Vecina madura de San Miguel

Historia de hace varios años atrás, de cuando iba a la universidad y vivía con mis padres. Casi siempre habíamos vivido en casa, pero por problemas económicos tuvimos que arrendar la casa que vivíamos en Macul y nos fuimos a vivir a un departamento que era de mi papá y que hace meses no lo arrendaba. Estábamos viviendo en San Miguel, un departamento de los años 80 que no tenía ascensor y nosotros viviamos en un 4to piso, razón por la cual los más jovenes eramos bastante apetecidos por la gente mayor para ayudar a subir las cosas por las escaleras.

En el departamento de al, tambien era de mis padres y lo arrendaba una señora mayor a la cual llamaremos Olga en este relato y quien es la protagonista de esta historia. Ella era viuda, tenia 67 años en ese entonces, era bajita (aprox 1,60 m), ojos café y pelo negro (obviamente teñido). Era gordita, con piernas grandes pero un culazo muy grande y dueña de unas tetas enormes (que literalmente eran del tamaño de mi cabeza, aunque se veian un poco caida por efecto de la gravedad y la edad) Ella conocia a mis padres por muchos años y en rigor era bastante cercana a mi familia, aunque siempre la trababa de usted.

En ese entonces yo estaba en el 4to año de la universidad y tenia horarios bastante enredados, tipicos de la universidad... el lunes tenia clases todo el dia, el martes un par de horas en la mañana, el miercoles en la tarde, el jueves libre y el viernes casi todo el dia. En ese entonces ya tenia bastante experiencia sexual, ya que tenia mi pareja y antes habia tenido varias aventuras y sabia que me iba bastante bien en la conquista de mujeres, ya que fisicamente era bastante atractivo, ya que practicaba rugby y eso me obligaba a ir bastante al gimnasio y tenia mi cuerpo bastante marcado.

Volviendo al tema, la señora Olga era muy atenta, ya que estaba pendiente de cualquier cosa (a veces cuando estaba solo, me llevaba comida o recibía las cartas de correos) y con mi vieja se llevaba bastante bien y como mi mamá sabia que la señora Olga iba a la feria el jueves y ese dia tenia libre, le dijo a ella que yo podría acompañarla y ayudarla en traer sus cosas y aprovechar para comprar algunas cosas para la casa. Al inicio me daba lata ir a la feria con esta viejita, pero de a poco me fue agradando salir con ella, ya que me daba comida (evitaba que yo cocinara) o me daba unas lucas de propina (lucas que eran bien recibidas, ya que uno al ser estudiante no siempre anda con muchas lucas)

Y pasaron un par de meses con esa rutina en donde puntual a las 11 am, la señora Olga golpeaba la puerta del departamento, pero un dia me habia quedado dormido (era noviembre y ya hacia bastante calor, por lo cual dormia solo con un boxer) pero me despertó el ruido de la puerta y al levantarme me coloco rápido un pantalón y abro la puerta y al abrirla doña Olga estaba con sus ojos con cara de sorpresa, no pudiendo disimular el ver un joven en pantalones y sin polera frente a ella y empieza a tartamudear...

- Perdón Gabriel, ¿te desperté?

- No, estaba en la cama, ¿Necesita algo? (se me habia olvidado lo de la feria)

- Solamente quería pedirte si me puedes acompañar a la feria.

- Claro, pero me va a tener que esperar, me baño y la acompaño.

- Si quieres me voy y regreso en un rato

- No, descuide, entre y me espera en el living. Me demoro unos minutos y estoy listo.

En ese momento pude ver cómo me miraba fijamente de la cabeza para abajo y eso me despertó morbo. Fui a bañarme, sali del baño con la toalla en la cintura y pude ver por medio del reflejo de un espejo que no me quitaba los ojos encima, me puse una polera, un short y fuimos a comprar. A la vuelta, mientras yo voy sacando las cosas de su carro y se las dejaba en una mesa, ella me dice que se iba a cambiar porque tenía mucho calor y estaba transpirada (recordemos que estabamos en noviembre y hacia bastante calor) y al volver vuelve con una polera rosa, ajustada, con un escote bien pronunciado, polera la cual una señora de su edad no usaría en la calle y lo primero que hice y no pude evitar es mirarle las tremendas tetas de la vieja y me di cuenta de que no llevaba sostén.

