Helena... recuerdo de la universidad

Tema en 'Relatos Eróticos' iniciado por DannyR07, 22 Ene 2014.

  1. DannyR07

    DannyR07 Usuario Nuevo nvl. 1
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    Hola, este es mi 1er relato que publico en este foro, esto fue algo que sucedio mientras estaba en la unievrsidad, disfrutenlo :santo:

    El relato....

    Elena en ese entonces tenía 19 años, acababa de entrar a la universidad, era una chica tímida que aun sentía dentro de ella que no había vivido lo necesario para su edad, y esto se debía a que desde muy joven (15 años) conoció a su novio actual, no ha tenido mayor experiencia que aquella que ha vivido con él. Por eso cuando llego a la universidad de cierta forma se sentía más libre de lo que jamás se había sentido. Era un mundo nuevo, sin sus padres, sin tener a su novio cerca, pero ella igual seguía siendo tímida, debía encontrar alguien que fuera de confianza y que le inspirara algo de morbo, para abrirse a él de esa forma.

    Era el 1er día de universidad, había chicas hermosas, pero había una chica que estaba sentada sola con una libreta de dibujos y estaba dibujando algo, me le acerco y era ella (Elena), una chica de tez blanca, ojos color miel, cabello castaño claro largo, andaba vestida con un shortcito, una camisa a cuadros manga larga y dentro de esta una franelilla de tiritas de color blanco, con un par de senos bien moldeados, con pecas en ellos, unos labios pequeños y finos, unas piernas fuertes y bien torneadas, era una chica que me prendo de ella con solo verla, y su olor era el de un campo de rosas en plena primavera.

    Me le acerco y le digo, “Que estas dibujando?, me muestras?, a mí también me gusta dibujar”. Elena me lanza una mirada de arriba abajo, luego se sonríe y me muestra lo que estaba dibujando, era una especie de representación de toda la gente que estaba allí para la inducción de la universidad, conversamos todo ese día, estuvimos juntos, reímos, compartimos y ese día Elena ya había encontrado ese chico que debía experimentar con ella.

    Un día Elena me invita a el apartamento donde ella vivía sola, sus padres se lo habían alquilado porque no querían que ella estuviera en residencias estudiantiles, eso se prestaba a muchas cosas, lo que ellos no sabían es que su hija deseaba que esas cosas pasaran. Elena me invita a pasar, era bastante grande, demasiado para una chica sola, nos sentamos en el sofá, ella luego busco una botella de vodka, un litro de jugo de naranja y nos dispusimos a hacer cocteles con eso que teníamos, pusimos la TV, veíamos unos cuantos videos musicales, y en eso Elena me dice “porque no hacemos un video propio, vemos como queda y si nos gusta lo ponemos para verlo mejor en la TV”, yo no podía pensar en más nada que hacer un video porno con ella, ese día llevaba puesto una minifalda de jeans, una franelilla color beige algo transparente sin brassier, donde se notaban sus pezones, sin contar que cada vez que se levantaba del sofá sus piernas perfectas eran un deleite para mis ojos. Todo aquello me tenía algo excitado, sin saber que Elena también lo estaba.

    Elena va a su cuarto y trae una cámara de video, me comenta que es de su novio, la cual el utilizaba para inmortalizar las monerías de sus sobrinos, es allí donde me cuenta algunas vivencias de ellos como pareja, de lo aburrida que a veces se siente y que desea vivir cosas nuevas junto a alguien que se las inspire. Aquello para mí fue una invitación a abrir la puerta del deseo en su cuerpo y llevarla por ese camino donde el placer sea el protagonista.

    Con algo de temor por su respuesta le dije “Elena, eres una mujer sumamente hermosa, sexy y provocativa, no puedo negar que deseo explorar tu cuerpo de muchas maneras, te propongo que lo hagamos mientras lo filmamos con la cámara de tu novio y así te liberas de una manera muy excitante”. Elena guardo silencio por unos segundos y luego mojando sus labios con la lengua en un movimiento muy sutil me dice “Fue más de lo que mi mente deseaba escuchar, y tú has provocado en mi esas ganas de saber lo que eres capaz de hacer en mi, así que hagámoslo”.

