BenjamÍn emilio roberto haebig torrealba *

Tema en 'Cementerio De Temas' iniciado por Miss__Shine, 27 Ene 2010.

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  1. Miss__Shine

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    Conocido como el autor de "los crímenes de Dardignac 81", nació en Santiago en 1885 y falleció en la década de 1980, en un asilo de ancianos.

    Este sujeto asesinó en 1959 a un anticuario identificado como Leonidas Valencia Chacana y, por la misma fecha, a Milo Montenegro Lizana, un homosexual que trabajaba como mozo para Haebig y que desapareció al igual que la primera de sus víctimas.

    El proceso judicial que se abrió por el extraño extravío de estas dos personas fue instruido por el cuñado del criminal, quien luego de centrar sus pesquisas en el bajo mundo, decidió sobreseer temporalmente la causa por no llegar a ningún resultado concreto.

    Sin embargo, en 1961 y agobiado por los fantasmas de su conciencia, Haebig Torrealba contrató a dos obreros para que realizaran excavaciones en su jardín, lo que originó el hallazgo de las dos osamentas.

    El sujeto trató de hacer creer a la policía que los restos correspondían a habitantes precolombinos, para lo cual rodeó el lugar con varios objetos de greda que recreaban la alfarería de los pueblos originarios.

    Pero el engaño no duró mucho tiempo y Haebig terminó confesando los dos asesinatos que cometió sobre la pareja de homosexuales, los que luego enterró en su propio jardín.
    Aunque sólo reconoció el doble homicidio de Valencia Chacana y Montenegro, al ser detenido Roberto Haebig fue vinculado con otro escabroso asesinato cometido años antes: El llamado crimen de Semana Santa.
    En 1955 la policía halló el cuerpo sin vida de la acaudalada anciana Zoila Elena Troncoso Valdivieso. La mujer hacía negocios con Valencia Chacana, a través de quien conoció a Montenegro. El mocito un día fue recomendado para hacer aseo en la mansión de la millonaria, en Alameda 2590, esquina Molina. Las hipótesis policiales de la época apuntaban a que Montenegro planificó robarle a la solterona y compartió su plan con Haebig.
    La modista y amiga de la víctima María Torrelli declaró haber visto a un hombre de finos modales en la casa de su amiga, dos días antes del Jueves Santo, cuando se cometió el crimen. Era Montenegro. Había ido a encerar la casona y la modista fue testigo del pago de los servicios.
    Una vez que se identificó el cuerpo enterrado en Dardignac, la policía sólo tuvo que atar cabos. Pero Haebig nunca reconoció tener participación en este crimen.
    Tras cumplir una pena de 15 años de reclusión, el criminal terminó sus días escribiendo sus memorias desde un asilo de ancianos.
     
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