[h=3]16 consejos para quien quiera escribir libros[/h] Adolfo Bioy Casares contó en un número especial de la revista LHerne que Borges, él mismo y Silvina Ocampo proyectaron escribir a seis manos un relato ambientado en Francia y cuyo protagonista hubiera sido un joven escritor de provincias. El relato no llegó a escribirse, pero de aquel intento ha quedado algo que pertenece al propio Borges: una irónica lista de dieciséis consejos acerca de lo que un escritor no debe nunca poner en un libro. Ahí va este curioso inédito borgiano: En literatura es preciso evitar: 1.- Las interpretaciones demasiado inconformistas de obras o de personajes famosos. Por ejemplo, describir la misoginia de Don Juan, etc. 2.- Las parejas de personajes groseramente disímiles o contradictorios, como por ejemplo Don Quijote y Sancho Panza, Sherlock Holmes y Watson. 3.- La costumbre de caracterizar a los personajes por sus manías, como hace, por ejemplo, Dickens. 4.- En el desarrollo de la trama, el recurso a juegos extravagantes con el tiempo o con el espacio, como hacen Faulkner, Borges y Bioy Casares. 5.- En las poesías, situaciones o personajes con los que pueda identificarse el lector. 6.- Los personajes susceptibles de convertirse en mitos. 7.- Las frases, las escenas intencionadamente ligadas a determinado lugar o a determinada época; o sea, el ambiente local. 8.- La enumeración caótica. 9.- Las metáforas en general, y en particular las metáforas visuales. Más concretamente aún, las metáforas agrícolas, navales o bancarias. Ejemplo absolutamente desaconsejable: Proust. 10.- El antropomorfismo. 11.- La confección de novelas cuya trama argumental recuerde la de otro libro. Por ejemplo, el Ulysses de Joyce y la Odisea de Homero. 12.- Escribir libros que parezcan menús, álbumes, itinerarios o conciertos. 13.- Todo aquello que pueda ser ilustrado. Todo lo que pueda sugerir la idea de ser convertido en una película. 14.- En los ensayos críticos, toda referencia histórica o biográfica. Evitar siempre las alusiones a la personalidad o a la vida privada de los autores estudiados. Sobre todo, evitar el psicoanálisis. 15.- Las escenas domésticas en las novelas policíacas; las escenas dramáticas en los diálogos filosóficos. Y, en fin: 16.- Evitar la vanidad, la modestia, la pederastia, la ausencia de pederastia, el suicidio. copie el tema de otra web y lo traje aqui para que lo comentemos, saludos.
Dicho y hecho, el tema se reabre y está limpio para partir de cero para que sea analizado de forma fría y respetuosa.
El tema es que Borges no quiso hacer una especie de manual explícito, referente a las consideraciones que un autor debe tener en cuenta para escribir o, más bien, cosas que no debería incluir. Podría hacer un extenso desglose de los 16 puntos; pero todo se reduce a algo más o menos elemental: Si bien toda obra está influenciada por un catastro obras anteriores (a eso me refería con evento catastró-fico. Evento, porque es en el momento en que el autor escribe, cuando esas obras y lecturas anteriores, convergen en una obra nueva y original), no podemos remitirnos sólo a copiar modelos anteriores de los autores paradigmáticos de la Historia de la Literatura. Borges ironiza al respecto, para dar cuenta del mal gusto y falta de creatividad, además de los errores típicos de los autores menores, quienes se remiten no sólo a copiar modelos literarios, sino que formas lingüísticas (estilo), modos de abordar los personajes o copias vulgares de los mismos. También deja lo suyo a esos autores que escriben libros susceptibles de ser interpretados como películas o ilustraciones, creo que a J.K. Rowling, a Isabel Allende, Stephenie Meyer, etc. Les queda la bota perfectamente. Claro que no se trata específicamente de los libros que se han convertido en cine; sino más bien era una crítica a la literatura comercial de la época. El autor no está ajeno al canon; pero también está llamado a innovarlo, a producir una nueva e interesante discusión literaria con su obra. Que quede claro que el autor no está en contra de las formas de Cervantes, Dickens, Cassares, etc. Sino que se refiere a quienes tratan de imitarlos.
Siempre he putiado a quienes tratan de poner límites a la escritura, me da rabia cuando se creen soberanos de la literatura y dicen: esto si, esto no. Si quieres escribir de abajo para arriba, hazlo! siempre habrá alguien que reciba y comprenda lo que haces.
