Después de un excitante, fogoso, sabroso y reparador 69 con su novia, Diego se acuerda que tiene una consulta con su odontólogo en esa tarde. Diego teme que el dentista note su aliento de vagina y se cepilla los dientes 457 veces, pasa el hilo dental 248 veces, y se toma 15 litros de Listerine. Llegado al consultorio, se chupa 25 caramelos de HALLS y es atendido por el dentista, quien le manda sentarse en la silla. Posicionado y con la boca abierta, Diego se tranquiliza y deja al profesional hacer su trabajo. El dentista se aproxima a la boca de Diego y afirma categórico: -¡Caramba Diego! ¿Como haces un 69 antes de venir al dentista? -¡Doctor! ¿Todavía tengo aliento a choro??? -¡No Weon ¡Tenis la frente hedionda a Raja!