Mi prima , la negra.

Es primera vez que me atrevo a escribir este secreto, en la actualidad tengo 30 años, esta historia se remonta cuando tenia 15 años, como es costumbre en chile las fiestas de fin de año se celebran en familia, grupos numerosos con hermanos, primos, tios. etc., a esa edad empezé a mirar a una prima con otros ojos, la voy apodar la negra, ella tenia como 26, le conocí como dos pololos, para desribirla, ella era muy coqueta , le gustaba vestirse provocativa, faldita corta, medias panties, rico culo, buenas tetas, que al caminar calentaba a cualquiera, y obviamente a mi, se le marcaba el calzón al mirarle el culo, me di varias pajas a su nombre, en mas de una ocasión mi tio me pidió que la acompañara a la disco, la negra bailaba solo conmigo, ahí aprovechaba disimuladamente tirar mis manos y apretarla, sentía el calor de su carne sobre las ropas, y como movia sus caderas, trataba de bajar las manos para deslizarlas por el costado de sus nalgas y ella me las subía. Pero bueno, la historia sucedió en una fiesta de año nuevo, mientras los familiares bailaban, tomaban y disfrutaban de la fiesta, tipo 3 de la mañana, la negra me llevo a la parte posterior de la casa, una casona antigua de grandes dormitorios, pasillos medios tenebrosos, piezas oscuras, ella me llevo al patio donde existía una pieza media abandonada. La negra vestia faldita corta color burdeo, panties negras, una blusita del mismo tono burdeo con florcitas pequeñas, entramos a la pieza, no había luz, recuerdo que me tomo la mano, entramos, cerró la puerta, y le puso un sillón antiguo para trancar la puerta, después con la edad me di cuenta que la negra había estado ahí, conocía de las cosas que estaban en esa pieza. ella se apoyo en la pared y me dijo, toca todo lo que quieras tocar, por mi edad y todo el nerviosismo que generaba la situación, me besó con tanta pasión, nunca me habían metido la lengua en mi boca, cosa que respondi con la misma intensidad de ella, me vuelve a repetir, tócame, tócame todo, y llevo mis manos bajo su faldita corta,hasta subirla a la cintura...sentí el roce da las panties y la calentura de sus carnes, a pesar de mi inexperiencia, con la ayuda de ella le baje las panties a la rodilla y meti mis manos por debajo de su calzón, sus carnes vibraban, meti una de mis manos con su ayuda en la zorrita, sus vellos eran suaves, estaba mojada y ardiente, mientras tocaba ella comenzó a gemir y contonearse, y empujaba su cuerpo hacia mi, deseaba sentir la dureza de mi verga, ahí nos empezamos a mover los dos al mismo ritmo, ella se bajo el calzón también a la rodilla, me bajo el cierre de mi pantalón y saco mi pichula, erecta y dura, a punto de reventar, la manoseo por un instante, y mas dura se ponía, con el tiempo después me dijo que era un buen trozo, con su mano tomo mi pichula y se la puso entre sus piernas y comenzó a refriegarse, me decía muévete,....para seguir su requerimiento, tome con mis manos sus nalgas, y comenze a manosearlas y empujarlas hacia mi, las abria y cerraba, a la negra le encantaba, sus gemidos y susurros me lo decían,....en esa situación estuvimos como 10 minutos,....de lo que mas recuerdo, ella me tomaba el pico y rozaba su zorrita con la punta de mi pico, trataba de que entrara y después la sacaba,...era tanta la calentura de ambos hasta que eyacule,mojando un poco su pierna. Al rato salimos y nos integramos a la fiesta, nadie se dio cuenta.
Después contaré otra historia con la negra.