    Ambos estamos algo nerviosos y ansiosos, pero Elena le hace ilusión hacer esta locura junto a mí, pongo la cámara mirando directo a Elena, pulso el autofocus para que enfoque todo su hermoso cuerpo, cuando ya la tengo fijada le digo “Desnúdate, poco a poco, lentamente, provócame con tu hermoso y sexy cuerpo”, a lo que Elena sonríe de forma muy picara y cómplice, se levanta del sofá, toma el control de su equipo de sonido, pone una canción que me dice le fascina, y es una que a mí también me ha gustado desde siempre “Hotel california”, ella me dice que imaginemos que estamos en ese hotel furtivo, donde los amantes viven sus noches de pasión, donde gimen sin pensar en el que dirán, ella le dio play y la canción se repetiría de forma infinita.

    Comienza a sonar el toque de guitarra de la canción, Elena con la misma suavidad de ese sonido va tocando su cuerpo, sube con sutileza sus dedos por esa franelilla beige, toca suave sus senos, su cuello, mete sus dedos en su boca, los chupa y muerde cerrando sus ojos, al mismo tiempo que su otra mano va levantando su franelilla, dejando ver su vientre, su ombligo, su mano sigue subiendo, su boca muerde y chupa sus dedos, su concentración es mucha en ese momento, cosas deliciosas deberían estar llenando su mente, ya su mano por debajo de su franelilla está por llegar a sus senos, mi pene con cada segundo se pone como una roca de duro, crece y crece dentro de mi pantalón, Elena sigue que ese toque de sus senos, con una fuerza y pasión que jamás había visto, era como si esa fuera la zona más erógena de su cuerpo, donde sus placeres convergen y se forman el mayor de sus deseos lascivos, mis ojos y lente de la cámara se deleitaban con ese baile y toqueteo de Elena, los dedos que están en su boca salen de ella y comienzan a bajar hasta llegar a su ombligo desnudo, se van metiendo en su minifalda de jeans, dentro de su ropa intima, llegando a sus labios vaginales, metiéndose en la abertura de su sexo, llenándose de sus líquidos íntimos, los cuales son muchos, llena bien sus dedos y comienza a sacarlos, mostrándome a mí y a la cámara el producto de su excitación femenina y con una voz suave, tentadora y sexy me dice “ven a probarme”, me levante lentamente, fui paso a paso directo a ella, poniéndome frente a frente, ella lleva su mano a mi boca, yo la abro lentamente, sus dedos comienzan a entrar y mi degusta ese sabor único de su líquidos, chupo sus dedos, saboreo todo lo que puedo, no dejo nada de ellos en sus dedos, mientras yo hacía eso ella seguía apretando con fuerza su seno, ya sus dedos salen de mi boca, y ella se los mete nuevamente dentro de su minifalda, los vuelve a mojar, los saca de allí y los pone para que mi lengua los saboree, sus labios se van acercando a los míos, su lengua sale de su boca y comienza a lamer junto a la mía sus dedos, aquel roce de nuestras lenguas mientras ambas degustan el sabor de sus líquidos íntimos hizo que mi pene estuviera lo más duro que ha estado, y sus apretones en el seno fueran más intensos, las lenguas jugueteaban, y era inevitable el beso, poco a poco las lenguas se fueron uniendo dejando a un lado sus dedos, los labios se buscaron y en una fusión de ganas se hicieron beso, uno que nos fue dejando sin aliento, nuestras bocas se abrían y cerraban, las leguas se pegaron una a la otra, su mano llena de sus líquidos se metió por debajo de mi camisa y clavaba sus uñas en mi espalda, su otra mano dejo de apretar su seno y fue a hacer lo mismo que la otra, mis manos se fueron a su cintura, la traje hacia mi cuerpo, sentía el roce de sus senos contra mi pecho, mis manos se metieron por debajo de su franelilla, comenzaron a acariciar su espalda suave, subían