Dulces de seda: pasion entre libros

Alejandra es una chica que tiene una pequeña librería. Ella es alta, pelo rubio y medio ondulado que llega a la altura de la espalda, ojos grandes y azules, figura atlética donde resaltan sus pechos grandes y redondos, labios carnosos y de tez blanca.

El día de hoy esta usando un vestido casual de una pieza con un poco de escote, unas sandalias y por supuesto, sus lentes.
Es un viernes por la tarde y como esta sola en la librería porque comenzó a llover, se dispone a cerrar temprano, cuando entra repentinamente una mujer no muy alta, de ojos almendrados de color café, tez bronceada, pelo lacio y negro que llega al hombro, su complexión es delgada pero bien torneada de pechos medianos pero tiene un redondo y sobresaliente trasero. Es delia y pasa ocasionalmente por ahí, como es maestra ahora tiene una falda azul marino y una blusa blanca de vestir, con un chaleco y zapatos de tacón que hacen juego.


Debido a la lluvia, delia entra con su ropa mojada, hasta el maquillaje se había corrido. Pronto Alejandra le da una pequeña toalla para que se secara un poco, lo cual delia agradece mientras se limpia la cara.
Han cruzado palabras algunas veces, así que ya se conocen un poco.




-así que te atrapo la lluvia. -dice Alejandra riéndose un poco.-
-¡si!, no se que le pasa al clima, ¿me puedo quedar un rato?
-si, ademas ya estoy por cerrar, por cierto, es temporada de lluvias, deberías saberlo.


Ambas se ríen mientras Alejandra cierra las cortinas y puertas metálicas del negocio.
Mientras hablan de cosas triviales Alejandra le sugiere a delia que al menos se quitara la ropa para que no le diera tanto frio, así que delia se quedo en su ropa interior negra con encajes mostrando mas de su piel suave y mojada.
Alejandra la ve detenidamente mordiéndose el labio inferior sonriendo un poco.
-pues si tienes con que defenderte amiga.
-yo si pero si hablamos de defensas tu tienes mas, ¿si son reales?.
-pues si, puedes comprobarlo.


Alejandra toma la mano de delia y la pone en sus pechos, delia se sonroja un poco pero aun así va tocando el pecho de Alejandra la cual sonríe.
Delia ahora toma ambos pechos por encima del vestido, recorriendolos suavemente tratando de encontrar los pezones, Alejandra la toma de la cintura, sus dedos recorren esa delgada figura por los costados, de pronto se besan, sus lenguas jugando una contra la otra por un rato, Alejandra se separa un poco y deja caer su vestido mostrando su figura voluptuosa cubierto a penas por su ropa interior blanca.
-ahora estamos parejas.


Alejandra, sonriendo, no le da tiempo a delia para dudas y la toma de la cintura para acercarla y lamer el cuello bronceado. Delia se estremece un poco sin dejar de acariciar los grandes y suaves pechos. Ambas exploran el cuerpo de la otra con caricias y se despojan de la ropa interior.
Hacen una breve pausa y Alejandra abraza a delia, besándola nuevamente, dejando a delia contra la pared. Ahora juegan con sus pezones, sus cuerpos excitados piden mas.
Alejandra recorre el cuerpo de delia con su lengua, saboreando los pechos, toma su tiempo en atenderlos. Muerde suavemente los pezones, los chupa y pasa su lengua sobre ellos mientras que presiona suavemente los pechos.
No soportan mas y se acuestan en el piso, Alejandra sonríe mientras besa a delia y baja mas hasta llegar a ese rincón húmedo el cual no tarda en lamer toda el área, delia se retuerce de placer soltando un par de gemidos.
Mientras la recorre con su suave lengua, le da pequeños chupetes e introduce su lengua. En ese punto delia se estremece y gime mas fuerte mientras separa las piernas y con sus manos sostiene la cabeza de Alejandra pidiendo que siguiera.
La rubia introduce mas su lengua, acariciando por fuera y acelerando el ritmo.
Mueve su lengua en círculos mas rápido hasta que delia tiene su primer orgasmo, Alejandra prueba el dulce jugo y no desperdicia ni una gota.
Se ponen en posición de 69 y comienzan a darse placer instintivamente, saben donde y como tocar. Pasan la lengua e introducen dos dedos, los mueven rápido mientras prueban el sabor de cada una, gimiendo y con respiración agitada.
Arquean sus espaldas de placer mientras sus dedos juegan adentro hasta llegar a otro orgasmo terminando al mismo tiempo.

Después se acomodan cara a cara y se dan un largo beso mientras se abrazan fuerte.


-si quieres pedimos una pizza. -dice Alejandra mientras le guiña un ojo.-

 

se agradece

 

uno en progreso, en esta semana sale