No podía dejar de mirarle las tetas y ella se dio cuenta, ya que me sacaba temas de conversación y de pronto habian movimientos que mostraban mucho más que el nacimiento del escote (no mostraba los pezones que se marcaban en la polera, pero si podia ver la forma de sus tetazas). Alli me di cuenta que mi vecina se sentía atraída por mi y yo sentía muchísimo morbo ante la situación. Estuve como 2 horas en su departamento, almorcé con ella y luego al estar en mi cama le dedique senda paja y luego de mi orgasmo pensé que esta señora estaba caliente por mi, ya que llebava varios años viuda y no creo que haya tenido sexo en este lapso de tiempo.

Para confirmar mi teoria, la semana siguiente se repitio la historia, pero esta vez le abri la puerta en boxer y después al llegar de la feria se cambiaba y me mostraba sus grandes tetas por medio de su escote. Ya confirmando esa teoria, ideé un plan para el proximo jueves.

Y llegó ese jueves y como sabia que llegaba puntual a las 11, me fui a la ducha un poco antes de las 11 y cuando estaba en plena ducha (y masturbandome para que se me viera bastante voluminoso mi pene) siento que golpean la puerta.

- Ya voy!!! -Le grité

- Si, acá espero me grita.

Solamente me seque un poco el pelo, me ato la toalla a la cintura y bastante mojado le abro la puerta...

- Disculpe por hacerla esperar señora Olga, justo estaba en la ducha

Ella mirándome absolutamente en shock, tartamudeando me dice...

- Ay Gabriel, te estabas bañando y yo molestándote, aunque si me abres así, vendria a molestarte todos los días jejejej

- Jajajajaj... ¿así?

- Así es querido... pensar que yo te conocí tan chiquito y ahora estás hecho todo un hombre! Y que pedazo de hombre!!!

- Jajajaja... bueno, ya tengo 23 años.

- Si, me doy cuenta y mira que músculos que tienes, nunca había visto unos asi en vivo, solamente en la tele

-Jajajaja ¿le gustan?

- Mira las cosas que me preguntas!!, obvio que si me gustan estos músculos.. son muy lindos y parecen muy duritos.

- Es que voy bastante al gimnasio y como sabe practico rugby, por lo cual tengo un cuerpo bastante trabajado

- Jajajajaa, ya lo sé! Estás hecho todo un hombre. Mira que peludas tienes tus piernas!!

- Jajajajajj, ¿las tengo muy peludas?

Y riéndome le acerco mis piernas y le hago entrever el bulto que tenia entre mis piernas a causa de que tenia mi pene duro

-Siii, muy peludas las tienes

-Yyyy no es lo único que tengo peludo.

En ese entonces no me depilaba full mi zona pubica (solo me rasuraba), pero si tenia bastante vello.

- ¿Sabe qué otra cosa tengo bien peluda?

- ¿Que cosa Gabriel?- ya la notaba muy nerviosa

- Y eso lo va a tener que descubrir usted si es que no le da miedo.

- No sé de qué me hablas- alli ya estaba muy nerviosa

En ese momento me paro y le digo...

- Que calor hace acá!!.

- ¿Quieres que prenda el ventilador?

- Naaa... ¿A usted le molesta que yo me quede sin nada?

- Al contrario, me encantaria verte asi, pero no le digas a tu mamá esto porque va a pensar mal.

- Tranquila... todo lo que hablamos y hacemos es entre nosotros.

- Gracias Gabriel...

- ¿Le gustaría tocar?

En ese momento pude ver cómo ella se aguantaba las ganas y mi pene se iba poniendo más y más duro. Estaba por lograr en poseer a estar señora, ya le habia dedicado varias sesiones masturbatorias, ya que esas tetazas me tenian muy caliente.

- ¿Puedo?

Empieza tocándome el pecho y dice:

- Uuuuy que fuerte tienes tu cuerpo

- Toque más Doña Olga.