y bajaban por ella, luego de unos instantes en ese beso, me aparte de su boca, le di la vuelta y la puse dándome la espalda, con mi mano aparte su cabello y deje a la vista su cuello, mis manos bajaron hasta su cintura, se metieron dentro de su minifalda, llegaron hasta inicio de sus labios íntimos, pero solo rozaron sutilmente allí, comenzaron a subir, se metieron nuevamente debajo de su franelilla, levantándola, dejando su vientre desnudo, sus senos desnudos, y las dos apretaron con sutileza esa carne deliciosa, Elena solo podía gemir, estremecerse, su cuerpo se movía de un lado a otro, ella era presa de sensaciones que sacaban poco a poco sus demonios lascivos, y era el turno de mi lengua, la saque y la puse en su cuello, comenzando un movimiento suave de arriba abajo, con besos pequeños, lamidas que iban de un lado a otro, sutiles mordidas que iban subiendo la intensidad junto a la música de fondo y los gemidos de Elena, todo este frenesí de sensaciones que invadían su cuerpo la fueron calentando hasta que sus alaridos de placer decían entre jadeos “me vas hacer acabar, sigue… sigue… hazme acabar”, aquello fue un detonante para mi, las caricias en sus senos fueron directo a sus pezones que eran una piedra por la excitación, los apreté con lentitud pero con fuerza, ella gimio profundamente, mi lengua se movia de un lado a otro en su cuello, luego la llene de muchos besos allí, ella no paraba de gemir “mmmm… aaahhhh… siiii…. ooohhhhh” no paraban de salir de sus labios, hasta que una ardiente sensación invadió su cuerpo, era como relámpago que la quemo desde la planta sus pies pasando por todo su cuerpo, llegando a su cabeza y bajando nuevamente para hacer explosión en cada rincón de su cuerpo, y con un gemido final supe que Elena había llegado a un orgasmo, su cuerpo temblaba, tenia espasmos, yo la sujete con fuerza con mis brazos, sus piernas le fallaban, luego de unos segundos ella iba dejando de temblar, y comencé a darle un masaje suave en sus hombros, su cara de satisfacción era increíble, poco a poco la agitación de su pecho se fue calmando, termine de quitar su franelilla, tenía su torso desnudo, aun estando detrás de ella decidí agacharme y pasar mi lengua por los hoyuelos que se le hacían al final de la espalda, los lamí, los bese, y luego pase mi lengua desde allí por todo el centro de su espalda, su piel se erizo en un instante, ella estiro su cuerpo, echando su cuello hacia atrás y cuando llegue a él, ella lo movió hacia un lado diciéndome con eso que deseaba mi lengua allí, no la hice esperar y allí fue mi lengua, lamiéndola con suavidad, creando nuevos gemidos en ella, mis manos en ese momento bajaron desde su cuello, pasando por sus senos, haciendo círculos en su ombligo, desabrocharon su minifalda, bajaron su cremallera y la baje poco a poco, dejándome ver sus nalgas redondas y suaves, su minifalda cayó al piso, aquel pequeño hilo dental blanco fue presa de mis dientes, me agache nuevamente, tome un lado con mis dientes y poco a poco lo fui bajando, cuando este paso por sus piernas, ella levanto un pie, luego otro y tenía su hilo en mis dientes, me levante, me puse frente a ella que estaba completamente desnuda ante mí, puse mi cara junto a la suya, poniendo también su hilo dental, quería que lo oliera, que sintiera su aroma y ambos luego la lamimos, dándonos una de las escenas más morbosas de mi vida, luego de lamer ambos su ropa intima, la tomo por la cintura, la acerco a mí y le doy un beso suave, tierno, delicado, la miro fijamente a los ojos y la siento en el sofá, Elena se deja llevar por mí, sin decir una sola palabra, solo me mira a los ojos, haciéndome saber que somos cómplices de lo que estaba pasando.

