La casa del sol naciente 2

Tema en 'Relatos Eróticos' iniciado por Ramiro pradenas, 13 Jul 2024.

  1. Ramiro pradenas

    Ramiro pradenas Usuario Nuevo nvl. 1
    82/163

    Registrado:
    14 Jun 2024
    Mensajes:
    2
    Me Gusta recibidos:
    6
    Al día siguiente, desperté temprano, no podía creer la suerte que tuve, pero rápidamente me quedo claro que no era hora de despertar a nadie.
    Me levanté, fui a la sala, más tarde, apareció el dueño de casa, fue muy amable y simpático, me dijo que las niñas dormían hasta muy tarde.
    Me pidió que lo acompañará a cierto trámites, pero tú manejas y vamos en el regalón, sacó un auto clásico de lujo, convertible, una verdadera bestia, nos fuimos a comprar algunas cosas, y luego a tomar unas cervezas a un local en la playa, ese día tome mi primer bloody mary, me contó porque las niñas vivían con el, que tenían ciertos problemas y la casa era un especie de refugio.
    Me pidió discreción, y me contó que tenía un departamento cerca, donde vivían otras amigas, y que íbamos a pasar a verlas, eran 2 amigas, pero ahora yo solo podía mirar, pero no tocar.
    Yo le propuse esperar en el auto, no quiso.
    Es que en el edificio son super cartuchos, y se supone que ellas son mis sobrinas, tu sígueme la corriente, en el ascensor nos topamos con unas señoras mayores, el las saludó y me presentó como su hijo, y decía: ojalá que tus primas tengan almuerzo.
    Cuando se abrió la puerta, estaban dos mujeres preciosas esperando, vestidas tipo dominatrix, se fueron sobre el, lo desvistieron, le pusieron un collar, y unas correas, se lo llevaron a un dormitorio, y le hicieron cosas. Varias cosas.
    La puerta del dormitorio quedó abierta, yo me salí al balcón, pero pasaban los minutos, y yo sucumbi, me inventé algúna excusa para pasar por ahí, pasé, miré, seguí, volví, paré, miré, seguí, después de un rato, repetí.
    Era imposible dejar de mirar.
    Esas imágenes me quedaron grabadas.
    Cuando mi amigo volvió, era una persona relajada, satisfecha.
    Me contó que las otras niñas no podían saber de esto.
    Que antes, el tenía sexo con ellas. Pero ahora ya no, y les decía que ya estaba medio impotente. Pero era que ya solo quería culiar con sus "sobrinas".
    En fin, dijo, hoy sábado en la casa tenemos fiesta, por ciertas razones, ellas no pueden ir a lugares públicos, así que se hace en casa, y por hoy, tienen chipe libre, algún éxtasis, unas líneas de coca, su pitito con algo más, así que tú tranquilo, andate con calma.
    Fuimos a cenar, otra vez en salón privado y de vuelta a la casa, desde el dormitorio principal, se accedía a una terraza privada, cerrada, aislación acústica, con pantalla, sonido, micrófonos, una pequeña pista de baile, un caño, luces de colores y hasta con una bola disco, un sillón de esos para culiar, un columpio medio raro, en un rincón un jacuzzi, un completísimo bar.
    Apenas llegamos mi amigo se fue al bar, preparó los tragos preferidos de cada una, hizo unas líneas, repartió un par de pastillas, me sirvió unos milímetros de un whisky de otro mundo, y sin preguntar me metió media pastilla de algo directo en la boca y me hizo una seña de confianza, yo la tragué.
    Supongo que era Viagra, aunque en ese tiempo no era conocido.
    Las mujeres bailando, cada cierto rato me arrastraban a bailar con ellas, eran demasiado atractivas, cuando preguntaron por enésima vez que me pasaba, contesté que yo preferiría bailar salsa, merengue, son , y así cambiamos el ritmo, yo bailaba con una a la vez, bien apretado, con el pico bien parado, y cuando se ponía super intenso, se metía otra y volvía al principio.
    El dueño de casa había desaparecido, yo no tenía dudas de a dónde había ido.
    Yo digo las "niñas", porque juntas se veían como traviesas, pero eran mujeres totales, hermosas, quizás unos 8 o 10 años mayores que yo, yo tendría 21 o 22 años, a quien conocí primero, me parecía tener un cuerpo de fantasía, era tetona, cintura marcada, caderas anchas como guitarra, piernas gruesas y con musculatura definida, coronadas por el correspondiente culo perfecto, redondo, grande, sobresaliente, hermosa de cara.
    Sus amigas no se quedaban atrás, la más llamativa era una morena espectacular, era la más alta, esbelta, largas piernas, un cuello muy largo, ojos verdes y muy grandes, su pelo negro siempre tomado en una gruesa y larga trenza.
    Sus tetas tenían una forma perfecta, paraditas, naturales, para ser tan esbelta, eran bastante grandes.
