Ociosos se la jugaran con un par de técnicas para facilitarles la vida a los amantes de la chelita. Aunque usted no lo crea, abrir una cerveza se ha transformado en uno de los grandes problemas de la humanidad. Claro, pues los compipas buenos para empinar el codo quedan con un dolor de cabeza más grande que la caña del día siguiente cuando están en un carrete y no tienen con qué miércale destapar una botella. O los caídos al litro cuando quedan con la cuchara más acelerada que la de Vale Roth viendo un partido de fútbol cuando quieren tomarse una chela y no tienen un destapador a la mano. ¿A quién no le ha pasado? :romau: