El gesto de Daniel Alves, de comerse un plátano lanzado por un aficionado en el pasado Villarreal-Barcelona ha sido una de las imágenes de esta semana. Pero no ha sido la única vez que un jugador ha ingerido comida lanzada por algún aificionado. Un ejemplo de ello es el jugador del París Saint-Germain, Zlatan Ibrahimovic, que se comió unos cacahuates lanzados por un aficionado del Bastia, en el encuentro que su equipo ganó por 0 a 3 a principios de marzo en el Estadio Armand Cesari. pd: Ibrahimovic qlo