Primero: La palabra es puteado, no putiado. En cuanto al tema, Borges está haciendo todo lo contrario a lo que planteas. Está hablando de innovar y no estancarse intentando imitar el estilo del Quijote (que su estilo en sí ya es una burla), por ejemplo. Ahora, habría que realizar un análisis un poco más meticuloso para hacer ver el espíritu del escrito de Borges, que no olvidemos es una simple ironía dedicada a los escritores/lectores y no pretende en ningún caso establecer una verdad absoluta frente a lo que debe ser la Literatura. No es un tratado estilístico o canónico; sino más bien una serie de observaciones, frente a recurrencias propias de autores faltos de una poética más o menos madura y personal; por ello se apoya de ejemplos burdos y paradigmáticos, que son fácilmente reconocibles y manifiestan este tono humorísticoque el autor propone desde el principio. Además, la crítica literaria se hace cargo de estos problemas, es su trabajo. Incuso mucha de la Literatura Poética (para diferenciarla de las también llamadas literaturas: Científica, crítica, filosófica, etc.), como la narrativa o la poesía, también se encargan de este tipo de cosas, como el mismo cuento de Borges "El Aleph" o un caso un poco más alejado, pero complementario en "Pierre Menard, Autor del Quijote". El hecho mismo de intentar traducir la realidad a lenguaje, implica una autodelimitación, es decir, que el lenguaje no es capaz de abarcar la totalidad y la complejidad del mundo imaginario o real. Bécker ilustra muy bien esto, en su poema "Yo sé un Himno Gigante y Extraño" o recurriendo de nuevo al autor en cuestión en su poema "El Otro Tigre". La Literatura Poética, por tanto, es un género de escritura distinto a otros, como la judicial, la enciclopédica (enciclopedias, diccionarios, manuales, etc.), entre otras. Concuerdo contigo en que cada quien puede escribir como desee; pero no todo puede ser literatura, para ello, hay que ceñirse a una serie de preceptos establecidos; de otro modo, cualquier cosa sería literatura y todos podríamos estar al nivel de Neruda, Huidobro, Rossenman-Taub, Borges, Cortázar, Joyce, Poe y que me perdonen por dejar una lista tan inmensa fuera y remitirme sólo a autores archiconocidos. La lección que pretende dar el autor es esa: Que no basta con repetir modelos o escribir cualquier cosa para hacer literatura y tampoco basta con tratar de ser demasiado original y menospreciar toda una tradición literaria de más de mil años, desde Grecia y la China Antiguas, al menos. Tampoco se trata de creerse dueños de la verdad y disculpen el ejemplo; pero si hablas de construir aviones, tampoco puedes pretender que cualquier mamarracho hecho de un par de tablas cruzadas o un bonito modelo de papel celofán pueda volar o esté a la altura del Concorde. Saludos.
en realidad, bueno un avión de papel y concorde a ambos se les considera aeroplanos. Estoy de acuerdo en que la constitución política de un país, no tiene nada que ver con una novela, o una serie de poemas. Pero no dejan de ser ambas fruto de la escritura. Claro como bien dices una es un escrito legal y las otras literatura. volviendo a la analogía de los aviones. cuando vas a diseñar un avión rápido y ligero, recurres al modelo del concorde y adaptas, quitas y pones diferentes elementos hasta llegar a un diseño nuevo. En cambio si buscas un avión grande que pueda transportar grandes cargas, te basaras en el modelo de un Hercules. Lo mismo pasa en literatura, si quieres escribir de ciencia ficción recurres a los estilos de la ciencia ficción, quitando, poniendo, adecuando, etc. Hasta llegar a una obra original. Entonces, hasta cierto punto son necesarios los modelos, pero nunca se debe copiar completamente un estilo, por muy bueno que este sea. Hay que ser originales sin tener que inventar el hilo negro. Como tu dices, los 16 de Borges, tienen cierto nivel de ironía, pero también transmiten la búsqueda de ese "justo medio" en la labor creativa.
