaba más corta y no llegaba a tapar mi bulto. Quería que lo notara y que supiera que estaba así por ella. No se atrevió a dirigir su mirada hacia allí, pero no hacía falta. Sabía que la había impresionado, porqué la noté turbada, y eso me encantó.

    Luego, regresaron todos, y volví a cambiar de sitio la toalla, para que tapara mi bulto. Ella se levantó para ir a la cabaña, a calentar el almuerzo. Yo dije que iba a jugar tenis de mesa, pero la seguí, a prudente distancia, muy ansioso y excitado. Esperé unos minutos, acomodé una vez más la toalla, para mostrar mi bulto, y entré a la cabaña. Ella estaba de espaldas a mi, moviendo la cacerola con el estofado. Me dijo -hola- y yo me puse a su lado. Aunque ella no volteaba a mirarme, yo sentía que sabía del bulto que había debajo de mi remera y mi traje de baño. Me ofrecí a poner la mesa, que estaba detrás de ella. Dejé la toalla sobre una silla, y puse los platos y los vasos. Pero para sacar los cubiertos, debía acercarme por detrás de ella y sacarlos de un cajón que estaba delante de ella. Con el corazón saliendo de mi pecho, y con mi bulto hacia arriba, me acerqué. Sus caderas siempre fueron generosas, y mi bulto estaba a un par de centímetros de sus pompas. Podía sentir el calor de su espalda y su respiración.

    -Un momentito- dije y sin pensarlo más, acorté la distancia, y mi bulto tocó una de sus pompas. Por un segundo me quedé sin respiración, esperando su reacción. Ella se quedó quieta con la cuchara en la mano. No se movió, ni dijo nada. Quedé encantado con su maravillosa reacción. Sentí como mi bulto se hacía más grueso y duro, y presioné un poco más su pompa. Lo sintió todo. Acerqué mi pecho a su espalda y mi boca a su cabello castaño claro. Entonces, lentamente, la tomé de de su hombro derecho, y la hice girar hacia mi. Ella volteó con la cuchara de madera en la mano, pero no me miraba. Yo la tomé de ambos hombros, y sin darle tiempo a la duda, acerqué mi boca a la suya. Ella abrió mucho sus labios y recibió mi beso. Nos comimos la boca con la ansiedad del deseo contenido durante mucho tiempo. Yo la abrazaba y devoraba su boca, su cuello, sus orejas... mientras mis manos, volaban y pasaban de su espalda a sus caderas, y de sus caderas a sus pompas, que aprisionaban con mucho amor. Ella no había soltado la cuchara. Se la quité con suavidad, y la devolví a la cacerola.

    Mientras besaba su cuello, la escuchaba jadear. Con mi cabeza dando vueltas, la solté, fui a cerrar la puerta de la cabaña, y puse seguro. Corrí las cortinas, y regresé con ella. Ella apagó la cocina, y se acercó a mí. Me echó los brazos al cuello, y nuevamente me abrió la boca. La volví a besar, con la boca muy abierta. Nuestros labios muy mojados, se frotaban entre si, deslizándose de una forma que me resultaba deliciosa. El sofá cama, estaba a solo unos pasos. La llevé de la mano hacia el borde del sofá cama, y la hice recostarse de espaldas, en el borde del mismo, con las piernas apoyadas en el piso. Ella me dejaba hacer. Levanté su vestido blanco de algodón, y me quedé sin aliento al ver la tanguita negra más preciosa que había visto en mi vida, y que apenas podía contener su hermoso cuerpo. Por el borde de la tanguita, asomaban sus vellitos rubios. Me recosté y me incliné sobre ella, mientras mi mano derecha iba hacia su entrada. Apoyé mis dedos índice y medio en su puerta. Estaba lista, más que lista. Como prueba, su tanguita quedó pegada a su entrada. Metí mis dedos por debajo de la tanguita y se posaron allí mismo, en su puerta de entrada, mojándose con su néctar. La oí suspirar, y acerqué mi cabeza a la suya, para oírla mejor. Me dijo al oído. -Van a venir- Empecé a apresurarme, y con las dos manos le bajé la tanguita negra. Rápidamente me quité el traje de baño, y mi miembro saltó orgulloso, al ser liberado de su presión. Levanté sus dos piernas, y las apoyé sobre mis hombros, y en esa maravillosa posición me dispuse a hacerla mía. Mientras me apoyaba en el sofá cama, con la mano izquierda, con la derecha tomé mi miembro y lo dirigí hacia su puerta. Mi cabeza se mojó al apoyarse suavemente en su entrada, y tomando impulso, ingresé dentro de ella de un solo golpe. Ella hizo – ahh…- y se cortó su respiración...

