Los seres humanos siempre nos hemos creído superiores. Gracias a nuestra inteligencia, hemos dominado sobre el resto de especies del planeta y nos hemos convertido en los reyes supremos, haciendo y deshaciendo lo que queremos. Sin embargo, quizás nuestro caso no sea tan especial como nosotros pensamos. Es posible que, si la historia lo hubiese querido así, otra especie y no nosotros, hubiera alcanzado la inteligencia y dominado el mundo. En el artículo de hoy trataremos algunos ejemplos de especies que pudieron habernos arrebatado el trono de la Tierra. Les presento al Troodon. Este pequeño dinosaurio, de 2 metros de largo y uno de altura, vivió a finales del período Cretácico. Sus miembros eran muy largos y delgados, lo que nos sugiere que el animal podía moverse rápidamente. Tenía largos miembros superiores que doblaba contra la pared del tórax como un ave. Sus poderosas garras en forma de hoz eran bastante grandes, con una gigantesca uña retraible en el segundo dedo de cada pie, que estaba levantadas de la tierra al correr. Sus ojos eran grandes y adaptados a la visión nocturna, levemente apuntando hacia el frente, dando a Troodon una cierta visión binocular y de profundidad. Era, sin lugar a dudas, un cazador formidable. Sin embargo, lo que convertía a este pequeño dinosaurio en un depredador formidable y en un ser especial era su cerebro, que era enorme para su tamaño. La parte que controlaba las patas y los ojos estaba especialemente desarrollada, lo que convertía al Troodon en un cazador mortífero. También utilizaba su gran capacidad cerebral para escabullirse de los peligros, pues tenía unos buenos reflejos, algo vital si se quiere escapar de los peligros de dinosaurios carnívoros como el Albertosaurus, el Daspletosaurus o el Dryptosaurus. Si ahondamos un poco mas en como era el cerebro de estos asombrosos animales, podemos ver que incluso se hallaron sus marcas en la cavidad craneal fosilizada. Estas marcas indicaban una gran cantidad de circunvoluciones cerebrales, lo cual aumentaría en demasía la superficie cerebral, indicativo de mayor inteligencia. Según los estudios realizados, su cerebro era lo suficientemente complejo como para tener una buena memoria e incluso conciencia de sí mismo. Muchos de estos rasgos solo podemos hallarlos en la actualidad en los animales mas desarrollados e inteligentes. Cuando se descubrió la existencia de este dinosaurio, sus cualidades tan inusuales hicieron que surgieran diversas preguntas: ¿Cómo habría sido si el Troodon hubiera continuado su proceso evolutivo? ¿Y si ningún meteorito hubiera golpeado la superficie del planeta y el mundo hubiera continuado igual? ¿Sería posible que este pequeño dinosaurio hubiera seguido un proceso evolutivo similar al del ser humano? El científico Dale Rusell, basándose en varias observaciones sobre el desarrollo cerebral del Troodon concluyó que, en caso de no haberse extinguido, este dinosaurio podría haber evolucionado hasta alcanzar una forma de desarrollo similar a la humana. Este es el diseño que realizó Rusell junto a otros investigadores: Según estas hipótesis, el "Reptiloide", como asi lo llamaron, tendría un cráneo similar al del ser humano, con un cerebro de tamaño parecido. Su cuello se acortaría y se haría mas robusto, para así poder soportar el gran peso de la cabeza. Su silueta sería erguida para así poder manipular objetos con las manos. Al caminar erguido, la cola ya no sería necesaria y por lo tanto desaparecería también. ¿Parece increíble como ese monstruo verde se parece a nosotros verdad? Caprichos de la Historia. El destino quiso que, cuando parecía que asomaba el futuro de una nueva inteligencia, un meteorito cayera y acabara con todos. Suerte que no hubo un meteorito la segunda vez que surgió la inteligencia. Este no es el único caso del que les quería hablar hoy. La historia que les voy a contar ahora no es tan lejana en el tiempo, ni trata sobre animales que hoy solo conocemos en fósiles. Comienza con el chimpancé mas raro del mundo: Oliver. Oliver no era un chimpancé común, eso se sabía con solo mirarlo. Su cara chata, sus orejas puntiagudas, su caminar erguido y su asombrosa inteligencia le hicieron ser único y a la vez especial. Cuando este peculiar simio salió a la luz, muchos fueron los que afirmaron que estaban ante el primer híbrido humano-chimpancé de la historia, o ante el esalbón perdido entre los simios y el ser humano. Pero la fama no suele dar felicidad, y el caso de Oliver no es para menos. Conozcamos algunos detalles de su desdichada vida. Oliver fue adquirido