28/01/2014 Deportistas de élite: el riesgo de competir con dolor

• Nadal jugó la final del Open de Australia con un fortísimo dolor en la
• espalda. Además, durante el torneo sufrió llagas y acabó con las manos ensangrentadas.
• Pau Gasol lleva toda la temporada jugando con dolor y admite que está limitado.
• Lorenzo corrió una carrera 36 horas después de ser operado en la clavícula.
• Pedrosa sufrió un calvario hace unos años y Márquez corrió sin estar al 100%.
• "Los deportistas son diferentes, toleran más el dolor", dice un médico deportivo.
• El deporte de élite puede causar en un futuro "artrosis precoz o tendinitis.

"El deporte de élite no es sano". Es una aseveración que todo médico firma, el deporte de alta competición es sacrificado y no es bueno para la salud, especialmente a largo plazo. Competir con dolor es algo que se ha convertido en habitual en la élite, tanto el entorno como el propio deportista son cada vez más exigentes y si existe una dolencia, hay que superarla. Las excusas ya vendran despues, la epica se impone

El último ejemplo lo tenemos en la final del Open de Australia, en la que Nadal disputo un partido de principio a fin con un fuerte dolor en la espalda. La lesión surgió en el calentamiento, pero Rafa fue capaz de jugar todo el partido e incluso llevarse un set pese a sus evidentes problemas físicos.

Los dolores de Nadal durante el primer Grand Slam del año no fueron únicamente en la espalda. La imagen de la mano ensangrentada y con llagas del balear dio la vuelta al mundo, pero el problema no le impidió alcanzar la final.

Y es que para el número 1 del mundo jugar con dolor es algo ya habitual. "Lo soporto a mi manera, cada uno soporta su dolor como puede para intentar superarse y aguantar un poquito más. Eso es lo que hago yo", dijo Nadal en una reciente entrevista a 20minutos. Su resignación ante tener que competir dolor es sorprendente, lo tiene totalmente asumido. Sus mayores problemas son la espalda y las rodillas.

MAS AÑO, MAS PROBLEMA

Los años -Pau Gasol va para 34 ya este año- no perdonan a nadie . Para un jugador de 2,15 metros cada temporada se hace más difícil y el de Sant Boi se ha acostumbrado a tener que jugar casi todos los partidos con dolor.

"Sin duda estoy limitado. No puedo extender el pie ni hacer movimientos explosivos, pero al menos no lo he agravado mucho. No ha empeorado, aunque voy a tener que jugar a un ritmo diferente y mis acciones serán más controladas. Quiero estar ahí fuera con mis compañeros", dijo Pau hace apenas un mes.

El mayor de los Gasol se vio obligado a operarse el pasado verano de tendinitis en ambas rodillas, pero las molestias no han desaparecido del todo. Ha aprendido a convivir con el dolor y, pese a ello, su rendimiento sigue siendo espectacular. En el mes de enero promedia 21 puntos y más de 11 rebotes por partido, siendo la referencia en ataque de unos Lakers venidos a menos.

Caerse... y a correr

Correr tras una caída es algo frecuente en el motociclismo de hoy en día. Pilotos que se van al suelo a 300 km/h, se levantan, agarran la moto e intentan continuar con la carrera o que hacen lo imposible para competir al día siguiente pese a sus evidente mal estado físico. El mejor ejemplo es el de Jorge Lorenzo esta temporada.
En los entrenamientos libres del GP de Holanda se cayó fracturándose la clavícula, viajó a Barcelona para operarse y regresó para disputar la carrera. Con una placa y ocho tornillos, el piloto balear fue capaz de competir, acabar octavo en la clasificación y quinto en la carrera. También el actual campeón del mundo, Marc Márquez, corrió la temporada pasada sin estar en plenas condiciones físicas. Tras su lesión en Silverstone, el catalán llegó a San Marino sin estar al cien por cien, como el mismo reconoció, pero en ningún momento tuvo dudas sobre si correr o no. Su hombro estaba muy dolorido y tuvo que hacer una intensa fisioterapia para poder competir, pero pese a ello logró una meritoria -y a la postre decisiva para el título- segunda plaza.

Esta temporada ha tenido menos percances, pero Dani Pedrosa lo ha pasado mal, muy mal durante su carrera. Una lesión en la cadera en 2009 le hizo correr infiltrado, y el catalán pasó uno de los peores momentos de su carrera: "Es un dolor insoportable, la pierna se paraliza y se queda medio muerta", dijo Pedrosa, quien tuvo que emplear un cajón para subir y bajar de la moto.

Un fuerte golpe no impide competir a Alonso
Pareció un golpe sin apenas importancia, pero el cuerpo de Alonso soportó fuerzas que alcanzaron los 28G en el Gran Premio de Abu Dabi y tuvo que someterse a diversas pruebas antes de competir una semana después en Austin (Texas).
"Me duele un poco la espalda, fue un golpe fuerte", dijo el asturiano, pero en el Gran Premio de Estados Unidos compitió y acabó en el quinto puesto, suficiente para asegurarse el subcampeonato del mundo.

Los expertos advierten

“Los deportistas son diferentes, toleran mejor el dolor”, revela el doctor Gilberto Díaz Motola, especialista en medicina deportiva, que explica que llevan el cuerpo al extremo.

"Las infiltraciones cada vez se utilizan menos”, reconoce, debido a que no deja de ser un proceso en el que se pone “anestesia en el sitio de la lesión, o quizás un corticoide” cuyo objetivo es que el deportista no sienta dolor, pero la lesión sigue existiendo. Es, por tanto, una práctica peligrosa que puede tener “consecuencias serias.

A un conocido boxeador se le infiltró la mano y le han quedado secuelas irreversibles”, cuenta el galeno. “El deportista lleva el cuerpo al extremo y tienen dolores por secuelas, pueden llegar a tener en un futuro artrosis precoz o tendinitis crónicas”, cuenta el doctor Díaz Motola, que sin embargo quiere recordar que “el equipo médico (de cada deportista) está pendiente para que no pase de ciertos límites”.

"El deportista tiene un objetivo y a veces el dolor no es un limitante. Hay que recordar que el dolor no es más que un aviso del cuerpo, pero los deportistas son diferentes”, fINALIZA

http://www.20minutos.es/noticia/2041240/0/compitiendo-dolor/deportistas-elite/nada-gasol-lorenzo/