la casa embrujada de ñuñoa

INCENDIO DEJÓ BAJO LAS CENIZAS A LAS TÉTRICAS HISTORIAS DE LA MANSIÓN MUJICA
Ardió la casa embrujada de Ñuñoa

Por años fue el centro de sucesos paranormales y mitos urbanos de la capital. Gracias a su imponente arquitectura, estaba pronta a convertirse en un restaurante. Pero un siniestro, aparentemente intencional, terminó por destruir su misterioso pasado.


Ni los fantasmagóricos espíritus del más allá ni el Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa que representa a los del más acá, pudieron evitar ayer que la Mansión Mujica, más conocida como la mítica “casa embrujada”, ardiera sin clemencia.
La añosa construcción ubicada en las esquinas de Avenida Grecia, San Eugenio y Matta Oriente, centro de inefables seres y cuanto mito urbano circulaba por Santiago, fue envuelta por las llamas -a juicio de los expertos- intencionalmente.
Según el fiscal adjunto de las comunas de Ñuñoa, Providencia y La Reina, Carlos Gajardo, se descartó que el siniestro, iniciado cerca de las cuatro de la madrugada, fuera provocado por una falla eléctrica.
“La información que tenemos es que podría tratarse de un incendio intencional. Es de conocimiento público que esta es una casa abandonada y la principal causa de incendio, que pueden ser los cortocircuitos, en este caso está descartada”, aseguró.
¿Cuál fue el motivo? Esa es la incógnita que aún no logra descifrar bomberos. Lo que sí está claro es que la intención de los pirómanos fue destruir por completo la famosa mansión.
“La destrucción es total, se trata de un incendio muy violento, que consumió la propiedad de forma completa, así que todavía estamos investigando sus causas y el punto en donde se originó”, explicó el comandante del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa, Denis Cohn.
El voluntario agregó que pese a que surgió el rumor de que el fuego comenzó en la cúpula de la mansión, “ésta tiene un efecto chimenea y las llamas pueden haber comenzado en distintos puntos. Ya entrevistamos al nochero de la casa para que nos entregue antecedentes de lo ocurrido”.
La casona ha atraído por décadas a curiosos dispuestos a escuchar las tétricas historias que circulan a su alrededor y también a turistas, ávidos por captar a través de la cámara fotográfica alguna silueta merodeando por una ventana.
Por eso y para evitar que algún curioso sufra un accidente, Cohn llamó a tener precaución con acercarse más de la cuenta, porque “el lugar quedó en condiciones muy peligrosas. Hay riesgo de derrumbes de techos y paredes, pero se han tomado todas la precauciones necesarias para cercar el lugar”.
Fantasmal pasado
La maldición que se cierne sobre esta vivienda es de antigua data. Su imponente estilo arquitectónico llamó la atención desde que fue construida en 1915 por la familia Suárez Mujica, sobre un terreno de mil 600 metros cuadrados que albergaría a los patrones del gran fundo que por ese entonces era Ñuñoa.
La nieta del primer propietario de la casona, Elvira Suárez de Mujica, vivió allí hasta hace poco más de una década. Tras fallecer, la propiedad pasó a manos de sus siete hijos, quienes decidieron no residir en ella y dejarla a cargo de la corredora Charles & Aubry.
Por años, la mansión estuvo a la venta, sin que se concretara algún negocio. Aseguran que por su elevado precio. Otros prefieren atribuir la mala racha a los fantasmas traviesos que ahuyentaban a los futuros huéspedes.
La última noticia que se tuvo de la casa fue a principios de este año, cuando la empresa de remates Macal se hizo cargo de la vivienda para darle un mejor uso.
La mansión fue avaluada en una postura mínima de $148 millones y vendida finalmente el pasado 27 de julio en $300 millones, a compradores que pidieron mantener el anonimato. Pese a que se la recuerda por su aspecto lúgubre y mal cuidado, se especula que sería remodelada para convertirse en un restaurante y centro de eventos. Eso hasta que esta madrugada, y tras sentir algunos ruidos extraños, el nochero que cuidaba la casona, advirtió que el fuego ya era incontrolable y huyó del lugar.