Un caballero en el tablón La prohibición de entrar lienzos y bombos a las canchas, que vino de la mano del programa Estadio Seguro, hizo que un hincha de la UC se replanteara su papel. Luego de varias vueltas, decidió empezar a ir a los partidos de su equipo vestido como un caballero de las cruzadas. Le pidió a una costurera, que hace sotanas, confeccionar su traje y hoy es todo un símbolo. -¿Me lo pongo o no me lo pongo? Estadio San Carlos de Apoquindo, galería Mario Lepe. Primer fin de semana de mayo de este año. El hombre sentado sobre el tablón, que en la semana trabaja como jefe de despacho en un frigorífico de Rancagua, mira su bolsa de plástico. Adentro hay una máscara plateada y una suerte de toga, que el mismo hizo con una vieja bandera. El hombre se siente nervioso, inseguro. No sabe qué hacer. Finalmente decide pararse, ponerse el casco, la túnica blanquiazul y agarrar el escudo de cartón. Escucha unos gritos en las filas de atrás. Se da vuelta y todo ese sector de la galería le entrega aplausos y cantos de apoyo. Varios bajan a tomarse fotos con él. Han visto por primera vez al caballero cruzado. Y el caballero cruzado, por primera vez, se reconoce a sí mismo como naciente símbolo del equipo de sus amores. En la cancha, en esa tarde dominical de mayo, Universidad Católica golea por 5-0 a Cobresal en San Carlos. Ha nacido el caballero cruzado de la UC. El escudo del caballero cruzado dice Mostazal, en referencia a San Francisco de Mostazal, el pueblo de la VI Región donde el caballero vive junto a su esposa y sus dos hijas. De entrada, el caballero dice que no va a dar a conocer su nombre verdadero para no romper la mística de su personaje. Por la misma razón, tampoco quiere sacarse fotos a cara descubierta. -Yo tengo 43 años. Pero para todos tengo 1.234 años. -¿Por qué 1.234 años? -Porque es un número fácil de recordar. 1, 2, 3, 4 -recita. En su cabeza, el caballero ha armado toda una historia para acompañar a su personaje y la edad que dice tener. Al abrir las puertas de su casa, parte de un proyecto social que fue ampliando habitación por habitación, se refiere al lugar como castillo. Y cuando presenta a su señora, se refiere a ella como doncella. Su living, el cual calienta con una chimenea Bosca, tiene varios objetos decorativos con referencias a la UC: vasos, insignias, banderas y una pequeña figura de un monje medieval con los colores de la franja. De una muralla cuelgan un par de espadas cruzadas que recuerdan a su personaje de caballero medieval. La idea de disfrazarse para ir al estadio surgió luego de que el programa del gobierno Estadio Seguro prohibiera la entrada de lienzos y bombos al estadio. El caballero, que siempre viajaba junto a 15 hinchas cruzados desde San Francisco de Mostazal, se propuso encontrar una manera de seguir aportando colorido a la galería. Disfrazarse de caballero cruzado, un emblema que no ha sido mayormente utilizado por la UC, pero que siempre ha dado vueltas en las mentes de los hinchas, fue su opción. Tuvo acogida inmediata. Parte de esa reacción se vio hace unos domingos atrás, en el partido contra OHiggins de Rancagua, cuando el caballero tardó casi 15 minutos en llegar a los controles para entrar a la galería Mario Lepe. Antes, una veintena de hinchas -incluidos un par de seguidores del equipo rancagüino- hacían fila para tomarse fotos con él. Fernando Acevedo, parte de los cruzados de Mostazal, dice que el caballero se ha convertido en una especie de superhéroe: Él es muy tranquilo, pero cuando llega al estadio y se disfraza, es como si fuera Hulk. Todos lo quieren a su lado. Le ofrecieron ponerse al centro mismo de la barra, debajo del marcador. En cada control policial, el caballero cruzado pide que no le saquen el casco ni la ropa para no matar la ilusión a los hinchas. Y que si lo van a hacer, que lo hagan en privado. Al principio me hacían desvestirme entero. ¿Cómo se les explica eso a los hinchas más chicos? Me pasó una vez en que los carabineros me hicieron a un lado. Cuando llegué a casa, tenía mensajes de niños preocupados en mi página de Facebook. En el traje no ha gastado más de 10 mil pesos. El casco y el escudo son de cartón. Y la túnica, que en su debut como caballero fue hecha con una vieja bandera, ahora se la hace gratis una costurera hincha de la