a los dos años de edad en 1960 por Frank y Janet Verger, una pareja de entrenadores de chimpancés. Supuestamente el animal fue raptado en las profundidades del Congo cuando apenas era una cria. Sus cuidadores enseguida notaron que no era como el resto de chimpancés, ademas, era rechazado por todos ellos. Era como si no lo reconocieran como uno más. Sin embargo, Oliver vivió bastante bien en esta época, ya que los Verger se encariñaron mucho de él y le dejaban vivir en la casa como si fuera uno más de la familia. Pero todo lo bueno se acaba, y el final de la placentera vida de Oliver llegó a sus 16 años. Los cuidadores observaron que rechazaba a las hembras de chimpancé y como cada vez se obsesionaba mas por Janet Verger. La situación se volvía cada vez mas incómoda hasta que llegó al puto de ser insoportable, y los Verger tuvieron que vender a Oliver. El nuevo dueño de Oliver, Ralph Helfer, era el propietario del pequeño parque temático Enchanted Village, construido en Buena Park, California, donde era una atracción de feria más. Cuando Enchanted Village cerró sus puertas a fines de ese año, Helfer continuó exhibiendo a Oliver en su nueva empresa, Gentle Jungle, la cual cambió de ubicación varias veces hasta que finalmente cerró en 1982. Cuando la empresa de su dueño quebró, Oliver fue pasando por diversos lugares, hasta que acabó en la "Buckshire Corporation", un laboratorio de Pensilvania que utilizaba animales para llevar a cabo pruebas y experimentos. Afortunadamente, sus nuevos dueños se dieron cuenta de las excepcionales cualidades de Oliver y por ello nunca fue usado en experimentos, pero por los siguientes nueve años su hogar fue una pequeña jaula, cuyo reducido tamaño le generó atrofia muscular al punto de que sus miembros temblaban. En 1996, la presidenta de la Buckshire Corporation, Sharon Hursh, recibió una petición de la organización Primarily Primates interesándose por el famoso "chimpancé humano", tras la cual autorizó el retiro de Oliver a una colonia de su corporación donde residían trece chimpancés. En 1998, ya más anciano, parcialmente ciego y con artritis, Oliver fue trasladado a una espaciosa jaula al aire libre en las instalaciones de Primarily Primates en Texas, lugar donde el 2 de junio de 2012 fue encontrado sin vida en su hamaca acompañado por su novia Raisin. Posteriormente fue cremado en una ceremonia especial y sus cenizas fueron esparcidas en el santuario donde vivió sus últimos catorce años, por primera vez en mucho tiempo feliz. La existencia de otra raza inteligente es algo que a los humanos nos fascina y, al mismo tiempo, aterra. No en vano se ha visto este tema miles de veces en la televisión, libros o películas. En algunos círculos existe la creencia en extrañas razas que controlan nuestro mundo desde las sombras. Criaturas con forma de reptil no muy distintas de la reproducción de Dale Rusell. Es mas, hay voces que directamente apuntan al Troodon como origen de esa supuesta raza alienígena. El planeta de los simios es una saga de gran éxito y considerada como una de las obras maestras de la ciencia ficción. Un mundo en el que los simios inteligentes tienen el planeta en sus manos y los humanos son esclavos para ellos. La perspectiva de simios inteligentes resultaría muy interesante para nosotros, y quizás eso influyera mucho en la gran fama que tuvo Oliver. Las especulaciones eran muchas, si era un híbrido, el miembro de una nueva especie o quizas una mutación fruto del azar. Sin embargo, los resultados de los análisis dieron al traste con todas las hipótesis: Oliver era un chimpancé al 100%, y no hay mas que hablar. Queda a juicio de cada uno valorar lo que acabas de leer en este artículo. Quien sabe como se hubiera desarrollado el Troodon si hubiera tenido la oportunidad de hacerlo, o si, a pesar de las pruebas, Oliver era algo mas que un simple chimpancé. Preguntas cuyas respuestas quizás no conozcamos nuca... o quizás si. Sólo el tiempo lo dirá.
Lo Lei completo, muy interesante en especial lo del Troodon. Quien sabe en un universo paralelo, consiguieron evolucionar.
hay chimpances que superan en cualidades a los humanos, como el de la memoria, hace un tiempo vi en national geographic un reportaje sobre uno, su madre también muy inteligente, el cual podía memorizar números de 1 al 10 o más en una pantalla, en una ubicación al azar que eran mostrados por la décima parte de un segundo, menos que un parpadeo, él luego tocaba los espacios con sus dedos donde debían ir los números, de forma creciente y sin fallar ninguna vez en su vida.