Ella cierra sus ojos y empieza a acariciarme todo el cuerpo con sus manos. Todo el pecho, mis tetillas, mis abdominales... Hasta que abre los ojos y para.

- ¿Todo bien Doña?

- Esto no está bien

- Claro que si, somos adultos, pero, ¿si usted me toca mis tetas yo puedo tocarle las suyas?

En ese momento ella hecha un suspiro como dejándose llevar y asiente son la cabeza. Empiezo a masajearle esas tetas enormes hasta que las saco afuera por el escote de su polera y empiezo a chuparlas, devorarlas, ella gemía de placer. Grandes, blandas y riquísimas tetas, las chupe y las saboree con muchas ganas mientras ella me acariciaba la cabeza.

-Ahora es momento que descubra que otra cosa tengo bien peluda.

Le dije mientras me alejaba de sus tetas y desaté la toalla y salio a la vista mi pene grueso y duro que estaba durísimo.

- ¡Que grande es!! Es enorme.

En ese momento le di la mano y fuimos a mi habitación. La hago sentar en la cama y le acerco mi pene a su boca.

- Sé que querías esto- le dije

Le agarro firme la cabeza y ella se rehúsa un poco al principio, pero a los segundos empieza a chupármelo desesperadamente. Me chupa los huevos y sigue chupándome el pene de manera tan desesperada, tanto que se ahogaba a ratos. Después de un rato en que me dejé dar una sesión de sexo oral, hasta que dije:

- Quiero darte toda mi leche

La hago parar, la desnudo y la tiro en la cama. Olga tenia su concha estaba muy peluda, me tiendo al costado de ella, contemplaba sus tetazas y empiezo a masturbarla mientras le besaba todo el cuello y ella gemía de placer.

- Ahora vas a saber lo que es coger con un macho!

Le digo mientras me pongo encima de ella, le abro las piernas, agarro mi pene que estaba que explotaba y empiezo a refregar mi pene en los labios de su concha hasta que de a poco se la voy metiendo. Empieza a gemir y quejarse, le saco mi pene y le echo mi saliva para que esté más lubricado (era muy seca). Poco a poco fui entrando en su cuerpo hasta que todo mi pene dentro de la vieja y sentia que ahora se humedecia sin parar. Ahora ella gemía como una puta, en ese momento empiezo a cogerla despacio, un poco más fuerte y más fuerte mientras le besaba todo el cuello.

Ella ya no gemía de dolor si no de placer. Ella disfrutaba como un joven de 23 años le metia su pene, en especial si hace años no sentía nada. No nos decíamos nada, eran todos gemidos y gemidos. Yo empecé a bombardearla fuerte y ella puso sus manos en mi culo mientras yo sin parar seguía cogiéndola. Esa concha caliente y estrecha era un sueño.

La seguí cogiendo por varios minutos, tus tetas se movian de manera espectacular al ritmo de la penetración, hasta que acabe y llené su concha de leche caliente. Después de acabar le dejé mi pene adentro varios minutos más. Ambos nos estabamos besando y cubiertos en transpiración. No podia creer que tenia a mi vecina recién follada en mi cama toda abierta y yo encima de ella con mi pene adentro de su concha. Nos mirabamos, pero no decíamos nada.

Al terminar me dio las gracias, y me dijo que por favor jamás le contara a nadie. De ese breve encuentro, estuvimos un rato juntos y desnudos en mi cama, nos duchamos juntos y fuimos a la feria e hicimos como si nada.

Después de ese día, empezamos a follar muy frecuentemente, mínimo una vez por semana. A veces la llamaba por telefono antes de ir a la universidad, iba a su depto y me la follaba y luego me iba a la universidad. Estuvimos como un año follando, hasta que con mis padres nos mudamos nuevamente a Macul y como empecé a trabajar, estaba con mi polola y tuve un tiempo en Europa en un intercambio, ya deje de verme con ella.

Hasta que a inicios de año andaba por San Miguel y pasé a visitarla y en minutos ya la estaba follando, claro que esta vez ya tengo 37 y ella estaba bordeando las 8 decadas, los años se le notaban en su cuerpo, pero lo caliente de ella seguía.