UC, que en San Francisco de Mostazal es conocida por hacer las sotanas de los curas. El caballero sólo compró la tela. También se ha preocupado de leer sobre su personaje. Cuando los caballeros van a las cruzadas, siempre van con la cruz en el pecho. Y cuando se van derrotados, se ponen la cruz en la espalda. Esa parte yo no la hago. Eso sí, yo siempre llevo la cruz en el pecho. Mi idea es dar la imagen de que soy el guardián de la barra. Media hora antes del partido me paro al medio, debajo del marcador, y me pongo en posición firme. La fiebre por la UC surgió mucho antes de convertirse en caballero de Mostazal. Toda su historia siguiendo al equipo se remonta a un fragmento de memoria básico, pero fundacional. -Mi abuelo vivía en Salesianos, cerca del Parque OHiggins, y tenía un taller de volantines. Cuando tenía seis años, pillé la puerta entre abierta y pasé. Y de todo lo que vi, lo que más me llamó la atención fue un banderín. Mi abuelo me pilló, me dijo qué estay haciendo, con tono duro. Le pregunté qué era eso, apuntando al banderín. Y ahí se ablandó: me mostró revistas Estadio, la camiseta, me llevó a Santa Laura y me gustó la franja azul. No paré. Recién casado llegó a San Francisco de Mostazal, el pueblo de su señora. Y de a poco fue juntando un grupo de hinchas cruzados para viajar a ver al equipo, aunque ese gusto sea relativamente caro. Por eso hacen rifas y pagan cuotas mensuales. Además, tienen padrinos que les aportan fondos. Una señora aquí tiene un bazar y es fanática de la Católica, pero no puede ir al estadio. Entonces nos pasa cinco, 10 lucas al mes, para que podamos ir nosotros. Así se genera un fondo. Hay otro que hace un año que no puede ir a ver al equipo porque tiene turno en el Teniente los fines de semana. Pero igual paga su cuota. El caballero cruzado se mueve entre La Serena y Concepción cuando hay que ir a regiones. Los viajes más largos le complican por su trabajo en el frigorífico. Pero es en esos viajes donde el caballero va viendo lo que provoca en los hinchas. En San Felipe se le acercó una mujer, quien le dijo que su hijo lo quería conocer, pero que estaba nervioso de acercarse. Cuando la mujer se lo presentó, vio que el niño, de unos ocho años, llevaba capa, casco y escudo. Era una mini versión de él. -En Talca se me acercó un carabinero y me preguntó si podíamos hacer como si estábamos conversando y de lejos vi a otro carabinero listo para sacar una foto. Yo le pregunté si quería una posando y me dijo que le encantaría, que era hincha de Católica. Fue raro, pero asumo que él no me quería complicar a mí al frente del resto de la barra. Su señora, con quien tiene dos hijas de 14 y 21 años, es su coordinadora a distancia. Cada vez que lo enfocan en televisión, ella le dice por celular dónde están las cámaras, que suba o baje el escudo. Que los fines de semana se escape a los partidos no le complica mayormente. -Es la única entretención que tiene -dice ella. -Y yo conocí a la Católica antes que a ella -remata el caballero cruzado. El caballero cuenta que un muchacho de Concepción viajó hace poco a Mostazal para conocerlo; y que para el último partido con Unión Española pudo llevar a Jean al estadio, un guardacruces de trenes de Requinoa que tiene su mediagua pintada con los colores de la UC, pero que nunca había viajado a ver a su equipo jugar en Santiago. El caballero dice que se da por pagado con ese tipo de cosas, pero que secretamente alberga un sueño mayor: Que un día todos los cruzados lleguemos al estadio vestidos de caballeros. Daríamos la vuelta al mundo, ¿no?. Fuente: http://diario.latercera.com/2012/09...l/34-117999-9-un-caballero-en-el-tablon.shtml
igual corajudo el tipo de disfrazarse, dios quiera algun dia vuelvan los liensos y bombos wn. saludos
Que lije las puntas del escudo, no valla a ser cosa que le raje el paño a un weon... Que caiga estadio seguro luego.
Que buena, ojala el futbol vuelva a lo de antes, maneras de expresarse y que alguien de la contra no te apuñale o te peguen a la maleta. De poder vestirse y representar al equipo de tus amores. Todo calza.....
me parece genial este personaje cuando sale en los partidos, un verdadero hincha, como aquel recordado loro de Wanderers. PD. para que se acabe lo del estadio seguro los chilenos deben comportarse, osea, nunca pasara