Los pétalos de rosa se cortan y son el aliño para carnes, ensaladas y también para postres, una de las mejores combinaciones según los expertos es mezclar rosa con chocolate. Ecuador es uno de los más grandes exportadores de flores en el mundo. Sus preciadas rosas ya no sólo se cotizan como adornos, ahora también se sirven como comida. Funcionan como un condimento contundente, y quienes lo han probado aseguran que su sabor es dulce, pero con un toque fuerte a la vez. Los pétalos de rosa se cortan y son el aliño para carnes, ensaladas y también para postres, una de las mejores combinaciones según los expertos es mezclar rosa con chocolate. En la andina ciudad de Pujilí, a unos 90 kilómetros al sur de Quito y a unos 3 mil metros de altura, de unas 100 mil plantas que existen en la finca se cosechan entre 150 y 200 rosas orgánicas a diario que bajan las montañas y llegan a restaurantes en Quito y España. Aquí los paladares son exigentes, pero temerosos para experimentar nuevas sensaciones culinarias en un país destacado internacionalmente por ser el mayor exportador de plátano del mundo y la nación petrolera más pequeña de la OPEP. Ecuador, con 3 mil hectáreas, es el principal productor de rosas en extensión, por encima de Colombia, Kenia y Etiopia. Gracias a sus condiciones climáticas, produce más de 400 variedades con características únicas, como tallos de unos 2,20 metros de altura.