15.01.09 entrevista del diario deportivo ole a lucas barrios.....recien publicada

15.01.2009 00:00

OLE VERANO / LUCAS BARRIOS: DE PASO POR MARDEL
"Mirá si yo hubiese metido los 37 goles en Europa"
El delantero argentino está orgulloso: para la FIFA es "goleador del mundo 2008". Por él, el Nancy francés le ofreció ocho millones al Colo Colo. En Chile es ídolo.

Ocho millones y pico de dólares. No es un vuelto. Esa cifra es la que se maneja en las conversaciones. Ese dinero es el que están por pagar en Europa por el último goleador argentino. Y si todavía no los puso uno arriba del otro, el Nancy francés, fue por un raro episodio entre intermediarios.

Repasemos cuánto costaron los últimos dos: Germán Denis, top scorer en el Clausura 2008, de Independiente al Napoli en algo más de siete millones y medio. A Banfield le quedó en mano alrededor de siete palos por la venta de Darío Cvitanich, artillero en el Apertura 2007, al Ajax holandés. ¿Se va José Sand, entonces? No, error.No es él. Claro, faltaba una aclaración: el romperredes en cuestión no es el atacante del Lanús, el líder del torneo pasado, quien también clama por una transferencia.

No. Quien más redes infló durante el año pasado se llama Lucas Barrios, tiene 24 años, juega en el Colo Colo y Olé te lo presenta. Nació en la Argentina, sí. Más precisamente en San Fernando. Pero la dejó chiquitita del otro lado de la Cordillera. Clavó 37 goles en todo el 2008 y la Federación Internacional de Historia y Estadísticas del Fútbol lo consagró como el goleador mundial.

-La gente en la Argentina escucha tu nombre y levanta las cejas preguntando: ¿quién es?

-Lo que pasa que debuté a los 17 en Argentinos. Jugaba con Pisculichi. Era la época del Flaco Gareca como técnico. Después estuve sin contrato y me tuve que ir. Son esas cosas que suelen pasar con los chicos de las Inferiores. Que por ahí no encuentran su lugar en Primera y quedan libres.

-¿Así de sencillo?

-Fundamentalmente por eso. Aunque también tuve un problema con un compañero en una práctica y Chiche Sosa me castigó. Pero, ojo, que está todo bien con él. No tengo rencores con nadie.

-Eso te bajó la persiana.

-No. Tenía otros jugadores para poner, nada más. En esa época adelante jugaban Casas y Sacripanti, por ejemplo. Después volví a entrenarme en la época del Checho Batista. Me cuidó y me aconsejó mucho.

-De Argentinos te fuiste a Tigre.

--Sí, a la Primera B. Pero Caruso Lombardi no me puso nunca. Adelante jugaban Soriano y el paraguayo Cabrera. Fue el torneo que Tigre peleaba por no descender a la C.

-¡Cómo son las cosas! Ahora Tigre casi sale campeón de Primera y vos valés como diez palos verdes...

-Sí, el fútbol tiene esas cosas lindas. Después de esa experiencia fui por primera vez a Chile, al Deportes Temuco. Pero la primer gran temporada la tuve cuando me compró un grupo empresario y me colocó en Cobreloa, en el 2006. Hice 26 goles en 32 partidos. Un espectáculo.

-¿Y ahí despegaste?

-Enseguida me compró el Atlas de México. Pero allá hice un solo gol. Encima adelante estaban Bruno Marioni y Achucarro. Llegó Brindisi y en la pretemporada lo encaré y le pedí que me dejara ir porque quería jugar. Y si bien Miguel no estaba demasiado convencido, me aclaró que arrancaba como cuarto delantero. Y apareció Colo Colo.

-La salvación.

-La verdad es que pagó dos millones y pico de dólares por el pase. Se la jugaron... Y por ahora me quedaré, tratando de seguir haciendo goles.

-¿Más premios querés?

-Fue un año redondo con el premio al máximo goleador del mundo. Le doy un valor muy grande porque pienso que cualquier delantero del planeta quisiera ganar un premio así. No todos los días te toca semejante coronación. Mirá si los 37 goles los hubiera metido en algún club de Europa... Es cierto que la trascendencia sería otra. Pero los hice en Chile y también valen.

-¿Cómo te enteraste del premio?

-Venía siguiendo la pelea con el atacante del Ajax (Klaas Jan Huntelaar) y justo empecé a jugar la Liguilla chilena donde terminé haciendo siete goles. Entonces ya supe que sería el ganador... Creo que es una buena manera de representar a los argentinos en el mundo. Lo disfruto al máximo, en especial con los compañeros que son los que más me ayudan a hacer semejante cantidad de goles.