    En el fondo comenzaba de nuevo a sonar “Hotel california”, abro sus piernas, dándome la entrada libre a sus labios íntimos, con el mismo ritmo de la música comienzo a pasar mi lengua por sus paredes, los gemidos vuelven a salir, mi lengua recorre sus labios, abren su vagina, se meten en ella, bailando junto a sus fluidos que cada segundo van en aumento así como sus gemidos. Elena con una mano aprieta uno de sus senos, la otra está en su boca, mordiendo y chupando sus dedos, mi lengua sigue moviéndose dentro de ella llegando a ese orificio por donde sale la orina de la mujer, y se queda allí moviéndose de arriba abajo, provocando un enorme placer en Elena, que no para de gemir y mover su cuerpo con fuerza, y en un momento dice “me vengo…voy a corremer… voy acabar… siiii….”, mis movimientos de lengua se hacen más rápido, quiero hacerla llegar otra vez, y a los pocos segundos, siento como contrae su vagina, como se cierra y de repente se abre por completo, ella suelta un gemido enorme, diciéndome con el que acababa de llegar a un nuevo e intenso orgasmo.

    Elena no paraba de tener espasmos, su pecho mostraba esa misma agitación descontrolada que hace unos instantes atrás, para calmarla un poco masajeo sus muslos, sus pantorrillas, sus labios externos de su sexo, que están hinchados por su nivel de excitación. Era la hora de comerme su sexo, así que abri mi boca, imaginando que era su boca la que tenia frente a mi, meti toda su vagina en mi boca y comienzo a succionar con fuerza, esto le causa una inmensa sensación de placer a Elena, ella vuelve a gemir, a sentirse con deseos de más, la succión es intensa, quiero sacar toda su humedad de allí, quiero beberla por completo, luego de un instante, ella está a punto de otro orgasmo, así que muevo mi lengua de un lado a otro contra sus labios inferiores, la muevo con locura y Elena se corre en mi boca, ese chorro llena mis labios, su eyaculación caliente, me llenan la cara, el sofá, el piso, lo cual me enciende mucho más, Elena tiembla como nunca lo ha hecho, no tiene aliento, no puedo hablar ni gemir, pongo un dedo y hago salir su clítoris, el cual esta duro, hinchado, rojo y caliente, listo para mi lengua, sin miramientos ni espera comienzo a lamerlo con fuerza, Elena no tiene fuerzas para gemir ni alejarme de ella, con total deseo y morbo mi lengua estimula su clítoris, llega uno, a los 10 segundos llega otro, a los 10 segundos más tardes llega uno más, uno tras otro, van llegando orgasmos hasta que dejo caer mi aliento caliente en su clítoris, Elena clava sus uñas en el sofá, ya salen gemidos de su boca, grita, jadea, su pecho está muy agitado, mi lengua sigue unida a su clítoris, mis dedos inquietos se meten en su vagina, la comienzan a masturbar, con esto Elena se mueve con más fuerza sobre aquel sofá que parecía se iba a romper, y es allí donde ella comenzó a sentir un calor que jamás había experimentado, su clítoris estaba por estallar y ahora su vagina también, aquellas sensaciones unidas creaban una nueva, una que la haría llegar a un nivel más alto de placer, Elena solo se dejo llevar y ese rayo que invadió su cuerpo se partió en dos y bajo desde su cabeza y exploto al unísono en el interior de su vagina y en su clítoris, ella se quedo sin habla, su pelvis se levanto, su espalda se encorvo hacia atrás, sus ojos se voltearon, y así estuvo unos segundos, cuando por fin su cuerpo cayo y aquel mar de sensaciones de placer recorrieron todos sus rincones, espasmos de su cuerpo iban y venían, era un estremecer que jamás había sentido, ella por primera vez había tenido un doble orgasmo.

