Siete y media y en la puerta Dos golpes y el pasado apareció El corazón rebosante de pálpito Una tristeza en la garganta nació -¿A qué has venido?-, fugaz sollozó. -Ya es muy tarde para llegar sin invitación- Mientras el silencio era amigo De tal interrupción. Casi las ocho y en los ojos Brotaba mucha tensión ¿Por qué el pasado vuelve Sin mayor explicación? Dos golpes y las manos morían por abrir -¡Déjame en paz y vete de una buena vez!- Exclamo. Tres golpes más y ya no había más contención. El pasado llegó sin ninguna invitación El solo hecho de recordar su presencia Al corazón agitó Fue clara la demencia del él cuando abrió Al recordar su cara y su huida Con un pálpito en la puerta arremetió Nunca fue el pasado el que esa vez volvió Solo fueron vestigios de la conciencia Cuando el amor lo perdió Solo fue el corazón en la puerta lo que al final golpeó.