Cap 1 - Mi nombre es Jürguen

Tema en 'Rincon Literatura' iniciado por khrizs, 5 Abr 2017.

  1. khrizs

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    Es complicado comenzar a escribir respecto a mi persona, más cuando aún conservo esa parte tímida que heredé de mis padres y que la verdad más de una vez casi me cuesta la vida.
    ¿Alguna vez escucharon hablar sobre los temidos Gryns?, pues yo jamás oí hablar de ellos, no conocía nada de su cultura ni lo que se hablaba sobre su salvajismo o de la fuerza de sus guerreros, pero tuve la fortuna o desgracia según de como se mire de caer en sus manos.

    Los Gryns son una cultura de guerreros nómadas de Conao. Un vasto y amplio terreno ubicado en una gran Isla llamada Torkit que a su vez está al lado de otra isla aún más grande llamada Konquers.
    Estos guerreros gobernaban toda la isla Torkit y de vez en cuando se aventuraban hacia la isla grande en busca de esclavos y tesoros de pequeños asentamientos.
    Pero ya llegará el momento en que hablaremos de estas bestias guerreras.

    Mi nombre es Jürgen, Jürgen Bernion. Mis padres eran granjeros en Huentemo, terrenos ubicados al este del reino de German Aguila la Cual abarca gran parte de Chiloé. Es un terreno amplio que está bajo la protección de Lady Karolina y su hija Teora, luego de que el Lord de esta casa muriera en combate cuando el rey Germán lo llamara a defender el reino. Su emblema es un dragón de sinople mordiendo su propia cola en campo de oro. El dragón simboliza que el tiempo no tiene principio ni final.
    Nací en esta casa y aprendí todo lo que tenía que aprender sobre Caballos, simplemente me encantaba todo lo relacionado a ellos, jamás imaginé que me serviría a futuro y que tener este conocimiento salvaría mi vida.
    Nunca fui un niño destacado en nada, era pésimo con la espada y con el arco era aún peor, jamás conseguía darle al blanco o siquiera al fardo de pasto que lo sostenía.
    Mi padre siempre me decía que practique y practique, que esa era la única forma de mejorar en lo que eres malo, pero, aunque pasaba tardes completas probando un arma tras otra, mas comprobaba que las armas no eran lo mío. Pero en cuanto a caballos se trataba nadie montaba como yo. A los 7 años era capaz de herrar, ensillar y cabalgar mejor y más rápido que cualquiera de los caballeros que se enorgullecían de tal título.
    Yo pienso que mi agilidad con los caballos se debe a la forma de mi cuerpo, siempre fui muy delgado, mi madre me molestaba diciendo que pusiera piedras en mis bolsillos para que el viento no pudiese llevarme a su voluntad. Jamás sentí algún tipo de complejo por mi cuerpo, pero tampoco estaba a gusto con él. A veces quería ser como los caballeros con sus cuerpos bien fornidos que pareciera que podrían doblar una espada con sus estómagos, pero luego recordaba que eso era imposible y volvía a estar en conformidad de cómo era.
    Cuando tuve la edad de doce años recuerdo que mi padre recibió un cuervo que al leer el mensaje puso muy feliz la expresión de su rostro...
    -Karenth!!!! Kareeeenth!!!- gritaba mi padre eufórico como si su corazón fuese a escapar por su boca.
    - Que sucede Noel - dijo mi madre
    - Es Víctor mi amor, acaba de llegar un cuervo que anuncia su llegada dentro de unas semanas-

    Yo sin saber que ocurría solo vi a ambos reír y demostrar su felicidad de una forma que me avergonzaba, estaba más preocupado de que nadie los viera actuar de esa forma tan extraña a preguntar quién era ese tal Víctor que los ponía tan felices, así que después de unos minutos esperé a que volvieran a la normalidad y pregunte.
    - ¿Quién es Víctor?
    - Es primo de tu padre - respondió mamá aun sosteniendo una sonoriza en el rostro.
    - Es como un hermano para tu madre y para mí - completó papá a la respuesta de mi madre.
    - y como es que nunca oí hablar de el - pregunté a ambos con extrañeza.

