[OPINION] Retiros prematuros del fútbol: La salud está primero

Los retiros de Luis Flores Abarca y Mauro Padilla de Ñublense por problemas cardíacos son un hito en el fútbol nacional, aunque ejemplos hay muchos en el mundo. Pero también hay casos donde a pesar de complicaciones de salud la carrera siguió. ​

Cuando un futbolista comienza su carrera, aspira a jugar, por lo menos, hasta los 35 años. Sin embargo, Luis Flores Abarca y Mauro Padilla, ambos jugadores de Ñublense, tuvieron que abandonar la práctica profesional del deporte un poco antes de tiempo. El primero tiene 28 años y el segundo 23. El denominador común de los dos retiros fue un problema cardíaco.​

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Un hecho así no es el primero en Chile ni mucho menos en mundo. Esa es, quizás, una prueba más de que en el fútbol es imposible inventar la rueda. Algunos jugadores han tenido más suerte y sus carreras pudieron seguir con normalidad pero, en contraparte, otros tantos terminaron abruptamente con su vida dentro de una cancha, como el camerunés Marc Vivien Foé o el húngaro Miklos Féher.​

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Sin ir más lejos, el año pasado hubo un futbolista que no pudo seguir dedicándose profesionalmente al fútbol. Sebastián Barrientos debió dejar Universidad Católica cuando tenía 21 años a raíz de un tromboembolismo pulmonar que ponía en serio riesgo su integridad en caso de seguir ligado a la actividad. Actualmente colabora en las series menores del cuadro 'cruzado'.​

Estas afecciones no distinguen lugar geográfico, edad, potencial, club ni nada. Sólo se manifiesta. El argentino Marcelo Bravo era un promisorio volante por la izquierda en el Vélez Sarsfield campeón de 2005, pero debió abandonar el fútbol por un problema cardíaco recién a los 21 años. Incluso, fue al Sudamericano Sub 20 de Colombia en 2005, que clasificó a Chile –con Matías Fernández, Fernando Meneses y José Pedro Fuenzalida, entre otros- al Mundial de Holanda.​

"Sé que mi vida como futbolista ya es cosa del pasado, pero quién sabe qué pasará con la ciencia de aquí a tres años más. No he perdido la esperanza de volver a jugar", contó Bravo dos años después del abandono del deporte. El zurdo siguió ligado a Vélez y colabora en las divisiones menores del 'Fortín'.​

Cabe destacar, eso sí, que ninguno de los futbolistas nombrados estuvo tan cerca la muerte como el español Rubén de la Red. El 30 de octubre de 2008, en un partido de su equipo, el Real Madrid, ante el Real Unión por la Copa del Rey, el mediocampista español se desplomó sobre el campo de juego del estadio Gal. A pesar de que fue tratado por diversos médicos, el ex Getafe no pudo superar las fallas de su corazón y anunció su retiro en noviembre de 2010.​

LA SUERTE DE NWANKWO KANÚ​

El delantero nigeriano Nwankwo Kanú puede contar una versión diferente en esta historia. En 1996, cuando jugaba en Inter de Milán, le descubrieron una falla muy grande en una de sus válvulas de la arteria aorta. Una operación y su retiro del fútbol fueron dos medidas que los médicos tratantes le recomendaron tomar inmediatamente.​

Su futuro estaba lleno de esperanzas. La medalla de oro que consiguió junto con la selección nigeriana en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 ante Argentina, dejaba claro que Kanú iba para crack. Y todo cayó de golpe. O, al menos, eso pareció. ​

En abril de 1997, los cardiólogos que participaron en la recuperación que el nigeriano hizo en Cleveland autorizaron al atacante a volver a disputar partidos profesionalmente. El Arsenal, West Bromwich Albion y el Portsmouth, donde está actualmente, fueron sus equipos desde entonces.​

El caso del africano no es el único. También el español Sergio Sánchez pudo continuar jugando regularmente. El lateral derecho del Sevilla estuvo desde enero de 2010 hasta el 29 de diciembre de ese mismo año sin poder entrar a la cancha, pero una operación en Hamburgo corrigió óptimamente la dolencia cardíaca que el canterano de Real Madrid sufría. Fue gracias a que se detectó a tiempo que el elenco andaluz no tuvo la re-edición de la trágica muerte de Antonio Puerta.​

Seguramente fue una difícil decisión para cada uno de los futbolistas que dejaron de lado su pasión y, cómo olvidarlo, su trabajo a raíz de privilegiar su salud. El porvenir de cada uno de ellos seguramente tendrá esta historia como obligatoria si es que alguna vez deciden escribir o autorizar su biografía.​

En tanto, Padilla y Flores Abarca privilegiaron su salud y quizá ni siquiera puedan participar en un partido de futbolito con sus amigos. De todos modos, les servirá para terminar con sus vidas de forma diferente a la de los paraguayos Víctor Hugo Ávalos, ex Deportes Temuco, y Sixto Rojas, ex Deportes La Serena, quienes fallecieron mientras hacían lo que seguramente mejor sabían: jugar fútbol.​

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