El niÑo que habitaba mi casa

Después de un tiempo me decidí a contarles nuestra experiencia, si bien es un poco larga, esta debe ser relatada de esta manera a objeto de entender los momentos que vivimos y poder comprender en su contexto los difíciles momentos que vivimos.

En el mes de septiembre de 2008, con mi esposa y mi hija nos cambiamos de casa y arrendamos una vivienda en un sector central y tranquilo de la comuna de San Miguel, al visitar la casa antes de la firma del arriendo, si bien mi esposa reparo en un detalle al cual yo no tome mayor importancia en ese momento dada la premura por cerrar el contrato, ella me hizo notar lo húmeda y oscura de la vivienda, algo que menciono por cuanto posteriormente tomaría sentido.

Una vez instalados, desde el primer momento mi esposa se sintió intranquila en la casa, e incluso mi hija la tuvimos que cambiar dos veces de pieza, ya que sin decirnos nada, no le gustaba dormir sola, uno dice que son cosas de la edad, sin embargo a poco andar la intranquilidad nos empezó a tocar todos durante el transcurso de los meses venideros.

Es así, como una tarde estando solo en el sofá, escucho ruidos en el pasillo, yo estaba leyendo un libro cuando siento que acarician mi pelo en dos oportunidades, no le tome mayor importancia ya que algo parecido había vivido cuando niño, e incluso no se lo mencione a mi esposa.

Sin embargo, varios eventos se fueron haciendo habituales, incluso en reuniones familiares, en que otras personas también se sintieron tocadas, en todos los casos que menciono de caricias les ocurrió a personas mayores de sexo masculino. Como dato adicional quienes visitaban nuestra casa muchas de ellas al ingresar a ella no se sentían a gusto, estaban intranquilas y siempre la describían como una casa sin luz.

Ya transcurrido un par de meses, el tema finalmente lo abordamos con mi esposa, quien me pidió que nos cambiáramos de vivienda, tema no menor ya que los contratos son anuales y recién llevábamos un par de meses habitándola, fue ahí cuando me contó que constantemente sentía ruidos y veía sombras, yo también las había visto pero no se lo había dicho, otro dato a mencionar es el constante agotamiento que sentíamos ambos.

A esas alturas ya habíamos averiguado con los vecinos, que esa casa un mes antes de que llegáramos ha habitarla, había fallecido un niño de 15 años (Cáncer), si bien este niño no falleció en la vivienda, los últimos cuatro meses de su vida los vivió en esa casa junto a su madre y su abuela.

Para mi el tema se tornaba complicado, ya que si bien sentía su presencia, este era un tema llevadero por mi parte, siempre le decía en tono de broma a mi esposa que el niño (su espíritu) no molestaba, bueno gran parte del día era mi esposa quien estaba en la casa sola, ya que mi hija llegaba tarde del colegio y yo por mi parte, solo llegaba en las noches, incluso llego al punto que mi esposa opto por pasar gran parte del día donde su mamá, y solo llegaba minutos antes que yo llegara a la casa.

Sin embargo fue durante el mes de febrero de este año, que algunos eventos se tornaron intranquilizadores, esto paso durante mis vacaciones, estos eventos se sucedieron principalmente de noche, los ruidos eran constantes, y el sentir que alguien te toca se torno en algo habitual, pero lo que más nos complico fue que mi esposa empezó a sentir susurros durante la noche.

Fue durante esas semanas, que recibimos la llamada de un sobrino de mi esposa, el cual vive en el extremo sur del país al menos hace unos seis años, y del cual no habíamos tenido noticias hace bastante tiempo, resulta que la pareja de este sobrino trabaja en la técnica de la sanación con las manos entre otras cosas, bueno dentro de la conversación mi esposa le comento a este sobrino de las cosas que estaban pasando en la casa, a lo que el contesta que durante la noche la llamaría para inquirir mayores antecedentes.

Efectivamente esa noche este sobrino volvió a llamar, enterándose de todos los acontecimientos que estaban pasando, frente a eso nos solicito que durante la noche, eso fue alrededor de las 21:00 hrs. dejáramos vasos con agua distribuidos en toda la casa, uno de esos vasos debía estar al lado de un espejo, y que al cabo de unas dos horas volvería a llamar, así fue como mi esposa hizo lo solicitado, yo al menos reaccione con cierto escepticismo de lo que estaban haciendo, sin embargo accedí a que realizasen este procedimiento si así puede llamarse, ya que a esas alturas la preocupación que sentíamos se estaba tornando inmanejable, especialmente llegada la noche, no era miedo propiamente tal, pero son sentimientos difíciles de describir.

Durante esas dos horas, se sintieron bastantes ruidos, especialmente en las piezas, sin embargo nos habían advertido que escucharíamos esos ruidos, devuelto el llamado telefónico, me encontraría con la primera sorpresa y mi escepticismo se desvanecía por completo, Eduardo voy a llamar a este sobrino, nos describe el sector donde habitamos, es decir el exterior de la vivienda, para después describirnos claramente la casa incluida su distribución, esto no tendría mayor relevancia si es que no recordamos que ha este familiar no lo vemos hace mas de seis años.

