El Niño que llora. ¿ Cuadro maldito?

Tema en 'Cementerio De Temas' iniciado por felipekare, 10 Sep 2008.

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  1. felipekare

    felipekare Usuario Nuevo nvl. 1
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    mediados de los 80 "Hugo Flores" vendía posters en varias ferias libres. Los afiches mas requeridos eran los de un entonces negro y crespisimo Michael Jackson y los de un Luis Miguel, adolescente, sin señales de músculos y sin ese color Zapllo que su cara agarro a fines de la década. Curiosamente, en el tercer lugar de las preferencias de los clientes de don Hugo no figuraba un ídolo pop. El otro poster que arrasaba en las ventas era uno que pasaría a la historia "freak" chilena, como El Niño que Llora.

    Indiscutiblemente triste, el cuadro de aquel llorón rubiecito y de ojos azules, por alguna razón gustaba mucho a los clientes de las ferias y había semanas
    en que se vendía como pan caliente. Durante años, la imagen del pequeño de las lagrimas peleo codo a codo en el ranking de ventas contra el rey del pop y contra la entonces promesa de la balada latina. Pero esa conmovedora sensación que inspiraba el pequeño, se esfumo de un minuto a otro. Un rumor empezó a correr, poderoso e imparable, y termino por convertirse en mito. Y como tal, mientras mas se ventilaba, mas versiones generaba:

    1. El cuadro, del que también se vendían reproducciones en oleo en la Plaza de Armas y en algunas pinacotecas, traía mala suerte. Las familias que lo llevaban para decorar sus casas, se peleaban o vivían catástrofes.

    2. De medianoche, el que quisiera, podía hacer pacto con el mismísimo . Había que invertir el cuadro para lograrlo.

    3. Si el cuadro se giraba en 90 grados, era posible ver a una figura monstruosa que aparecía devorando al pequeño. Esto demostraba supuestamente el carácter maléfico de la pintura.



    [​IMG]



    http://img82.*************/img82/9484/niodemonio2yh3.jpg


    http://img85.*************/img85/5438/niort4.jpg

    4. La mejor forma de terminar con la maldición del cuadro, era quemandolo.

    "La gente me empezó a decir que el poster era diabólico, pero yo nunca creí en eso. Ademas, personalmente, no me gustaba el cuadro, porque yo soy llorón y no quería ver a alguien en la misma, y en mi casa. De repente se empezó a vender menos, cada vez menos, hasta que ya nadie lo pedía", recuerda Hugo Flores. Y no era que solo ya no lo quisieran, sino que los que lo habían adquirido empezaron a deshacerse del cuadro. A comienzos de los 90 ya casi no había señales de la imagen.

    La señora Iris Rebolledo recuerda que era tan fuerte el rumor de la maldición que escondía el cuadro, que con su marido decidieron deshacerse de el en 1982. Y lo quemaron. No se había acordado del tema hasta hoy. Quedo inquieta después de las preguntas y al otro día, cuando estaba en la peluquería, decidió poner el tema en el tapete. La historia que narro paro los pelos de los clientes que estaban ahí. Y no solo eso, sino que provoco una seguidilla de confesiones: una mujer contó que cuando estaba en el colegio, el cuadro colgaba en una de las salas de clases y que a los niños les daba miedo entrar ahí. Creían que era satanás.

    Iris pensó que el tema llegaría hasta ahí, pero aun quedaban un par de anécdotas por escuchar. Otra de las clientes recordó que su cuñado había tenido la imagen en su casa y que solo había vivido desgracias; y otro, confeso que una vez había obsequiado un bosquejo a lápiz del Niño y a la persona que lo había recibido le había empezado a ir de mal en peor.
    Tratando de encontrar una explicación del fenómeno, recorrimos ferias, mercados persas, anticuarios y pintacotecas. La idea era empezar por saber quien lo había pintado y si lo había hecho con esas intenciones. En definitiva, cuanto había de mito. Y pese que el Niño que Llora no estaba por ningún lado, los testimonios aparecían por montones.

    Una profesional cuyo nombre comienza con M describió que la imagen estuvo en su familia hasta el 89. "Relacionamos la cantidad de peleas que hubo en la casa con la presencia de la figura. De hecho, después de quemarla (fue antes de una Navidad), no hubo mas conflictos ni escándalos".