    Toda su figura era elegante, y ella era consciente y existía completamente en esa dimensión, cada movimiento, cada posición de su cuerpo, eran elegantes y sensuales.
    A diferencia de sus amigas, ella era completamente consciente de la imagen que proyectaba, la atracción que generaba, y el dominio que podría tener sobre ti.
    Por ejemplo, ella estaba en la terraza, en una reposera, yo desde dentro de la casa, desde cierto ángulo y muy disimuladamente, la miraba, ella se levantaba, de espaldas a ti. Se ponía bronceador, y se sacaba la parte de arriba del traje de baño, nunca levantó la vista, nunca miró ni siquiera cerca de tu posición, no te percibía, y cuando termina de darte el mejor espectáculo posible, y tu voyerismo multiplicando todo, en el último segundo, en una fracción de segundos, sus ojos te miran directamente, una leve sonrisa, o un indefinido gesto que te aclara, que siempre supo que la estabas mirando.
    La tercera amiga era una mujer muy bonita, buen cuerpo, rubia de ojos azules, cuerpo atlético, si la conocieras por separado sería impresionante, pero acá, en contraste con sus amigas, no destacaba. Hablaba lo justo, parecía ser muy dulce, y que estaba en paz .
    En fin, la noche fue avanzando, y pude percibir que la morena parecía tener preferencia, no niego que me tenía enfermo, y que ya tenía claro que mi primer amor, me compartía casi con gusto, cada cierto rato, se repetía la misma situación, la morena frente a mi, y las amigas una a cada lado.
    Yo ya no podía aguantar más, y empiezo a venirme, la amiga 3 , pone su mano donde nace el pico, y me aprieta con toda su fuerza, solo con 3 dedos, mantiene la presión por un rato, y cuando me suelta, puedo seguir como si nada.
    Esa fue la primera vez que entré en su mundo.
    Después de un rato, pude culiar con la morena, fue maravilloso, pero al mismo tiempo inevitable, o casi obligatorio, irresistible.
    Pero no sé, todo fue impresionante, pero ella parecía estar culiando con ella misma.
    Después nos relajamos un poco, se me acerca mijita, me da un beso tan rico, y me pregunta si estoy bien?, le contesto que si, y sigue mirando, de repente me dice: tenemos disfraces! Te gustan los disfraces?
    Claro, le digo.
    Y parece que a todas les gusta la idea, se van, y luego vuelve una enfermera, una sirvienta, y una monjita.
    Era claro que eran disfraces de calidad, hechos a medida.
    Bailan un poco, luego cada una hace un show, yo ya no tengo pudor. Tengo el pico afuera y me pajeo viendo el show, estaba la monja bailando, la morena vestida de sirvienta se viene gateando hasta llegar a chuparme el pico.
    La enfermera parada a mi lado, las tetas en mi cara, mi mano en sus cachetes, me voy cortado con fuerza, se agacha la enfermera, se acerca gateando la monja, y entre las tres, sin compasión, me siguen chupando la corneta, se tragan todo el semen, hasta dejarme limpio.
    Luego se besan entre ellas y se lamen los restos de semen de sus bocas.
    Luego acomodan sus disfraces y siguen bailando, pero ahora muy putonas.
    En pocos minutos ya tengo el pico parado otra vez, y me dicen, tranquilo, hoy no se duerme.
    Pero no fue así, la morena y mijita se quedaron dormidas, y sin ningún esfuerzo, las llevamos a sus camas.
    Me quedé con la amiga3, se nos pasó la hora conversando, era muy inteligente, y yo siempre estoy estudiando cualquier cosa, en un punto noté que me miraba con más interés, seguí hablando, los labios húmedos, la boca entreabierta, y nos besamos, ella me llevo hasta su cama, aún tenía su disfraz de monja , y quedamos desnudos, se pone sobre mi, y me dice: relájate, ten paciencia, te voy a hacer un gran regalo.
    Y así fue, no se dónde aprendió.
    Pero me llevo en un viaje.
    Partía, paraba, se devolvía, me calmaba.
    Despertó sensibilidades que yo no conocía.
    Cuando uno siente la urgencia de culiar, todo se concentra en la punta del pico.
    Ella me hacía sentir que yo completo, era un enorme pico.
    Al momento que ella rozaba con la puntita de la lengua una tetilla, o el borde de la callampa, ya me tenía dando saltos en el aire.
    Esa noche, me regaló un verdadero tesoro.
    Tenía tanta empatía conmigo que no me dejaba acabar, hasta el momento exacto.
    Esa noche estuvimos culiando por horas.
    Ya era domingo, tenía que irme, mañana a la pega, nadie me pescó mucho, y me fui.
     
    A Cesar88 le gusta esto.
  2. Cesar88

    Cesar88 Usuario Casual nvl. 2
    82/163

    Registrado:
    15 Dic 2016
    Mensajes:
    1.091
    Me Gusta recibidos:
    295
    Tremendo relato, invite a esas fiestas cumpa jajaja