Un abogado llega tarde a un importante juicio y no encuentra estacionamiento Levanta los ojos al cielo y dice: -Señor, por favor, consígueme un sitio para estacionar y te prometo que iré a Misa los domingos del resto de mi vida, dejo las malas juntas y el vicio. Y jamás en mi vida me volveré a emborrachar.¡¡¡Y dejo de acostarme con mi secretaria, que además está casada!!! Milagrosamente, en ese momento, aparece un sitio libre, el hombre estaciona y dice: - No te preocupes Señor que ya encontré uno, pero gracias de todos modos.