    Me levante, me comencé a desnudar, Elena me miraba sin aliento, tratando de tomar aire, su hermoso cuerpo desnudo y lleno de éxtasis eran para mí el pecado perfecto, si me tocaba ir al infierno, lo haría con el mayor de los gustos. Yo parado frente a ella desnudo, con su mirada enfocada en mi sexo que estaba duro, parado, grueso. Elena con ya aire en sus pulmones y con esa mirada complice y picara, me hace entender que va directo por mi sexo, se incorpora, aun sentada en el sofá sus manos aprietan mis pantorrillas, mis muslos, lo que se ve que disfruta, su cara la delata, a lo que me dice “puedo morder tus piernas, están fuertes, eso me encanta”, yo con una señal asentí y ella fue como un lobo devorando a la presa que acababa de cazar y clavo sus dientes en mi pantorrillas, luego en la otra, luego en mi muslo, en el otro, y se topo con mi sexo, lo miro, lo veía como una niña observando un juguete que deseaba mucho detrás del mostrador, Elena con una mano tomo la base de mi sexo, lo sintió con sus manos, luego apretó con fuerza, mi glande estaba muy grande, ella abrió su pequeña boca, sus labios finos comenzaron a sentir la suavidad de mi glande, luego saco su lengua y con ella comenzó a recorrer mi carne, su lengua se degustaba con mi glande, la pasaba de un lado a otro, ella lo gozaba y yo mucho más, Elena lo hacía con una lentitud y suavidad increíble, trataba mi glande con mucha delicadeza, como una joya fina y delicada, al rato el hambre se veía en sus ojos y abrió lo más que pudo su pequeña boca y fue metiendo mi sexo en ella, milímetro a milímetro, mi sexo entraba, su reacción era de mucho placer, ella disfrutaba esa sensación, ese falo en sus fauces, puesto para que ella se lo comiera, el grosor de mi pene era lo suficientemente grande para que ella abriera aun mas su boca, Elena lo tenía casi todo en su boca, cuando comenzó a sacarlo con la misma suavidad y lentitud que lo metió, ya sin él en su boca, lo volvió a meter de la misma forma, esto lo hizo durante un rato, dándome a mí unos momentos de inmenso placer, apretaba mis testículos con sus finas manos, los acariciaba con mayor cuidado que mi glande, luego paso su lengua desde la punta de este bajando por el tronco de mi falo, hasta llegar a mis testículos, a los cuales les dedico una armoniosa cantidad de ricas lamidas, para luego chuparlas, mientras su mano masturbaba mi falo, para luego subir de la misma forma que bajo, con la punta de su lengua poco a poco recorriendo mi tronco hasta la punta de mi glande, y allí abrió su boca metiendo nuevamente mi pene en esta, subía y bajaba, al sacarlo lamia suave mi glande y volvía a meterlo, esto me hacia gemir con placer, y estando tan excitado soporte un rato más de aquel gran sexo oral que me estaba dando Elena, así que la aparte de mi falo, la levante del sofá, le di un beso intenso, donde nos tocamos nuestros cuerpos con frenesí, la puse espaldas a mí, la puse en 4 allí en el sofá, y por fin iba a sentir el calor de su vagina con mi pene, lo puse en la entrada de su sexo el cual estaba hecho un mar de jugos vaginales, así que entre en ella de un solo movimiento, el cual fue lento, pues quería que tanto ella como yo sintiéramos esa sabor del primer contacto de nuestros sexos, la piel de Elena se erizo en un instante, la mía también, era la gloria estar dentro de ella, su sexo era apretado, jugoso, con labios prominentes, hinchados, húmedos, su cueva era pequeña, sentía el roce con sus paredes, sumamente una delicia de la cual me haría adicto.

    Comenzó el vaivén de mis caderas, atrás y adelante, Elena nuevamente gemía con fuerza, fui aumentando aquel movimiento y así los gritos de ella, la tome por el cabello y la hale hacia mí, aquello enloqueció a Elena, le daba nalgadas suaves lo que aumento su desenfreno, jamás la habían nalgueado, aquel castigo le gusto tanto que me pedía mas fuerza en esas nalgadas, sin hacerla esperar lo hice, ella gemía demasiado, y allí paro de moverme, espere unos segundos y comencé a moverme en círculos, yo sentía como mi pene se movía así dentro de ella y Elena también, aquel cambio le dio mucha satisfacción, así que aumente la velocidad, la hale más fuerte de sus cabellos, Elena gritaba, jadeaba, se movía como una desquiciada, pronto iba a correrse, entre el quiebre de mis caderas, la sensación de círculos de mi pene dentro de su vagina, el morbo de las nalgadas y la haladas de su cabello, Elena entre todas esas sensaciones se corrió en un orgasmo que le dio la energía para decirme “Quiero cabalgarte, quiero hacerte acabar”.

