Akenatón, el faraón hereje

Tema en 'Historia' iniciado por kyo, 23 Ene 2013.

  1. kyo

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    Akenatón, el faraón hereje

    Akenatón, también conocido como Amenhotep o Amenofis IV, fue un faraón egipcio perteneciente a la XVIII dinastía en el Imperio Nuevo de Egipto que reinó entre los años 1353 – 1336 a.C., aproximadamente). Es conocido por ser el faraón hereje debido a la reforma religiosa que llevó a cabo basando el culto en el dios Atón, dios sol.

    Subió al trono cuando tenía apenas 18 años. Era conocido como Amenhotep o Amenofis en honor a su padre, el faraón Amenofis III. Estaba casado con la bella Nefertiti. Tras cinco años de reinado, decidió cambiar el orden establecido e imponer una nueva religión. Decidió dejar a un lado al numeroso panteón egipcio y centrar el culto en el dios sol, Atón.

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    Akenatón


    El nuevo culto se centraba en la superioridad del dios Atón por encima de los demás dioses egipcios, es decir, una religión con una base monoteísta. El propio faraón sería el intermediario del dios. Ordenó cerrar los templos de los demás dioses, confiscar todas sus propiedades y destruir todos los símbolos que estuvieran relacionados con el resto de dioses, en especial con el dios Amón-Ra. Así el faraón podía recuperar el poder perdido a manos de los sacerdotes de este dios.

    Llegó incluso a cambiar su propio nombre por el de Akenatón, el que es grato a Atón. Incluso, decidió trasladar la capital a una nueva ciudad, Aketatón, que estaría situada entre las 2 capitales del Imperio Egipcio, Tebas en el Alto Egipto y Menfis en el bajo Egipto.

    Este cambio tuvo graves consecuencias. Hubo fuertes discrepancias entre la sociedad, ya que se había eliminado de cuajo el culto a los antiguos dioses, muy arraigado entre la población. También provocó una crisis económica propiciada por el desmantelamiento de las actividades que giraban en torno a los lugares de culto y por la obtención de gran cantidad de recursos para la construcción de la nueva capital y los templos dedicados a Atón.

    Debido a la centralización económica que llevó a cabo, la gestión comenzó a ser corrupta y caótica. Todo ello hizo que se granjeara gran cantidad de enemigos no sólo en el pueblo, sino también entre las familias nobles egipcias e incluso del clero. Además, todo esto hizo que descuidara los asuntos de política exterior, por lo que Egipto fue perdiendo fuerza en favor de los hititas de Oriente Medio.El punto positivo se lo llevó el arte. Se originó una época de mayor libertad creativa caracterizada por el realismo y conocida como periodo de Amarna.A lo largo de su vida no había tenido herederos varones, únicamente tuvo hijas. Debido a que no había heredero, el trono pasó a su yerno, Tutankamón, quién deshizo lo realizado por su antecesor y el país volvió a su estado anterior.