Victimismo Político y Panfletario

Fotografia de Héctor Gonzales de Cunco.
Perteneciente a:
© Héctor González de Cunco. de la serie "Vivir y morir en Santiago de $hil€".

Comentario del Autor de la Fotografía.

".. con esta foto me pasó algo curioso...
El sábado pasado, cuando me lo encontré en la calle, justo frente a la catedral, primero le hice fotos de espalda, caminando entre la gente.
Lo seguí un rato, dobló por Huerfanos, hacia el poniente y la calle estaba menos concurrida. Hacerlo de espaldas tenía menos contexto "foto-callejero"... así que me adelanté para capturaro de frente...
Él seguía caminando, sin verme... alcancé a hacer cinco o seis fotos hasta que lo esperé venir y quedamos frente a frente, a dos metros de distancia.
Hice esta foto y le hablé. Conversamos unos minutos y me fui.
Esa misma tarde miré la foto al llegar a casa, pero no estaba convencido para publicarla. Me parecía panfletaria.
Pero el domingo decidí publicarla.
Mi sorpresa fue ver como se difundía...
Solo en mi muro, hoy lleva casi cinco mil veces compartida y más de mil reacciones, la mayoría son caras de disgusto...
También la subí a los grupos de fotografía que frecuento... y en todos ha tenido buena respuesta. Aquí la han compartido más de cien veces
En total, ya han compartido esta foto más de seis mil veces. UUUUF.
El primer sorprendido soy yo..."
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Si al mismo autor del la fotografía le pareció panfletaria, es porque efectivamente es panfletaria.
Este tipo de panfletos se circunscribe dentro de un estilo de hacer política, y que se denomina Victimismo Sistemático. Este victimismo tiene su raíz en el victimismo individual y colectivo.
En política se usa indicando a un colectivo o persona, en este caso un señor que pide limosna y que pertenece al colectivo "pensionado"
En este modo panfletario de hacer política, se recurre fundamentalmente a la emocionalidad evitando todo análisis racional, con el fin de "tocar los corazones" y levantar voluntades viscerales contra alguna situación, ley, institución, idea, colectivo, o persona.
Como el victimismo es, fundamentalmente emotivo, dista mucho de la racionalidad y aborda los números de manera irracional. En este caso se cita lo que el señor recibe después de pensionarse, pero no se cita sus años de trabajo efectivo, ni su productividad, ni su sueldo, ni la rentabilidad de su sistema, ni nada que de alguna manera pudiese dar explicación racional de la única cifra citada.
Esta manera de hacer política, fundada en el victimismo emocional es de uso corriente, y encuadra la realidad de manera parcial para evitar el análisis objetivo del observador.
La razón de este tipo de encuadres es, que resulta más fácil tocar la emotividad de la gente que su interés de análisis, de ahí que esta manera de hacer política resulta más popular y efectiva que una exposición analítica y global. No nos olvidemos que la mayoría de las personas evita el cálculo matemático... De ahí que panfletos como estos sean más populares que cualquier análisis serio.
La fotografía es uno de los instrumentos más recurrentes del victimismo político, como medio de difusión, por la facilidad como se puede propagar un toque a las vísceras más que un toque al cerebro.

 

Si te refieres a face o instagram, no hay ningún tipo de fotos panfletarias. NINGUNA.
Si tienes acceso a mis redes, sabrás perfectamente que estas mintiendo.
Que yo recuerde en este mismo portal, no he colgado nunca una foto mía de gente comiendo de la basura.
Soy respetuoso de las personas cuando hago fotografía, nunca arriesgaría su dignidad por motivos politiqueros.
Además, mi fotografía no es de difusión política, yo hago fotografía principalmente de paisaje urbano.
Na que ver.

 

Cualquier día fotografían a un drogo caminando descalzo por la calle, y salen con que los zapatos en Chile están muy caros.

Mira chiquilla.
La realidad de la tragedia venezolana está demostrada en números, y se sabe perfectamente que las razones están en el socialismo del siglo veintiuno.
En el caso de las pensiones en Chile, nadie ha demostrado, cifras en mano, que la culpa es de las AFPs.

 

Cero argumentación en concreto.
Y es que la izquierda roja ya no tiene relato, fracaso tras fracaso, ya no tiene de donde aferrarse.
Quieren administrar un miserable cuatro por ciento del ahorro de los trabajadores, para probablemente financiar el tren bala, o la salida al mar de Florcita Motuda.

Ya no tienen nada, ni siquiera Marx acude en su auxilio.