    Mientras tensaba mi cuerpo, apoyando las plantas de mis pies en el piso, salí un poco, tomé impulso, y arremetí con todas mis fuerzas. Pude sentir como se remecían sus caderas. Estiré mis dos brazos, y apoyé mis dos manos sobre el sofá cama. Los dedos de mis pies, estaban flexionados, apoyándose en el piso. Tensé mi cuerpo nuevamente, y empecé a acometerla con violencia, mientras sentía como todo su cuerpo se remecía. Ella jadeaba, con la respiración entrecortada, y entonces levanté mi cabeza para mirarla a los ojos, y mientras sus manos acariciaban mi espalda, escuché de sus labios decir -amor...- Fue entonces que me di cuenta que mi más caro sueño, se había convertido en realidad. Ella decía – amor… - y algo más que no llegaba a entender. Acerqué mi oído a su boca, y le escuché susurrar con mucha pasión - apúrate amor… -

    Le obedecí, y empecé a moverme con más violencia, y mientras arremetía contra su entrada con mucha furia, sentía como mis bolas golpeaban a su puerta, una y otra vez, incapaces de entrar detrás de mi miembro. Sus manos pasaron de mi espalda a mi cuello y acariciaban mi nuca, mientras la oía susurrar, con los ojos cerrados -apresúrate, apresúrate, amor...- Ya como un caballo desbocado, y con loco frenesí, comencé a sentir un hormigueo en mi cerebro, que empezaba a recorrer mi espina dorsal, toda mi espalda, hasta llegar a la misma cabeza de mi miembro, y sentía el rumor de un río que empezaba a rugir dentro de mí. El hormigueo, era ahora un cosquilleo, y se hizo insoportable. Sentí como mi cuerpo empezaba a estremecerse. Tuve tiempo para una última arremetida feroz, y de pronto, apretando con fuerza mi vientre contra el suyo, descargué todo mi río hirviente dentro de ella. Mientras terminaba de descargar hasta la última gota, ella acariciaba con ternura mi cuello, con sus dedos largos, y yo miraba, extasiado, como las gotas de sudor caían de mi cabeza, sobre la piel, blanca como la leche, de su pecho.

    Ella apoyó sus manos sobre mi pecho, y me empujó suavemente. Yo salí y me puse de pie, con mi otra cabeza, aún goteando. Ella se paró y se metió a la ducha. Yo no sabía que hacer. Había perdido la noción del tiempo. Habrían pasado, tal vez, unos 25 minutos desde que llegué a la cabaña. Me puse el traje de baño, y esperé a que saliera de la ducha. Salió, pasó de largo sin mirarme y fue a encender la cocina. Yo no sabía que hacer, si meterme a la ducha.. Ella me dijo – vete - Le obedecí y me fui. Bajé a la piscina, entré a los servicios, y allí me duché. Hice un poco de tiempo, mientras trataba de entender lo que había pasado, y regresé a la cabaña. Estaban todos sentados a la mesa, almorzando. También mi esposa. Ella estaba sentada, con la cara encendida. Todos decían – estás roja... - y ella repetía – que calor hace acá, que calor hace acá -

    A mí, preguntaron dónde había estado, y se me ocurrió decir que me había quedado jugando una partida de tenis de mesa, por una apuesta. Yo sentía que todos, empezando por mi esposa, sabían lo que había pasado, pero en verdad, nadie llegó a sospechar nada. Han pasado unos cuatro meses de esto, y yo ahora soy el hombre más feliz del mundo. Luego les contaré más. Gracias.
     
    #1 Carlangaelgrande, 6 Ene 2014
    Última edición: 6 Ene 2014
  2. Philip Kooper

    Philip Kooper Usuario Habitual nvl.3 ★
    197/244

    Registrado:
    10 Ene 2010
    Mensajes:
    39.221
    Me Gusta recibidos:
    72
    [​IMG]

    ... xd exelente historia!
     
  3. Angelnegro_X

    Angelnegro_X Usuario Casual nvl. 2
    37/41

    Registrado:
    21 Abr 2012
    Mensajes:
    2.776
    Me Gusta recibidos:
    24
    si es verdadera tu historia heavy lo tuyo pero si es un relato erotico como que va en otra parte xd
     
  4. Carlangaelgrande

    Carlangaelgrande Usuario Nuevo nvl. 1
    1/41

    Registrado:
    5 Ene 2014
    Mensajes:
    2
    Me Gusta recibidos:
    0
    Angel, todo es cierto y pasó como le he narrado.
     
  5. Angelnegro_X

    Angelnegro_X Usuario Casual nvl. 2
    37/41

    Registrado:
    21 Abr 2012
    Mensajes:
    2.776
    Me Gusta recibidos:
    24
    Bueno para aplauso no esta mi amor que quieres que te diga sueño del pibe y lo que quieras pero dejarle unos hermosos cuernos a tu señora con la tia igual mal ahi, y si pretendes seguir tu idilio extramatrimonial con la susodicha osea una cosa es ser cara de raja y corneartela que ya es malo mas cara de raja es que sea con la tia amiga pero peor aun que sea exponiendote a que quede la media ni que cagada con la familia de tu mujer y dejarla para el copi asi que aguantese la calentura y vayase a un motel para la proxima :p
     
  6. tansnake

    tansnake Usuario Casual nvl. 2
    37/41

    Registrado:
    13 Dic 2011
    Mensajes:
    2.807
    Me Gusta recibidos:
    2
    Me puse una remera para disimular ..... che de donde sos ..!!!!


    no te cleo dijo el chinito..
     
Estado del Tema:
Cerrado para nuevas respuestas