En lo principal, nos relata que efectivamente esta el alma de un niño de aproximadamente 15 años que habita en la casa, incluso nos da su nombre y su descripción física, situación que al día siguiente corroboramos con los vecinos que lo conocieron, nos plantea que este niño se encuentra sufriendo, incluso se le ve constantemente llorar en una de las piezas, ya que habían principalmente dos hechos que lo mantenían aún unido a este plano, el primero de ellos era su madre la cual si bien la enfermedad que afecta al niño era de desenlace previsible, los acontecimientos que sucedieron a su fallecimiento fueron de rápido desenlace, el segundo fue un tema no revelado a mi sobrino el cual nos encargo que buscáramos la forma de contactar a su madre para requerir otros antecedentes, ya que era muy importante cerrar los círculos que quedaban pendientes, y así evitar algo así como un enfrentamiento que obligara a expulsar el alma desde la casa.

Fue así que después de dos días, nos decidimos llamar a la corredora de propiedades, la cual era la única persona que nos podría dar algún dato para contactar a los antiguos arrendatarios, fue así que después de mucho pensar de que forma íbamos a plantear el tema, dada la incredulidad existente para estos casos, es que tuvimos la suerte de hablar con una de las trabajadoras de la corredora, quien además era muy religiosa y creyente de los hechos paranormales si es que así puede llamarse, fue ella quien contacto a la abuelita de este niño, quien le anticipo que recibiría nuestro llamado.

Ese mismo día, mi esposa hablo con la abuelita, al cual se le explico el motivo de nuestra llamada, y cuyo objetivo principal era contactar a la madre del niño, si bien tuvo la deferencia de escuchar atentamente a mi esposa, nos solicito que no intentáramos ubicar a su hija, ya que se encontraba con una profunda depresión, dado que además era el único hijo y nieto a su vez, por lo que el duelo se vivía como el primer día, y que nos contactaría al día siguiente, nos quedo ese sabor que no recibiríamos devuelta el llamado, hecho que fue efectivo, sin embargo nos sirvió para enterarnos que poco antes de morir, hubo una discusión muy fuerte en la casa, en la que se vio involucrada la madre y el padre, y en la cual también intervino este niño, un hecho importante es que el padre no vivía con el niño, y frente a ese acontecimiento al parecer el niño se sentía culpable.

Un día después de esta conversación, hubo un hecho que no había ocurrido de la forma en que se venían sucediendo los acontecimiento, hecho que finalmente gatillar el desenlace de esta historia, ya les había comentado que mi esposa durante las noches sentía susurros en su oído, nos explicaron que esto es producto de que como es lógico las almas no tienen cuerdas vocales, y muchas veces ellos tratan de contactarnos de alguna forma, pues bien, durante la tarde de ese día nuevamente recibimos el llamado de este sobrino para enterarse de las gestiones que habíamos tenido con la familia del niño, fue durante esa llamada que mi esposa comenzó a sentir los susurros de forma muy insistente, susurros que incluso fueron escuchados a través de la línea telefónica y que provocaron en mi esposa un alza de su presión y su casi desvanecimiento, acompañado de un cansancio general que hasta ese momento no lo había sentido, situación que fue contrarrestada con fuertes rezos al otro lado de la línea telefónica.

Frente a eso, mi sobrino junto a su pareja optaron, por así decirlo expulsar al niño de la casa, para lo cual nos solicito que repitiéramos la rutina de los vasos, esta era ya su cuarta visita, y nos pidió que no nos preocupáramos y que tratarían de hacer lo mejor para el niño, ha esas alturas para nosotros era muy importante que el niño se fuera en paz habiendo cerrado los círculos que aún estaban pendientes.

Durante esa noche, se volvieron a sentir ruidos, no muchos, pero los adjudicamos a la visita que hacían nuestros sobrinos, fue así que solo volvimos a tener noticias a la noche del día siguiente, cuando nos llaman y nos indican que el espíritu ya no estaba en la casa, y que no podíamos estar tranquilos, solo nos dieron algunos detalles, pero para nuestra tranquilidad, antes de partir, al niño lo trasladaron a la casa de su madre, en el sector rural de la comuna de Rengo, no me pidan que les diga como lo hicieron porque esos detalles no los se, lo concreto fue que a partir de esa noche no tuvimos más problemas, nos solicitaron que botáramos todos los espejos que hubiesen estado en la casa ha nuestra llegada, ya que estos son portales, y que compráramos mirra e incienso blanco ya que las murallas se impregnan de las malas energías, el llanto y de otras cosas.

Ese día domingo asistimos a misa y lo inscribimos en la oración que se hace a los difuntos, tengo que reconocer que soy creyente pero como se dice habitualmente a “mi manera”, sin embargo a partir de esta experiencia me he acercado más a Dios incluida mi familia, la casa inexplicablemente y así lo confirman nuestras visitas ya no tiene ese frío húmedo que era fácilmente perceptible, es una casa luminosa ya no es sombría e incluso nuestro animo y el cansancio del cual siempre nos quejábamos cambio. Esa es mi experiencia la cual espero no volver a tenerla al menos con alguien a quien no conozca.

 

Próximamente tendre de visita a mi sobrino, ahí podré saber mayores detalles de como ellos utilizan el agua para transportarse.