El término parece haber sido usado por primera vez por el alquimista Paracelso, quien una vez afirmó haber creado un falso ser humano al que se refería como el homúnculo. La criatura no habría medido más de 30 centímetros de alto y hacía el trabajo normalmente asociado con los golems. Sin embargo, tras poco tiempo, el homúnculo se volvía contra su creador y huía. La receta para crearlo consistía en una bolsa de huesos, esperma, fragmentos de piel y pelo de cualquier animal del que el homúnculo sería un híbrido. Todo esto había de enterrarse rodeado de estiércol de caballo durante cuarenta días, tiempo en el cual el embrión estaría formado. Hay también variantes citadas por otros alquimistas. Una de ellas implicaba usar mandrágora. Las creencias populares sostenían que esta planta crecía donde el semen a veces eyaculado por los ahorcados (durante las últimas convulsiones antes de la muerte) caía al suelo, y sus raíces tiene una forma vagamente parecida hasta cierto punto a un ser humano. La raíz había de ser recogida antes del amanecer de una mañana de viernes por un perro negro, siendo entonces lavada y «alimentada» con leche y miel y, en algunas recetas, sangre, con lo cual se terminaría de desarrollarse en un humano en miniatura que guardaría y protegería a su dueño. Aún un tercer método, citado por el Doctor David Christianus en la Universidad de Giessen durante el siglo XVIII, era tomar un huevo puesto por una gallina negra, practicar un pequeño agujero en la cáscara, reemplazar una porción de clara del tamaño de una alubia por esperma humano, sellar la abertura con pergamino virgen y enterrar el huevo en estiércol el primer día del ciclo lunar de marzo. Tras treinta días surgiría del huevo un humanoide en miniatura que ayudaría y protegería a su creador a cambio de una dieta regular de semillas de lavanda y lombrices. El término homúnculo fue posteriormente usado en la discusión de la concepción y el nacimiento. En 1694, Nicolas Hartsoeker descubrió «animalúnculos» en el esperma de humanos y otros animales. La escasa resolución de aquellos primeros microscopios hizo parecer que la cabeza del espermatozoide era un hombre completo en miniatura. A raíz de ahí se desataron las teorías que afirmaban que el esperma era de hecho un «hombre pequeño» (homúnculo) que se ponía dentro de una mujer para que creciese hasta ser un niño; éstos llegarían más tarde a ser conocidos como los espermistas. Se pensaba que ya desde Adán estaba enclaustrada toda la humanidad, que se iría transmitiendo a su descendencia. Esta teoría biológica permitía explicar de forma coherente muchos de los misterios de la concepción (por ejemplo, por qué necesita de dos). Sin embargo más tarde se señaló que si el esperma era un homúnculo, idéntico a un adulto en todo salvo en el tamaño, entonces el homúnculo debía tener su propio esperma. Esto llevó a una reducción al absurdo, con una cadena de homúnculos «siempre hacia abajo». si ya estaba sorry agradescan no cuesta nada
Mmm... mezclar ciencia y magia... no es mala idea... seria interesante poder ver si es real alguno de los procesos (q no ofendan a la moral dx), sin embargo... me gustaria observar libros antiguos q traten del tema... no cnfio en la web en cuanto a procesos delicados dx
o men q buena info.. yo creia q el homunculo era del ragnarock no mas.. ctm tengo q tener mas vida ..
mas que anime y Ro, solo decir que los homunculos son la representacion corporal en la corteza del cerebro humano, que sirve como esquema de las funciones sensoriales de cada una de estas zonas, es una teoria algo vieja, me la pasaron en primer año de universidad, soy estudiante de psicologia. y bueno solo decir que incluso la foto del amigo que postio da fe de eso. ya que el mono tiene las manos y la cara mas grandes, dado que son estas zonas las que poseen mayor cantidad de receptores. las manos y los labios poseen muchos receptores por eso son muy sensibles. esa es mi info FUENTE: psicobiologia I y II, creo que fue en la I