Vivía en la calle Preciados y frecuentaba la noche. Me encantaba estar en ese ambiente de los que fumaban porros, las prostitutas, los borrachos, serenos; iba por los bares de la calle Montera y de Fuencarral, donde estaban los gays y lesbianas; tenía una vida sexual muy activa y me quedé embarazada a los 17», comenta Elsa, originaria de La Rioja. Querer sacar a su hijo adelante fue lo que la impulsó a aceptar llevar un paquete con droga a Canarias, por lo que le ofrecían una gran cantidad de dinero. La Policía la detuvo y estuvo tres años presa en la antigua cárcel de Yeserías Por alli , conocio la iglesia... Una vez fuera de la cárcel participó de un encuentro de la Confraternidad Carcelaria de España Un mes después del encuentro participó en la Asamblea Nacional de la Renovación Carismática Católica. Un preso le pidió que lo acompañara a la «intercesión Ya no era la misma, el Señor me había transformado».«Entonces me di cuenta de que mi vocación y el Señor habían estado siempre. Pero pensaba que no podía ser monja por mi hijo El hijo de Elsa, ya con 18 años, ingresó en el Ejército, y entonces se sintió libre de responsabilidades para entrar al convento