    Elena se levanto del sofá y me tiro a mi allí, se monto sobre mi y con su mano tomo mi pene, lo puso en la entrada de su vagina y con un movimiento hacia debajo de su cuerpo se penetro. Ella comenzó con un movimiento de arriba abajo muy fuerte, muy intenso, mis manos apretaron sus nalgas redondas y deliciosas, mi boca se comía sus senos, mordía muy sutil sus pezones, eso le fascinaba a ella gemía, yo sentía como ella brincaba encima de mí, como mi pene era cerrado por los labios de su vagina y como le hacia ese movimiento que emulaban una masturbación que me volvía loco y sabia que de seguir así iba a correrme sin remedio. Ella continúo con ese movimiento por un instante, cuando de forma abrupta lo para, y de inmediato comienza a moverse en círculos, sus caderas se movían de un lado a otro, como si bailara encima de mí, aquella sensación era indescriptible, era algo increíble sentir como mi pene se movía junto a ella, sentía que se iba a quebrar dentro de ella, pero no fue así, la fricción de aquel movimiento de caderas de Elena, calentó las paredes de su vagina tanto que ella aumento la fuerza porque estaba de correrse otra vez, pero yo también estaba a punto, con ese vaivén de sus caderas, ella arqueó su espalda hacia atrás, su cabeza también, gimio profundamente y Elena se había tenido un orgasmo descomunal, y en ese mismo instante mi pene exploto en chorros de semen, que golpearon el interior de su vagina, dándole esa sensación de placer, ella aun con ese movimiento de arriba abajo como intentando extraer todo mi semen, hizo que mi semen se saliera de su vagina y se corriera por mi falo, por mis testículos, ella dejo de moverse y echo contra mi cuerpo, su cabeza se apoyaba en el espaldar del sofá, Elena jadeaba, sin aire, sin aliento, mi pene dentro de su vagina, comenzó a perder fuerza, al rato ella se levanta, saca lentamente mi pene de su interior vaginal, el semen termina de salir de ella y caen gotas largas de su sexo, ella en un último gesto de morbo completo, pone su mano y deja caer en ella esas gotas de semen, cuando ya no salen más, me levanta la cara y me lanza esa mirada picara, y con una expresión de perversión en su cara, Elena lleva su mano hasta su boca, la abre y mete sus dedos, lamiendo y tragándose mi semen que aun estaba caliente, dejando sus dedos limpios, su cara era de total éxtasis como si aquel fuera el final perfecto de su ultimo orgasmo.

    Ambos estamos echados en el sofá con nuestras piernas entrelazadas, desnudos, sudados pero llenos del mayor éxtasis que podamos haber sentido, vemos la luz de la cámara de video parpadeando en color rojo, eso indicaba que aun estaba grabando, ella se levanto, fue por la cámara, paro el video, y vimos algunos segundos, vernos en aquella intensa faena era un morbo nuevo para ambos, decidimos ponerla en la TV, y aquellas imágenes desde ese día fueron el inicio de muchos momentos de sexo intenso, entre aquella chica que en la calle y su novio era tímida y conmigo era el morbo, la perversión hecha mujer.


    Espero les haya gustado... espero sus comentarios para seguir posteando mis relatos
     
    #1 DannyR07, 22 Ene 2014
    Última edición: 23 Ene 2014
  2. Uretro

    Uretro Usuario Nuevo nvl. 1
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    Se pasó compadre le faltó el video solamente jajaja
     
  3. tailored_

    tailored_ Usuario Casual nvl. 2
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    buenisimo relato, te pasaste.

    y si, falto el video. jajaja XD
     
  4. DannyR07

    DannyR07 Usuario Nuevo nvl. 1
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    El video creo que esta en mi vieja PC, cuando tenga un poco de tiempo puede que lo busque a ver si esta aún allí
     
  5. bigpanzer

    bigpanzer Usuario Nuevo nvl. 1
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    se agradece muy buena esta como pa hacer una escena de pelicula porno xD jajajajajaja mande el video
     
  6. DannyR07

    DannyR07 Usuario Nuevo nvl. 1
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    Si haces la pelicula porno... me la envias jejejejejeje