    -Tu madre y yo pensamos que había muerto cuando el barco en el que navegaba naufragó cerca de Conao, creímos que, si el mar no lo había matado, de seguro lo abrían hecho los salvajes que ahí habitan.
    Ambos se miraron y comenzaron a besarse y abrasarse nuevamente por lo que decidí que iría a revisar a Black, un caballo precioso que me había regalado Lady Karolina Martellu hace 2 años atrás, señora de Huentemo, un día que ayude a Teora Martellu su hija, con su caballo que se había desbocado y ningún caballero lograba dar alcance, el corcel que la pequeña Martellu cabalgaba descontrolado. Afortunadamente el corcel pasó cerca de donde yo me encontraba ensillando el caballo de Sr Bernard, un caballero protector de la casa. Escuché los gritos de la pequeña Lady y ensillé al caballo como jamás lo había hecho, sin pedir permiso a Sr Bernard de un salto monté su caballo y dirigí las riendas con dirección a Teora. Rápidamente alcancé a los caballeros que hacía varios minutos trataban de dar alcance al corcel, pero sin éxito. Me abrí paso entre ellos y los dejé atrás. En mi interior me sentía el ser más poderoso del mundo sobre ese caballo, debo reconocer que el corcel desbocado me asombró, no lograba alcanzarlo y no lo lograría jamás pensaba dentro de mi, por lo que decidí tomar otro camino para interceptarlo.
    La pequeña Teora entre lágrimas y gritos golpeaba su rostro y su cuerpo contra las ramas de los árboles que iban quedando a su paso y entendí la gravedad de la situación cuando vi que a unos 500 metros había un gran surco que el corcel saltaría sin problemas, pero la pequeña dama no lograría mantenerse sobre el lomo del caballo. Así que desvié las riendas hacia su costado derecho para intentar quedar a su lado en la pequeña curva que se aproximaba un poco más adelante. La cabeza de mi caballo ya estaba a la altura del anca del corcel, solo faltaba un poco más y aproximadamente 200 metros para el salto.
    - ¡¡¡¡Mi Lady!!!! Grité con todas mis fuerzas, pero ella estaba terrada y aferrada al caballo.
    - ¡¡¡Mi lady!!! Esta vez me miró y comprendí que ella sabía que este podría ser su fin y también entendí que estaba demasiado asustada para pedirle que hiciera alguna maniobra.

    Ya mi caballo estaba a la par con el corcel pero siempre queriendo quedar unos centímetros atrás, ya solo quedaba un poco más de 100 metros y no sabía qué hacer. 50 metros y nada se me ocurría hasta que vi que el surco era hecho por un caudal de rio y solo dije, espero que sea lo suficientemente grande. Ya a solo 20 metros saque mi pierna derecha del estribo, puse mi rodilla en la silla e intente levantarme, vi que la pequeña no tenía los pies en sus estribos así que dé un impulso justo en el momento en que los caballos saltaron me abalance sobre ella y caímos al agua mientras vi como los caballos seguían el salto hasta encontrar el otro lado.
    Saqué a Teora del agua y estaba con los ojos cerrados, por un momento creí que estaba muerta y me dije quizá me culpen a mí. Luego escuché.

    - ¿¿Se encuentran bien??- Gritó uno de los caballeros que nos seguía.
    Justo en ese momento Teora tosió y botó un poco de agua por la boca, luego abrió los ojos, me miró y pareció que el tiempo se alargaba y pretendía detenerse solo para poder seguir observando sus ojos, luego recuerdo que me abrazó del cuello y me susurró al oído. - Te debo la vida-

    Varias horas más tarde los caballeros que intentaban salvar a Teora recuperaron los caballos que habían seguido corriendo sin rumbo y fue Lady Karolina Martellu quien mandó a buscar a mis padres y a mí.

    Fuera de los portones del castillo se encontraba Lady Karolina junto con Teora, quien esta vez estaba más repuesta y hermosamente vestida con telas finas.
    Teora tenía solo 10 años en ese entonces y pensé, que hermosa mujer será al crecer, tenía la piel muy especial, no era morena ni era blanca, tenía un color más bien canela, su larga cabellera era como si hubiese sido tejido con seda. Tenía unos largos mechones rubios como la miel que se intercalaba con otros cabellos color castaño y otros un poco más oscuros, pero sin duda lo que más llamó mi atención fueron sus ojos, tenía unos ojos de color esmeralda que resaltaban gracias al color de su piel y de sus cabellos.
    Luego escuché el relinchar de un caballo que logró desviar mi atención de Teora, reconocí el relinchar y era de un caballo asustado, era el corcel que forcejeaba con dos hombres que lo tironeaban al establo. Lady Karolina agradecía a mis padres por tener un hijo tan valiente y los llenaba de alago, alago que también eran para mí, pero yo estaba más preocupado del corcel.

    - ¿Qué pasará con el Caballo?... pregunte en tono de angustia.
    - Será sacrificado y convertido en estofado- dijo lady Karolina con tono de enfado.

    -No pueden sacrificarlo solo por escapar, él estaba asustado y por eso actuó de esa forma, solo le falta ser enseñado- La verdad es que no quería que lo maten, sentí una conexión con él al ver sus ojos mientras galopaba con la sensación de ser libre.

    Le pedí casi en las lágrimas que me dejara conservarlo y mirando a mis padres les pregunté si podíamos costear su adquisición.
    - Es imposible Jürgen dijo mi padre. -
    -Ese caballo debe costar quizá más que nuestra propia casa- Exclamo mi madre como intentando hacerme entender. Pero Teora tomo mi mano y me dijo:
    - Se llama Black y ahora es tuyo, solo debes prometerme que cuando le tengas bien enseñado me permitirás montarlo y me enseñarás a montar como tú lo haces- Miró a su madre y esta asintió con un casi imperceptible movimiento de cabeza.

    -Traigan a ese caballo endemoniado- dijo Lady Karolina

    Los hombres que aun forcejeaban con el Black lo acercaron donde nos encontrábamos y Lady Karolina dijo, -Desde ahora este caballo es tuyo, cuídalo mucho ya que es un regalo que te ha hecho mi hija y recuerda que prometiste enseñarle a Teora a montar igual o mejor de lo que lo haces tú. -
    Así fue como conseguí a mi caballo Black, que ahora es uno de los mejores caballos de la casa Martellu, solo había que educarlo.