    La comerciante Soledad Jara (39) siente que el cuadro del Niño que Llora marco buena parte de su vida: "Cuando era chica, teníamos una vecina que era amante de mi papa (sin que nosotros lo supiéramos), que le regalo esta imagen. Y luego de que lo pusiera al lado de la escalera empezaron los problemas: el mas grave es que se fue mi mama de la casa. A nosotros nos empezó a dar miedo el cuadro y, cuando mi papa salia, lo escondíamos en la despensa o en el tercer piso. Lo sacábamos solo cuando el ya estaba por llegar. Un día le dijimos que nos daba miedo, y nos ordeno dejarlo definitivamente en la despensa. Al otro día, el se quedo sin trabajo. Se que no es creíble, pero desde entonces tuvimos mas y mas pobreza. Siete años de miseria. Y yo recuerdo que me puse rebelde y que, incluso, una noche de San Juan trate de invocar a satanás. Nos iba mal en todo. Hasta que una señora nos dijo que había que regalar el cuadro para terminar con la maldición, pero a nosotros nos daba lata regalarlo, porque le podíamos hacer daño a alguien. Un día, un cercano nos pidió que se lo diéramos, y así lo hicimos. Yo a veces me siento culpable, porque después de eso choco el auto, perdió su casa y se fue al sur. Nunca mas supe de el... Eso fue en el 88, me acuerdo bien porque a la semana a mi papa lo contrataron en una empresa, después de siete años de cesantia y de trabajar en lo que fuera".

    Mucha gente recuerda la historia, ya sea porque tuvo al famoso Niño en su casa o, simplemente, porque la escucho. Sin embargo, dar con un oleo o poster hoy es casi lo mismo que encontrar una aguja en un pajar. Una pista esperanzadora surgió entremedio: "En el restoran La Pica de Lucho Jara lo tienen", soplaron por ahí. Pero Luis Jara (el dueño del local, no el cantante), ya no lo tenia. "Estuvo aquí hasta hace algunos meses, pero siempre venia una universitaria y me pedía que se lo regalara. Hasta que un día se lo pase", explica. Don Luis, muy amable, quedo pensativo con aquello del cuadro y, para ayudarnos, comenzó a averiguar donde estaba la joven. Le pregunto a unos compañeros de esta, que eran clientes de su restoran, donde poder ubicarla. Pero ella había congelado su carrera y estaba inubicable.

    Sin embargo, había un dato mas. Impresos San Isidro, ubicado en Arturo Prat, era el lugar donde se hacia en serie el poster. "En esa época se trabajaba con películas y cuando el rumor empezó a correr tan fuerte, se dejo de vender y no lo hicimos mas. No trabajábamos con sistema computacional como ahora. Puede que este por ahí la película original de esa imagen, pero ya debe estar velada", explica un funcionario del lugar, quien acto seguido, entrega información de otros sitios donde podía existir una copia. La búsqueda entonces, siguió con una copia en blanco y negro, bajada de internet. Pero no hubo suerte.

    En la Plaza de Armas dijeron que hace muchos años no ven una reproducción del pequeño. "Pero ese señor de polera roja es muy rápido y, si necesitas uno, te lo puede hacer", advirtió un artista. Podía ser una opción buena al no encontrar un poster o lo que fuera de esa época.

    Efectivamente, el personaje de polera roja se intereso en pintar por encargo. Eso hasta que vio la figura extraída de internet. "Ah no, yo te pinto cualquier cosa que quieras, menos eso. Tengo una historia muy desagradable", dice, y no quiere ahondar en el tema. Entrego datos de otro lugar. Lo mismo hicieron en ese destino. Era necesario seguir buscando.

    En el Chile de los 80 se decía que un periodista y un famoso conductor habrían muerto de sida; que otro animador había sido intervenido en una clínica para extraerle un preservativo desde el trasero y que en un programa infantil se maltrataba a los niños durante los comerciales. Esos eran los mitos populares "faranduleros" por llamarlos de alguna manera, pero había otros ligados a tragedias. Como el caso de Miguel Angel, el niño "elegido" de Villa Alemana, quien dijo que la Virgen de ese lugar había pronosticado una catástrofe nacional y que el pez protegería los hogares. Muchas personas compraron el pez (ictus), pero luego el asunto se empezó a enredar y Miguel Angel confeso años después que el era una mujer. O sea, Karole.

    Del cometa Halley (sobre el que se escribió, pero que finalmente muy pocos vieron con claridad) se decía que iba a chocar con la Tierra... y así. En este contexto, surgió el mito del Niño que Llora.



    P.D: puede ser antiguo, pero es interesante


     
  2. gloin

    gloin Usuario Nuevo nvl. 1
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    ami me esta interesando esta historia desde hace poco tiempo, no tenia idea del mito del cuadro hasta que en una reunion de amigos, uno se quedo mirando el famoso cuadro y me pregunto si sabia su historia... ahi conto la maldicion de infortunio que habian surgido en los años ochenta.

    las leyendas urbanas son interesantes de conocer aunque yo no las creo igual le entrego la duda.
     
  3. SNOWGRAFF. !

    SNOWGRAFF. ! Usuario Casual nvl. 2
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    Interesente Bro :-)

    sE Agradece
     
  4. Kümîkø

    Kümîkø Invitado

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