16 CONSEJOS PARA ESCRIBIR Cualquier escritor que escriba algo así, ya sea en el modo Borges o modo Bolaño o modo que sea, me empieza a provocar cierta lejanía (lo que no quiere decir que no los lea) y me produce no querer ni siquiera tomar en cuenta la famosa lista. Sea quien sea el escritor, un gran maestro de la literatura, no gracias. El caracter irónico de este texto es obvio, y ya se ha dicho varias veces eso y para mí es secundario, porque seguirán siendo consejos, los diga de adelante hacia atras o de atrás para adelante. Ya dije que Borges era un escritor que considero sobrado y quebrado, pero que me gustan sus cuentos, como escritor es un grande. Creo que cualquier atisbo de CONSEJOS PARA ESCRIBIR no es más que un ánimo de expansión del ego. Y en Borges hay harto de eso. saludos
En el caso de esos "atisbos" de consejos para escribir algo, son necesarios; de lo contrario no existiría la estilística o cosas así. Para leer algo de este tipo, deben tener en cuenta lo que he dicho acerca de que este texto no plantea formular una verdad o mucho menos; sino que plantear una problemática y, claro, abrir una discusión al respecto, que es lo que nos queda a los desocupados lectores, a la crítica y a los artistas de la literatura. Respecto a los aeroplanos, tienes razón sinuee; pero mi ejemplo apuntaba a la calidad y no a una seudo funcionalidad, menos aún a la extensión, que hay microcuentos de dos líneas bastante más maduros que muchas pretensiones de novelas. Sé bien que el canon se determina por el gusto del crítico y el contexto histórico cultural de la concepción de la obra, entre otros elementos; pero también hay que tener en cuenta que la verdadera literatura, cumple con un papel mucho más profundo que el simple hecho de contar una historia o escribir un par de "lindos versos" o espuma. La Literatura es una labor intelectual que pretende problematizar asuntos propios de nuestra sociedad, del Hombre, de la naturaleza o el mismo lenguaje y más. Y este texto de Borges también aborda tácitamente el punto, ya que cuando se intenta copiar a los grandes, se pierde esta suerte de esencia o intención primaria del acto creativo, que está en el hecho de plantear una inquietud que parte desde el ensimismamiento o una necesidad de expresar; no de arte por arte o peor aún, de escribir por escribir.
Wilde estaría en completo desacuerdo con tu conclusión. Y "verdadera literatura" es un concepto aberrante. Además, copiar de cierto modo una estructura para crear una obra no necesariamente afecta el posible desarrollo de la obra de la forma que tú dices. Con lo demás estoy parcialmente de acuerdo, pero apoyo a Folk también. Además, signifique lo que signifique la lista, sea lo que sea que el autor haya querido expresar, toda obra, lista o acción es tanto lo que se desea que sea como lo que se interpreta que sea, incluso si las interpretaciones son erradas o alejadas del espíritu original. Incluso Borges y el más genio de los genio no puede ver o entender todo lo que implica cada acto que realiza, o expresarse siempre de forma 100% precisa en relación a lo que en su mente dibuja. Y por otro lado, un aeroplano de papel también vuela, y se basa en la simpleza del diseño, como un ultraliviano, un aladelta, etc, todas formas de vuelo que entregan su propia visión de la aventura que es volar. Calidad no es un término que se puede aplicar para compararles, pues no tiene cabida ya que la calidad es un concepto que tiene directa relación con la funcionalidad y objetivos propios de cada "producto". Mientras el avión de papel vuele, es una avión de papel de calidad. El Concorde en cambio para ser de calidad debe cumplir un millón de requisitos. Hay cosas que deben ser simples, y hay que agradecer que existan cosas simples, cosas bellas sin mayor pretensión. No todo tiene que ser un armatoste pesado y pretencioso del que sus ególatras creadores se puedan vanagloriar. Arte por arte y escribir por escribir también son válidos. Lo mismo, si consideramos que existen tantas escuelas, podemos entonces aceptar el hecho de que copiar estructura no invalida o menoscaba una obra, incluso si la idea nació de otra obra y la usa como base. Creo que tenemos que fijarnos más en el resultado que en lo que llevó a la creación de la obra en primer lugar, pies no podemos juzgar todo por el contexto de su creación o los antecedentes de su creador, la obra debe ser independiente de todo aquello incluso si depende en forma absoluta de todo aquello. Yo creo que la única forma en que deberíamos ver esta lista es como un grandilocuente declaración de la maravillosa diversidad que existe en la literatura y de que no existen fórmulas o estilos que dominen o que estén sobre otros. Se puede llegar a la cima por cualquier camino si se tiene el talento y la capacidad de esfuerzo y claridad necesarias para utilizarlo.
