Comienza: La bonanza del mega-rescate corporativo en Europa, Alemania en la cima

Las aerolíneas y los fabricantes de automóviles a la vanguardia. Y sólo acaba de empezar. La UE renuncia a las normas que prohíben las ayudas estatales. Ryanair, que no necesita un rescate, está furiosa.

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Los gobiernos de toda Europa han puesto en marcha una vertiginosa serie de medidas, incluyendo programas de préstamos, aplazamiento del pago de impuestos, y planes de permisos, para ayudar a las empresas, grandes y pequeñas, a soportar las consecuencias de los confinamientos de Covid-19. Las grandes empresas también se han beneficiado de las compras masivas de sus bonos corporativos por parte de los bancos centrales, lo que ha ayudado a mantener bajos los costos de sus deudas. Pero para algunas compañías, incluyendo muchas de las corporaciones más grandes de Europa, no es suficiente.

El gobierno británico lanzó la semana pasada el Proyecto Birch, una iniciativa que permitirá al tesoro británico ofrecer apoyo de “último recurso” a empresas seleccionadas para evitar reestructuraciones de tipo concursal, que podrían tener graves repercusiones para los tenedores de bonos y los accionistas. Entre esas empresas podría figurar Jaguar Land Rover, propiedad de los Tata, que actualmente está en conversaciones con el Gobierno para obtener un préstamo de más de 1.000 millones de libras esterlinas.

“En circunstancias excepcionales, cuando una empresa viable haya agotado todas las opciones y su fracaso perjudique desproporcionadamente a la economía, podríamos considerar la posibilidad de prestar apoyo como ‘último recurso'”, dijo una portavoz del Tesoro, que añadió tranquilizadora: “Como el público británico esperaría, estamos poniendo en marcha una planificación de contingencia sensata y cualquier apoyo de este tipo se haría en condiciones que protejan al contribuyente”. No es exactamente tranquilizador dado el reciente historial del gobierno británico en cuanto a planes de contingencia.

En toda Europa, los gobiernos están siguiendo el mismo libro de jugadas. La UE ha concedido a los países miembros un margen de maniobra fiscal sin precedentes para hacer frente al impacto económico del coronavirus, permitiendo a los gobiernos abrir los grifos del gasto y hacer a un lado las normas presupuestarias de la UE y las normas de competencia que se suponía que debían, pero en realidad no lo hicieron, limitar los préstamos del gobierno y la ayuda estatal a las empresas nacionales.

Sólo en Francia, el gobierno ha movilizado 450.000 millones de euros de fondos para mitigar el impacto del confinamiento. Eso no significa que Francia haya gastado 450.000 millones de euros, ya que aproximadamente dos tercios de la cantidad son en forma de préstamos garantizados por el Estado. Esas garantías sólo serán necesarias si las empresas que las utilizan incumplen sus obligaciones. No obstante, el gobierno sigue esperando que la deuda pública de Francia alcance el 115% del PIB a finales de este año, casi el doble del límite del 60% establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE.

Hasta ahora, los mayores beneficiarios de las ayudas estatales en Europa son las compañías aéreas europeas, algunas de las cuales siguen negándose a reembolsar a los pasajeros por los vuelos cancelados. Algunas aerolíneas que no quieren ayudas del gobierno, como la compañía aérea de bajo coste Ryanair, han emprendido acciones legales contra las aerolíneas y los gobiernos implicados en los rescates.

A diferencia de la mayoría de las aerolíneas, Ryanair tiene 4.100 millones de euros en reservas de efectivo. Su director general Michael O’Leary está furioso, porque su aerolínea de pago en efectivo tendrá que competir con aerolíneas que están preparadas con dinero de rescate, incluyendo la italiana Alitalia, que sólo ha obtenido beneficios una vez desde 1946.

Esta semana, parece que le toca a la industria del automóvil el turno de la bonanza de los rescates, con gente como Renault, Jaguar Land Rover y Fiat Chrysler que esperan miles de millones de euros en préstamos directos y garantías estatales. Hoy, Macron anunció un plan de 8.000 millones de euros para salvar la industria automovilística del país que incluye subvenciones gubernamentales para los compradores de automóviles e inversiones a largo plazo en tecnología innovadora, especialmente en vehículos eléctricos con baterías.

La creciente industria aeroespacial europea será aparentemente la siguiente en la línea de las donaciones del gobierno. Con tantas salpicaduras, aquí hay un resumen (en orden descendente) de siete de los rescates corporativos más grandes de Europa hasta la fecha:

• Lufthansa, 9.000 millones de euros. El rescate corporativo más grande de Alemania – y de Europa – hasta ahora.
• Air France-KLM, 7.700 millones de euros (y contando).
• Fiat Chrysler, 5.600 millones de euros.
• Renault, 5.000 millones de euros.
• TUI, 3.550 millones de euros.
• Alitalia, 3.000 millones de euros.
• Adidas, 2.400 millones de euros.
• Geconomía, 1.700 millones de euros.

Cabe señalar que cuatro de las siete empresas rescatadas que figuran en la lista anterior son alemanas. Esto no es una gran sorpresa. Alemania tiene más poder de fuego fiscal que cualquier otra economía europea, y siempre que llega una crisis, su gobierno se apresura a utilizarlo para apoyar al sector empresarial. Berlín ya ha movilizado 750.000 millones de euros en subvenciones y garantías de préstamos a empresas, tanto grandes como pequeñas. Otros países están ahora jugando a ponerse al día, en particular cuando se trata de salvar a las empresas realmente grandes.

Fuente: It Starts: The Corporate Mega-Bailout Bonanza in Europe, Germany on Top

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