Se trata de una orden religiosa católica de monjas que ha sido denunciado por torturar y humillar a niños durante 70 años. Las Hermanas de la Misericordia es una orden religiosa católica que se instaló en Dublín, Irlanda, y que hoy ha sido denunciada por abusos sexuales, físicos y sicológicos a niños en riesgo social. Esta orden operó en el internado de Goldenbridge en Dublín, de manera impune durante 70 años, torturando a niños en riesgo social que se suponían debía amparar. Finamente la verdad se destapó gracias al Informe Ryan, un documento que detalló estas prácticas inhumanas llevadas a cabo en este establecimiento para niños. El origen Catherine McAuley fue quien en China en 1831 fundó la orden católica de las Hermanas de la Misericordia. Rápidamente esta congregación se expandió a distintas partes del mundo, entre ellos, en Dublín, Irlanda. Entre sus votos, las hermanas juraban castidad, obediencia a Dios, pobreza y también estar al servicio de los más necesitados. Sin embargo, específicamente en la institución mantenida en Dublín, lo que debía ser un hogar para niños y mujeres se convirtió en un verdadero centro de torturas. Se registra que las mayores denuncias de maltrato físico y sexual a los niños fueron a partir de los años 40 y continuaron hasta pasada la década de los 80. No obstante, a lo largo de la investigación se descubrió que existen antecedentes de este tipo de torturas desde 1914. También se ha descubierto que estas monjas administraban lo que se denominó como lavanderías de la Magdalena, el lugar donde se recluían a los niños para someterlos a distintos tipos de humillaciones y maltratos. Incluso el informe Ryan indica que el tipo de castigos eran perversos, severos, arbitrarios e impredecibles. Además indica que al momento de hacerse público este tipo de denuncias, la congregación estaba más preocupada del escándalo que podía implicar que esto saliera en los medios, más que el bienestar de los menores. Tras conocerse este informe, y como una forma de compensar a las víctimas, las Hermanas de la Misericordia anunciaron que destinarán 128 millones de euros para indemnizar a quienes padecieron de estas torturas. Ha sido tal el impacto de esta situación que incluso en el año 2000 llegó esta perversa historia a la pantalla grande