Ender27. No tengo demasiados puntos para discrepar contigo, la verdad es que tienes bastante razón y has mencionados aspectos que yo no. Quizá mi gran error fue comparar la Literatura con aviones y tus analogías son acertadas, aunque no abordan el punto al que me quise referir. Creo haber mencionado el hecho de que no es necesariamente bueno algo grande y parafernálico, de hecho, soy más adepto al minimalismo Bauhausiano, que de cualquier intento hacia tendencias barroças (léase bien el grafema ç). No digo que una tendencia sea mejor que otra, son cosas distintas y son, definitivamente los autores, con su madurez creativa, los que definen lo que es de más o menos calidad o profundidad estética. Como antes dije: De ser tan abierto y permisivo el concepto de Literatura, todos seríamos premios nóbeles o estaríamos discutiendo de estética con García Márquez o se estarían leyendo nuestras obras en las Universidades. El punto al que ha sido mi intención llegar es que no todo es Literatura y que hay buena y mala Literatura, el problema está en definir cuál es límite. Sé que puede ser doloroso para muchos, incluyéndome; que también intento escribir. Lo aberante es decir que cualquier cosa es arte, sólo por salir del genio creativo de alguien. Comprendo completamente las razones que me has dado y tienes bastante razón; pero también se merece algo de respeto el intelectual que ha profundizado en los problemas que menciono en el otro post y que, mediante su obra, ha logrado, si no crear nuevos paradigmas en el pensamiento humano, discutir acerca de ellos. Borges también se refiere a este tema de forma más o menos implícita en el texto que intentamos dilucidar, ya que casi siempre intentamos imitar a los paradigmas, a los llamados maestros ¿Quienes? los autores menores, claro. No se pretende medir la calidad en tanto a tamaño de una obra (en término de páginas o caracteres); sino mediante su profundidad estética, su madurez, su lucidez, etc. Claro, hay belleza en la espuma, incluso el lenguaje sin tratamiento, es hermoso o más aún, el pensamiento, antes de ser verbalizado o reducido a lenguaje, es bell. Pero el desafío está en convertir la belleza estática en una obra con vida propia, que vaya más allá de la agrupación de palabras que suenen o signifiquen bellamente, más que palabras asociadas para contar una anécdota memorable, más que la imagen metafórica que profundiza o aleja los polos del signo. El arte debe decir algo y ese algo no muere en el instante que es mencionado, sino que despierta, permanece y trasciende; causa un impacto en lo que toca y muchas veces lo transforma. No es gran desafío aprender a metaforizar, que la relación abstracta con el lenguaje la aprendemos desde que nos convertimos en Ser-es. El desafío del artista es mayor y trascendental. Este tema -como antes dije- ha sido tocado latamente por la crítica, como por los autores. Pueden leer las Cartas a un Joven Poeta, de Rainer María Rilke; Hölderlin y la Esencia de la Poesía, de Heidegger; Sobre la Función Social de la Poesía, de T.S. Elliot; Poesía y Libertad, de Cesare Pavese; Varios "No" de Erza Pound; Palabras ANtes de una Lectura, de Luis Cernuda; La Poesía de Jorge Luis Borges; Poesía y Poema de Octavio Paz; Como Escribo de Gabriela Mistral; Sobre una Poesía sin Pureza de Neruda; Escriban en el Viento de Gonzalo Rojas; Sobre el Mundo Donde Verdaderamente Habito, de Jorge Teillier; entre otros, que un poco más que nosotros sabrán estos personajes. Yo sólo puedo a remitirme a lo que con mi experiencia como lector me alcanza. Ojalá puedan leer estos o uno o dos de estos documentos y verán que el tema no se trata de ego o grandilocuencia; se trata de conocimiento. Saludos.
Eso es lo bueno de las porfiadas letras, que aunque les pasen la aplanadora por arriba, sobreviven cuando tienen algo que decir. Me alegro que el tema permaneciera a pesar de la vorágine, pues la discusión dada hasta ahora ha sido ilustrativa. Te felicito, Ogroberto, por tu paciencia en explicarnos más acerca del pensamiento de Borges. Y, parafraseando lo dicho anteriormente, y a modo de resumen se podría decir que Borges nos aconseja nunca subirnos a un avión Casa 212, porque puede haber una tragedia y de las grandes. Saludos.-