La leyenda urbana de verÓnica....

Una de las leyendas urbanas más comunes y famosas, sobre todo entre adolescentes es la de Verónica. Esta es la típica historia que escuchamos allá donde vallamos, ya que se ha extendido a todas las regiones, países y culturas y, prácticamente, todo el mundo es conocedor de ella.



Cuentan que si decimos 9 veces el nombre Verónica frente a cualquier espejo, esta se nos aparecerá. A partir de ahí, todos son incógnitas. Se dice que Verónica era una niña. La leyenda no se pone de acuerdo en la época en la que vivió, tampoco la describe, sólo sabemos que en esta leyenda se va a convertir en nuestra protagonista.

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Verónica, de joven, como todas las chicas de su escuela sentía pasión por las historias de terror. Pero lo que en un principio fueron historias de miedo, después se fueron acrecentando, pasaron a más. Constantemente, ella y sus amigas se reunían y practicaban ouijas e intentaban, incluso, hacerse amigas de algunos espíritus con los que contactaban o decían contactar. Pero Verónica sentía mucha más pasión que sus amigas con todo este tema y, cuando se encontraba sola en casa, solía realizar sesiones de ouija intentando contactar con algún que otro espíritu con el que ya había contactado antes. Realmente pensaba que podría hacer que una entidad del más allá se convirtiera en una amistad de confianza.

En uno de estos intentos, sola en su casa, contactó con un espíritu conocido por ella y sus amigos, ya que, a menudo, lo invocaban. Su nombre... sigue siendo un misterio. Este espíritu la incitó a que se pusiera frente al espejo de su casa y repitiera 9 veces su nombre frente a él, solo su nombre, solamente: Verónica.

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No sabemos lo que ocurrió a partir de ese momento, pero cuando sus padres regresaron a casa yacía muerta en el suelo del comedor... justamente frente al espejo. Este es el comienzo poco conocido de la leyenda. A partir de aquí, existen diferentes versiones. Está la que cuenta que en lugar de 9 veces, sólo hay que repetirlo 3. Pero todas las leyendas se desarrollan igual:

La leyenda dice que a cualquier persona que se ponga frente al espejo y repita 3 o 9 veces (según la versión) el nombre de Verónica, ésta se le aparecerá. Tampoco se sabe que pasa a partir de ahí... aunque muchos aseguran que ocurren cosas extrañas y terroríficas.

Una versión dice que la persona valiente que acceda ha esta macabra invocación, morirá, pero la otra, igual de fantasiosa, pero no menos tenebrosa, dice que podrá conversar con ella. Otra menos conocida narra que ella te dirá el día de tu muerte, y otra dice que te hará ver el momento de tu muerte. En definitiva, siempre según la leyenda, Verónica continúa en los espejos para matar, asustar o advertir a los audaces que se atrevan a llamarla y perturbar su estancia en el más allá por desafiar a los espejos... curiosamente, lo último que ella hizo en vida. Quizás el enorme éxito de esta leyenda sea la mezcla de varios componentes: la simbología de los espejos, la leyenda de una niña muerta y la imaginación de los adolescentes.

Para los mayores esta leyenda no es más que una habladuría entre amigos que se reúnen en una noche oscura que parece invitar a contar esta clase de historias. Seguro que para usted también lo será. Como también para todos los que nos escuchan esta noche, y que se encuentran al otro lado, pero no del espejo, sino al otro lado de la radio, y que a buen seguro estarán atentos a este relato.

Cierto es, y debo reconocer, que nunca he tenido el valor de ponerme frente al espejo y repetir el nombre de Verónica. Y es curioso, porque tengo la certeza de que todo esto es simplemente lo que muchos piensan: una leyenda urbana. Pero a pesar de ello, sigo sin tener el valor de hacerlo y verificarlo.

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Pero, para finalizar les pediría algo: ¿Se atreverían ustedes ha realizar dicha invocación en mi lugar? ¿O quizás prefieran que todos, ustedes y yo, al unísono, pronunciemos su identidad? Sólo tienen que ponerse frente al espejo y repetir su nombre nueve veces…
Verónica... Verónica... Verónica...