-Mirás la tabla y atrás, cuarto, está el portugués Cristiano Ronaldo, nada menos que el mejor de mundo. ¿Qué sentís?

-Y... Pasar en goles a semejantes jugadores, que están en un nivel inalcanzable, en los mejores equipos y ligas del mundo, es una emoción única. La verdad es que me gustaría jugar al lado de ellos, por supuesto. Por eso disfruto el premio. Te aseguro que no es tan fácil de conseguirlo.

-¿Viene con algún chequecito?

--Ja, ja... No me dijeron nada. Sé que tengo que ir a buscar un botín de oro en marzo a Francia. Por ahora solamente eso... Ojo, que no es poco.

-Fue el Bichi Borghi, quien te llevó al Colo Colo, ¿no?

-Sí, fue Claudio. Muy buena gente. Pero me dirigió sólo cuatro meses porque luego se vino a Independiente. Justo llegué con la mochila de reemplazar a Chupete Suazo, un tipo que la embocaba de todos lados, je...

-Mal no te fue. Ahora incluso hay una movida para que nacionalices...

-Sí. Creo que la gente es la que más quiere. No sé cuántas firmas juntaron en el Facebook, unas 20.000 o algo así. E Iván Zamorano, una figura tan grande, también se pronunció a favor de eso.

-¿Sos un nuevo Matías Fernández?

-No, Mati desde muy chiquito vivía en Chile y se nacionalizó rápido. Yo soy un recién llegado. Además por ley tienen que pasar cinco años para poder adquirir la nacionalidad. Yo sumo tres jugando allá.

-¿Y vos querés?

-La verdad es que no puedo andar ofreciéndome así ni andar presionando a nadie. Especialmente porque no les quiero faltar el respeto a los jugadores chilenos que luchan tanto por vestir la Roja. Si fuera por agradecimiento y por sentimiento a todo lo que me dio Chile, lo haría, claro. Pero no pasa todo por ahí.

-¿Entonces?

-Ya dije varias veces que si se diera la posibilidad, la voy a analizar. Aunque ya expliqué que no me postulo por respeto. La realidad es que yo soy argentino y sueño con la Selección argentina. Creo que si voy a Europa y hago goles allá, voy a estar más cerca, me van a mirar más. Porque sé que la gran mayoría de los jugadores que juegan allá son los que tienen las verdaderas chances de ponerse la camiseta argentina. Igual, ahora debo estar pensando en rendir en mi club para después demostrar que puedo jugar en cualquier lado.

-¿Te vas a Europa?

-Yo sé que hubo ofertas del Genoa, del Panathinaikos, del Nancy... Pero por ahora no más que eso.

-¿Si dependiera de vos, qué preferís?

-Estaría bien España, Italia, Inglaterra... O Francia mismo. Son todas ligas muy competitivas. Veremos.

-¿Y al fútbol argentino?

-Mi meta es jugar en Europa más que volver a mi país... Pero también es una deuda que algún día voy a saldar, la de jugar bien en Argentina.

-¿Los que no te conocen con qué tipo de jugador se encontrarían?

--En la Argentina no me conoce nadie, ja, ja... Por ahí la gente muy futbolera un poquito ahora... Pero soy un jugador de la escuela de Argentinos Juniors. Un jugador con buena técnica, con pase gol. Me gusta jugar con pelota al pie, por ahí no soy un delantero de esos que van todo el tiempo al choque.

-¿En Chile te conocen?

-Allá no puedo ir al shopping ni a cenar.

-¿Es más fácil ser ídolo o destacarse?

-Ojo que es muy difícil jugar allá... Mirá que la selección chilena que le ganó a la Argentina de Coco Basile tenía a siete titulares que se desempeñan en el fútbol local. Además, yo siempre digo que jugar en Colo Colo significa soportar la misma presión que tienen acá los equipos grandes. Además, no hay que olvidarse de que sos extranjero, argentino. Y entrar en el corazón de la gente cuesta bastante.

-¿Con Bielsa al mando de la Roja cambió mucho?

-Marcelo está tratando de imponer un fútbol distinto y ganó mucho respeto. Todo el mundo le reconoce la seriedad de su trabajo y su profesionalismo. Y también que quiere ganar siempre.

-¿Si te quedás en Chile no hay drama?

-Si no se da el pase, me quedaré tranquilo. Yo sé que si no es ahora será más adelante. Seguiré pensando en dar todo para mi equipo. No voy a estar pensando en otra cosa que en seguir haciendo goles